Cuernavaca, Morelos. (Agencia Informativa Conacyt).- La empresa mexicana Nucitec y el Laboratorio de Farmacología, Toxicología e Inmunomoduladores (LFTI) de la Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), a través del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), desarrollan un medicamento para el tratamiento del síndrome metabólico, considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los principales problemas de salud pública de este siglo.
La Federación Internacional de Diabetes (FID) define síndrome metabólico al conjunto de trastornos metabólicos formados por la obesidad central, el descenso de los niveles de colesterol HDL, el aumento de triglicéridos, la hipertensión y la hiperglucemia, y cuya presencia está asociada al desarrollo de patologías crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Lourdes Rodríguez Fragoso, profesora investigadora de la Facultad de Farmacia de la UAEM y miembro del proyecto, señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que el síndrome metabólico es la principal causa de mortalidad a nivel nacional, situación que obliga a buscar nuevas opciones terapéuticas para controlar sus procesos asociados y reducir las tasas de muerte por esta condición.
Es así que desde hace seis años, la farmacéutica mexicana e investigadores de la UAEM comenzaron a trabajar en el análisis y evaluación de moléculas con potencial para reducir niveles de glucosa en la sangre, y con posibles efectos en otras alteraciones asociadas al síndrome metabólico.
“Iniciamos estudiando varias moléculas, primero tuvimos que descartar que no produjeran toxicidad a nivel de células; partimos con seis, de las cuales seleccionamos tres y quedamos en una (betahidroxifosfonato). Una vez que se analizaron los efectos de toxicidad, los investigadores analizaron la respuesta de betahidroxifosfonato en ratones diabéticos y posteriormente en ratas con obesidad”, explicó.
De acuerdo con Lourdes Rodríguez, se observó que los animales de laboratorio reducían sus niveles de glucosa y triglicéridos, modificaban los niveles de colesterol y también reducía la obesidad y otras alteraciones metabólicas. Además, se monitoreó el peso de las ratas durante varias semanas y se observó una reducción en su peso corporal.
Aunque las pruebas toxicológicas realizadas hasta ahora no han mostrado efectos secundarios, y pese a que aún faltan estudios para determinar si esta molécula es o no carcinógena, la científica, quien es doctora en farmacología y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), indicó que representa una ventaja importante para el desarrollo de un nuevo fármaco dirigido a personas con estas alteraciones metabólicas.
“El problema con el síndrome metabólico es que hay alteraciones en los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, obesidad e hipertensión, y pacientes con más de dos o tres alteraciones tienen que tomar un medicamento para cada una de estas alteraciones; entre más alteraciones presente el paciente, más número de fármacos tiene que consumir”.
Un siguiente paso en la investigación es realizar el primer estudio en humanos, por lo que ya se ha preparado un expediente que analizará la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para que autorice el primer estudio de farmacocinética en pacientes.
En los estudios clínicos en sujetos y pacientes, que constan de tres fases, se analiza el efecto terapéutico y posibles reacciones adversas, la toxicidad; además, se busca establecer una dosificación ideal del medicamento.
“Se piensa en la creación de una tableta para administración oral. Al tratarse de enfermedades crónico degenerativas, el paciente debe tomar sus medicamentos por años, si no es que de por vida. La idea es que el nuevo medicamento tenga una presentación farmacéutica amigable, de tamaño y condiciones adecuadas para que el paciente siga de manera apropiada la dosis y el esquema de tratamiento”.
Al tratarse de una molécula hecha en México y estudiada en pacientes mexicanos, representaría otra ventaja en términos de farmacogenética. Y es que de acuerdo con la investigadora, uno de los factores responsables en modular la respuesta a medicamentos son las diferencias genéticas.
“El medio ambiente influye en una respuesta farmacológica. Los medicamentos que en la actualidad utilizan pacientes que tienen algunas de estas alteraciones asociadas a síndrome metabólico o son nacionales o son de patente de compañías extranjeras donde los estudios se hicieron fuera de México. Pero si se hacen en México, es mucho mejor, porque se evaluarían en pacientes mexicanos”, destacó.
AUTOR: Carmen Báez
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT