Por Armando Bonilla
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- Surgido gracias a una aportación conjunta entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el gobierno de San Luis Potosí, en 2007 fue creado el Laboratorio Nacional de Biotecnología Agrícola, Médica y Ambiental (Lanbama), cuyo objetivo principal fue descentralizar la investigación científica y la innovación tecnológica en torno al área ambiental y genómica.
La Agencia Informativa Conacyt conversó en exclusiva con Ángel Gabriel Alpuche Solís, profesor investigador titular C del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt), adscrito a la División de Biología Molecular y coordinador del Lanbama, quien explicó cuál es la naturaleza del laboratorio, los principales servicios que oferta y cuáles hasta el momento han sido sus logros más significativos.
De acuerdo con el investigador, quien también pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel II, el Lanbama opera hacia el interior del instituto con base en dos líneas principales de acción que son satisfacer las necesidades de investigación del Ipicyt y la formación de recursos humanos altamente especializados y hacia el exterior, ofertando servicios a la academia y la industria y generando convenios de colaboración académica.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo es que arranca el laboratorio?
Ángel Gabriel Alpuche Solís (AGAS): El Lanbama se funda el 24 de mayo de 2007 a través de un proyecto estructurado por profesores de dos divisiones del Ipicyt (Biología Molecular y Ciencias Ambientales) y financiado por el Conacyt, que dispuso 10 millones de pesos para su gestación a través del apoyo para la creación de Laboratorios Nacionales, mientras que el gobierno de San Luis Potosí aportó 10 millones de pesos más.
En ese entonces inicia el laboratorio dirigido por el doctor Rubén López Revilla, quien fue apoyado por diferentes profesores de la División de Biología Molecular y de Ciencias Ambientales del Ipicyt. Desde que surge la idea de crear el laboratorio, ambas divisiones se dieron a la tarea de elaborar encuestas a empresas, instituciones de educación superior y centros de investigación para determinar los servicios que más se requerían en la zona.
Derivado de ese trabajo, el Departamento de Vinculación del Ipicyt, a través del maestro en ciencias Daniel Barrón, detectó que los servicios relacionados con calidad de agua, contaminantes en agua, así como secuenciación de ácidos nucleicos son los servicios que más demanda tienen. A la par de ello, las encuestas estaban enfocadas a la identificación de los equipos con los que no se contaba y que eran necesarios para ofertar los servicios requeridos.
Fue así como se identificó que, una vez concretado el laboratorio, tenía que ofertar servicios internos para satisfacer las necesidades de investigación y formación de recursos humanos del Ipicyt, pero también ofertar servicios de análisis a la iniciativa privada que opera en el estado y también a nivel nacional y establecer convenios académicos con IES y centros de investigación de todo el país.
AIC: ¿Qué tipo de análisis son los que oferta el laboratorio?
AGAS: Fue en 2013 cuando asumí la coordinación y desde ese momento a la fecha ofertamos servicios como detección de metales pesados en agua, y en suelo por ICP, así como de secuenciación de ácidos nucleicos. También la detección de macro y micronutrientes en suelo o plaguicidas en hortalizas y diversos compuestos para empresas de alimentos como saborizantes o de cuantificación de compuestos muy particulares, según las necesidades de la empresa o el investigador que nos lo solicite.
Los servicios los hemos ofertado a empresas mineras de la región o empresas dedicadas a los agronegocios o del área de alimentos. Hablamos de cinco mil diferentes análisis para el área ambiental y cinco mil 800 para el área molecular aproximadamente.
AIC: ¿Cómo es que ha evolucionado el laboratorio desde que usted asume el cargo del mismo?
AGAS: Cuando el laboratorio comienza, se contaba con un responsable, un coordinador y un técnico en el área ambiental y uno más de biología molecular; no obstante, cuando el doctor David Ríos, director del Ipicyt en ese entonces, me solicita coordinar Lanbama se identifica la necesidad de ofertar nuevos servicios en el área de sanidad agropecuaria con la finalidad de generar ingresos suficientes para mantener operando el laboratorio.
En ese momento se logra incrementar siete veces el ingreso necesario para el mantenimiento del laboratorio y cubrir el salario de los técnicos y se contó con el ingreso de un técnico adicional, y además con el apoyo del doctor Alejandro De Las Peñas (jefe de la DBM) se continuó equipando el laboratorio, mejorando su infraestructura, e incluso en el 2014 se decidió incrementar el personal con un técnico más para cubrir una mayor demanda de servicios.
Consecuencia de ese trabajo hemos logrado también la acreditación de cinco ensayos ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) en el área de agua y de diagnóstico molecular de enfermedades de plantas y estamos en busca de cinco acreditaciones más en el área de hidrocarburos. Hemos incrementado nuestra participación en el análisis basados en cromatografía de gases-masas, líquidos, así como en estudios relacionados con la detección de metabolitos e isótopos estables.
AIC: ¿Cuáles son las principales áreas en las que recaen los servicios del laboratorio y sus más de 10 mil pruebas de análisis?
AGAS: Hay que precisar que nuestras más de diez mil pruebas se distribuyen entre los poco más de 20 servicios que ofertamos, entre ellos detección de metales pesados por ICP, diagnóstico de enfermedades de hongos, bacterias y virus a través de métodos, microbiológicos, químicos y bioquímicos y hasta moleculares; también tenemos servicios de secuenciación, productos de PCR, qRT-PCR o incluso recientemente estudios de metagenómica y metabolómica.
También tenemos análisis de HPLC para detección de hormonas vegetales, aminoácidos, antibióticos y contamos con equipos para carbono-nitrógeno, isótopos estables, y algunos otros equipos que no están directamente en el laboratorio pero que están disponibles para los servicios que puedan pedir nuestros clientes.
AIC: ¿El laboratorio también realiza proyectos de investigación propios o solo realizan análisis para la IP y otras instituciones educativas?
AGAS: Ese es uno de los grandes objetivos del laboratorio, me explico, nosotros apoyamos a cuatro divisiones principalmente, en las cuales se enlistan alrededor de 45 investigadores, es decir, damos apoyo a las necesidades de un elevado número de investigaciones; no obstante, estamos impulsando la gestación de proyectos propios de investigación
La idea actual de nuestro director, el doctor Ricardo Femat, radica en solicitar la incorporación de algunas Cátedras Conacyt a este y otros laboratorios del Ipicyt, para que a través de ellas se detonen los proyectos propios provenientes de los jóvenes investigadores adscritos a los laboratorios y así no solamente ser laboratorios de servicios y apoyo a la investigación sino generar líneas propias de trabajo.
De esa forma serían ellos quienes harían la gestión para atraer recursos, vincularse con la industria, se aprovecharía la infraestructura del laboratorio y también tendrían oportunidad de tener estudiantes, es decir, de formar nuevos recursos humanos.
En este momento, solo apoyamos proyectos de diferentes divisiones, pero si logramos que se incorporen Cátedras Conacyt a nuestros laboratorios, estaríamos en condiciones de generar proyectos propios.
AIC: De los proyectos que actualmente se apoyan, ¿cuáles son los más importantes?
AGAS: Tenemos varios proyectos activos y muchos de ellos muy interesantes, pero podría mencionar que entre los más importantes se encuentran algunos de detección de genes relacionados con resistencia a estrés biótico y abiótico, proyectos de energías renovables, biorremediación, detección de consorcios microbianos o un proyecto de secuenciación masiva vinculado a la industria cervecera, también otro más sobre detección de metales pesados. Hay varios proyectos del área ambiental y molecular que estamos apoyando de diferentes maneras.
Un plus del Lanbama es que contamos con el apoyo de la experiencia de cerca de 50 investigadores que pueden plantear estrategias para resolver un problema de la sociedad e involucrarse en proyectos aplicados con el uso de equipos del laboratorio, cosa que no es común encontrar en un laboratorio de servicio. Todos los investigadores del Ipicyt pueden hacer uso de los equipos y asociar sus proyectos de investigación a la actividad del laboratorio y aunque hay un costo interno para la realización de las pruebas, es mínimo.
AIC: A la par de esos proyectos importantes, ¿cuáles diría que son los logros más relevantes de Lanbama?
AGAS: El logro más representativo radica en contar con todos los equipos operando, con mantenimiento, calibrados y técnicos especializados, la mayoría con más de 10 años de experiencia, para dar resultados reproducibles en un corto tiempo a las cuatro divisiones de la institución principalmente. Estos tiempos cortos de entrega de resultados y calidad de los mismos, deriva en la confianza de los investigadores y usuarios en general.
Este es un aporte muy fuerte a la formación de recursos humanos, que es uno de los objetivos del Ipicyt. El otro logro consiste en solucionar problemas reales de la región y aporte a la sociedad, me explico con un ejemplo, antes muchos de los productores debían acudir a otros estados para solucionar problemas específicos del campo, pero ahora vienen aquí, (…) (cerca de 105 clientes), también las universidades y tecnológicos se acercan en busca de nuestros servicios.
Los logros de Lanbama nos permitieron conseguir un segundo apoyo del Conacyt con respaldo de la dirección general, donde contratamos técnicos con doctorado y adquirimos más equipo y pagamos pólizas de mantenimiento, pero debido a recortes presupuestales que afectaron la operación del Ipicyt ya no pudimos aplicar a un proyecto para continuar consolidándonos.
En resumen, las mayores aportaciones son la solución de problemas de la región y contribuir a la formación de recursos humanos de calidad mediante el apoyo a sus investigaciones.