Mérida, Yucatán. (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de la Unidad Sureste del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) colectaron mieles de la península de Yucatán para evaluar su calidad y clasificar los tipos de polen que contienen en diferentes épocas de floración.
El proyecto Trazabilidad y calidad de la miel de Yucatán producida en diferentes épocas de floración se desarrolla en vinculación con el sector privado y cuenta con financiamiento del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Ana Luisa Ramos Díaz, investigadora de la Unidad Sureste del Ciatej y responsable técnica del proyecto, señaló para la Agencia Informativa Conacyt que la trazabilidad de la miel es una medida que consiste en buscar la historia de la miel desde el momento en que es colectada en el apiario hasta su exportación.
“Actualmente es uno de los requisitos más importantes para la exportación a Europa y se está llevando a cabo en varios países de Latinoamérica como Argentina y Chile, que han aumentado tanto su producción como exportación y nosotros buscamos llegar también a ese mercado”, apuntó.
¿Miel de México o de China?
De acuerdo con Ramos Díaz, quien es miembro candidato del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en algunos países el código de barras contenido en los frascos de miel permite rastrear en Internet la posición de la georreferenciación del sitio donde fue producida, y ese es el objetivo que persigue la trazabilidad.
En México, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de la Secretaría de Agricultura, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ha impulsado esta medida con la finalidad de certificar el lugar de producción de la miel para su exportación.
Como parte del proyecto, los investigadores de la Unidad Sureste del Ciatej se encargaron de visitar los apiarios de la región, colectar información de los apicultores y tomar muestras tanto de los apiarios como de los centros de acopio, verificando que la calidad de la miel cumpliera con lo establecido en la norma mexicana para la miel NMX-F-036-981.
“También nos dedicamos al área de palinología, que es el estudio del polen que está contenido en la miel, y esto nos permite determinar en qué fecha exacta fue producida la miel que colectamos”, comentó la investigadora.
Para ilustrar un ejemplo, Ramos Díaz explicó que una miel producida en el mes de diciembre debe contener polen de la planta tajonal (Viguiera dentata), mientras que si se produjo en abril, debe contener polen de dzidzilché (Gymnopodium floribundum), ambas plantas icónicas de la producción de miel en Yucatán.
“Si tenemos miel china y la miel yucateca se está adulterando con esta miel, podremos detectarlo porque la presencia de los pólenes no van a ser de Yucatán, sino de plantas que están en China”, comentó.
Metodología para identificar el polen
De acuerdo con la posdoctora en biología molecular de plantas, para identificar el polen contenido en la miel el primer paso es lavar la miel pura en estado homogéneo. Posteriormente, se le agrega agua acidificada, se centrifuga y se retiran los azúcares para quedarse únicamente con los precipitados, donde está el polen. “El polen es fijado en cubreobjetos y a través de un microscopio vamos viendo la forma que tiene, que es lo que lo identifica y lo diferencia de otras plantas”.
Al finalizar, se cuentan los tipos de polen encontrados en la muestra y si más de 45 por ciento resulta de un solo tipo de planta, puede considerarse una miel monofloral de esa especie. Cuando es una época de floración diversa de donde las abejas toman su néctar, se considera multifloral de las especies encontradas.
A lo largo de los últimos cinco años, Ramos Díaz se ha dedicado al estudio de la melisopalinología a través de un entrenamiento preponderadamente visual, ya que conlleva horas de trabajo en microscopio para observar el polen en un objetivo de 40x para diferenciarlo de otros.
La investigación contó con la participación de investigadores de diversas instituciones dedicados al área de melisopalinología. “También vamos a recoger polen de las plantas cuando vamos a los apiarios y los analizamos, formando una colección de tipos de polen en el laboratorio que compartimos con otros investigadores que trabajan en el mismo campo”, comentó.
AUTOR: Marytere Narváez
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT