Las arañas violinistas ocasionan envenenamientos muy severos conocidos, médicamente, como “Loxoscelismo”. En México, las arañas violinistas (género Loxosceles) habitan en todo el país con concentraciones importantes en algunas regiones.
En la mayoría de los envenenamientos, la piel se destruye en un radio de dos o tres centímetros alrededor del lugar donde ocurrió la mordedura y la curación toma algunas semanas. Pero hay pacientes en los que la lesión cutánea se extiende considerablemente y requieren extensos transplantes de piel para su recuperación. Otros pacientes desarrollan, además, daño generalizado en todo el organismo, como hemólisis (ruptura de glóbulos rojos), alteraciones en la coagulación de la sangre, daño en los riñones, los pulmones e hígado, que pueden causar la muerte.
Todos los daños causados por el veneno de la araña violinista pueden limitarse con antiveneno específico. Entre más tarde se aplica el antiveneno los daños son mayores y su efectividad menor. Por ello, la disponibilidad oportuna del antiveneno es de máxima importancia.
En México, sólo el Instituto Bioclon, SA de CV tiene la aprobación por la COFEPRIS, otorgada en febrero de 2009, para comercializar antiveneno contra las arañas violinistas, desarrollado en colaboración con la UNAM. El primer lote de antiveneno, compuesto de varios miles de piezas, estuvo listo en septiembre de 2010 y caducó tres años después, en septiembre de 2013. Un cisma en la dirección de Bioclon/Silanes, ocurrido durante el primer semestre de 2012, interrumpió tanto la continuidad en la producción del antiveneno, como la transferencia de la tecnología al Instituto Bioclon por parte de la UNAM.
En los últimos años, muchos pacientes han muerto o quedado lisiados por falta de antiveneno. ¿Qué puede hacerse para resolver el desabasto del antiveneno? Tres posibilidades que no son excluyentes entre si:
1. Que el Instituto Bioclon vuelva a producir el antiveneno con tecnología convencional.
2. Que al lote producido por el Instituto Bioclon caducado en septiembre de 2013, después de los análisis correspondientes, se le extienda la fecha de caducidad, como ocurre, por ejemplo, en los EEUU en casos similares.
3. Que se permita el “uso compasivo” de un nuevo antiveneno anti-violinista, producido en México por Inosan, el AAA2013, registrado ante la FDA de los EEUU con la clave de “Investigational New Drug”: BB-IND 15757.
En muchos países, el “uso compasivo” con medicamentos que aún no han sido autorizados por ensayos clínicos apropiados se permite en padecimientos que ponen en peligro la vida o son extremadamente discapacitantes, como es el caso del Loxoscelismo. En México, no existe legislación para el uso compasivo de medicamentos por lo que los médicos tienen nulo margen de acción para usarlos.
Es muy importante legislar y reglamentar, en México, el uso de medicamentos compasivos.
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(El Dr. Alejandro Alagón Cano, del Instituto de Biotecnología de la UNAM en Cuernavaca, Morelos, es Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005 e Investigador Emérito de la UNAM)