En la generación de energías limpias para nuestro país, la eólica es de vital importancia en la estrategia de planeación energética, así como por su enorme potencial de aprovechamiento
De acuerdo a la Asociación Mexicana de Energía Eólica, en el país operan 31 parques eólicos que cuentan con mil 570 aerogeneradores, los cuales abastecen las necesidades eléctricas a 411 mil casas, de las cuales 211 mil están en Campeche y 177 mil en Colima.
Desde 2004 se han invertido en el país 5 mil 100 Millones de dólares para el desarrollo de proyectos eólicos. Sin embargo, su explotación actual aun no corresponde a los alcances que puede generar.
Particularmente, el estado de Oaxaca, donde se produce actualmente aproximadamente 89 por ciento de la energía eólica del país, que llega alrededor de los 2.5 giga watts instalados, según la mencionada Asociación, cuando su potencial oscila entre 33 y 44 giga watts, según el National Renewable Energy Laboratories.
“En México nos enfrentamos con que la industria eólica se ve como negocio. Se otorgan concesiones a las empresas más rentables, pero no se le da la debida importancia a la ciencia que hay detrás. Como no se da el apoyo necesario y al ser un tema nuevo, carecemos de gente que conozca lo suficiente para aprovechar al máximo nuestros recursos”, expresa Eulalio Torres García, doctor en ingeniería aeroespacial por la Universidad Politécnica de Madrid.
El investigador originario de Tlaxcala, de 32 años de edad, ha innovado en la industria eólica una técnica que incorpora simulación con discos porosos a los aerogeneradores de energía, a fin de evaluar la productividad de un parque eólico antes de su construcción y con mayor precisión que los métodos actuales.
Explica que cuando un aerogenerador está funcionando, corriente abajo deja una estela con déficit de velocidad e incremento en la turbulencia, lo cual influye en los generadores colocados detrás de la primera línea de éstos, de manera que producen menos energía y reciben más carga.
“Utilizando discos porosos se puede reproducir la estela de turbinas eólicas, de manera que cuando se hace una simulación el coeficiente de tracción de los rotores corriente abajo tienen una mejor relación con la realidad. Los resultados muestran que, seleccionando adecuadamente la porosidad de los discos, es posible obtener coeficientes de tracción similares a los desarrollados por los aerogeneradores, además de que la estela y sus efectos son muy semejantes”, detalla.
El trabajo es su tesis de doctorado en el Instituto de Microgravedad “Ignacio Da Riva”, de la Universidad Politécnica de Madrid. Parte de su trabajo ha sido la simulación de generadores eólicos por medio de discos porosos, lo cual parte de una idea muy básica: Similitud entre un disco poroso y un aerogenerador a una velocidad de rotación específica.
“Una parte de la ingeniería aeronáutica se dedica al estudio de la aerodinámica, es decir, la interacción de fluidos con cuerpos sólidos. Por otra parte, un alto porcentaje de quienes se dedican a la industria eólica son ingenieros en distintas especialidades, pero no en aerodinámica; el no tomar en cuenta esta área en la planeación de los parques eólicos se refleja en que se pierde hasta el 40 por ciento del potencial de los campos eólicos”, puntualiza.
A su corta edad, Torres García ha realizado estancias en las universidades Nacional Espacial de Jarkov (Ucrania), Cranfield (Inglaterra) y Técnica de Múnich (Alemania), éstas últimas en posgrado; tiene una vasta experiencia en proyectos de investigación en aerodinámica, por ejemplo, evaluación de parques energéticos, perfiles eólicos en movimiento (traslacional y rotacional), aerodinámica de trenes, aeroelasticidad de puentes y aerodinámica en obras de ingeniería civil. No obstante, pese a que está por iniciar una estancia posdoctoral en Francia, destaca su interés en regresar a México para participar en la explotación de este tipo de energía limpia. (Agencia ID)