Santiago de Querétaro, Querétaro. (Agencia Informativa Conacyt).- Un equipo de investigadores y estudiantes de la especialidad en ingeniería ambiental del Instituto Tecnológico Superior del Sur de Guanajuato (Itsur) —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, desarrolla proyectos de investigación enfocados en la producción de plaguicidas y fertilizantes ecológicos.
El objetivo de este proyecto es ofrecer alternativas a productores cuyas tierras y cultivos han sido afectados por los contaminantes presentes en plaguicidas y fertilizantes químicos convencionales.
El proyecto está a cargo de la Coordinación de Ingeniería Ambiental encabezada por Enrique Cossío Vargas, con la colaboración de los profesores investigadores Cielo Esmeralda Rodríguez García, Fernando Jonathan Lona Ramírez y Fernando Daniel Bedolla Flores.
Al respecto, el coordinador de la especialidad en Ingeniería Ambiental del Itsur aseguró que tras un proceso de investigación de campo y documental se determinó que el uso de plaguicidas y fertilizantes químicos están afectando de manera considerable las tierras, en lo que se refiere a la contaminación de la tierra e incluso la desertificación, lo que ha afectado su capacidad productiva.
“La idea que traemos en la institución es ir a otros estados y regiones que han tenido problemas por los contaminantes químicos que se encuentran en los fertilizantes y plaguicidas. Cuando hicimos análisis encontramos problemáticas muy fuertes, en algunos casos les está costando mucho trabajo cultivar, además de que lo que producen no tiene calidad de exportación, lo que limita su mercado”, indicó.
Plaguicidas naturales elaborados con plantas
Cossío Vargas explicó que la composición del plaguicida que desarrollan es a base de plantas dicotiledóneas, liliáceas y amarilidáceas como el chile (Capsicum), ajo (Allium sativum), cebolla (Allium cepa), lo que ha resultado efectivo para las plagas más comunes de la región, además de extractos de plantas con alguna toxicidad.
“Se ha probado en los árboles de laurel de la India (Ficus benjamina) con una efectividad de 95 por ciento contra insectos, estamos en proceso de probarlo con plantas ornamentales de jardín y plantíos frutícolas. Las plagas más comunes que hemos identificado son principalmente hormigas (Formicidae), el pulgón amarillo (Melanaphis sacchari) y algunas variedades de gusanos; todo depende del fruto, por ejemplo, hablando del maíz (Zea mays), el trigo (Triticum) y el sorgo (Sorghum), la plaga que más dificultades ha generado en los agricultores es el pulgón amarillo, al grado que muchos de ellos dejaron de sembrar”, destacó.
El coordinador de Ingeniería Ambiental del Itsur habló también acerca de los riesgos para la salud que el uso de plaguicidas ocasiona. “Después de varios años de exposición a plaguicidas químicos, existe el riesgo de que la gente que se dedica a la agricultura pueda contraer enfermedades degenerativas, daño hormonal, al hígado y sistema nervioso, además de la afectación al suelo causando erosión y desertificación, sin olvidar la contaminación de los mantos acuíferos”, recalcó.
Por su parte, la investigadora especializada en el área de Alimentos, Plaguicidas, Fertilizantes y Biología Molecular del Itsur, Cielo Esmeralda Rodríguez García, informó que a la par de la producción de plaguicidas orgánicos, el Instituto Tecnológico Superior del Sur de Guanajuato desarrolla una línea de investigación enfocada en la elaboración de fertilizantes orgánicos.
“Los fertilizantes los adaptamos de acuerdo con las condiciones del suelo. Estamos utilizando plantas como la moringa (Moringa oleifera), que tiene muchos nutrientes, y a través de basura orgánica, que produce lodos a los que hacemos una estabilización alcalina con calcio”, explicó.
Iniciativas para impulsar nuevos cultivos
Enrique Cossío Vargas informó que estos proyectos son parte de una iniciativa que, además de los plaguicidas y fertilizantes, incluye la asistencia técnica para productores de la región, con el objetivo de que desarrollen otro tipo de cultivos diferentes a los tradicionales, que son de maíz, sorgo y frijol.
“En una primera instancia, la idea es mostrar estos fertilizantes y plaguicidas orgánicos y que los tomen como alternativa para que no perjudiquen el ambiente, tanto la tierra como los mantos acuíferos. Después, estamos trabajando para desarrollar huertos demostrativos enfocados en la producción de granada (Punica granatum), durazno (Prunus persica), nogal (Juglans regia) para la producción de nueces, olivo (Olea europaea), manzana (Malus domestica) y la pitahaya (Hylocereus undatus)”, explicó.
Cossío Vargas detalló que el trabajo de la Coordinación de Ingeniería Ambiental se ha enfocado en demostrar que las condiciones climatológicas de la región no resultan un obstáculo para el desarrollo de este tipo de cultivos, por lo que, dijo, el objetivo es transmitir este conocimiento a los productores mediante la asistencia técnica.
“Originalmente, en Guanajuato, estos cultivos no se daban por el clima, pero con el trabajo de investigación que estamos desarrollando pudimos probar que sí se pueden dar a pesar de estas condiciones; somos uno de los estados en el país con condiciones climatológicas estables. La causa por la que los productores no se animan a desarrollar estos cultivos es el miedo a probar otras cosas”, puntualizó.
El coordinador de la especialidad en Ingeniería Ambiental del Itsur subrayó que otro de los objetivos de esta iniciativa es que los productores de la región tengan más opciones de cultivos que resulten más redituables desde el punto de vista económico.
“Los productores en la actualidad producen sorgo, maíz y trigo, pero no están teniendo las ganancias que requieren y muchos de ellos están dejando el campo para emigrar a los Estados Unidos; lo que buscamos es mostrarles otras alternativas que pudieran dejarles más rendimientos de lo que cultivan tradicionalmente. Actualmente trabajamos con la presidencia municipal de Uriangato, Guanajuato, para después llevar esta propuesta al resto del estado y otras entidades”, finalizó.
AUTOR: Israel Pérez
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT