Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. (Agencia Informativa Conacyt).- El Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) es un instrumento de medición aplicado anualmente por la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud del gobierno federal, con el objetivo de identificar a aquellos médicos más especializados en la atención de problemas epidemiológicos y otros riesgos para la salud que puedan contribuir con calidad al desarrollo de los servicios en las unidades médicas de todo el país.
Participan estudiantes de todas las instituciones educativas que imparten la carrera de medicina —públicas y privadas—, lo que les permite, a su vez, medir la calidad y pertinencia de sus programas de estudio, así como la integración de estos aspirantes al Sistema Nacional de Residencias Médicas.
En ese sentido, de acuerdo con el ranking 2016 del ENARM, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) se posicionó, nuevamente, como la tercera mejor escuela a nivel nacional y la primera en lo que se refiere a instituciones públicas que imparten esta carrera.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el director de la Facultad de Medicina de la UAQ, doctor Javier Ávila Morales, detalló cuáles han sido los aspectos más importantes que han determinado el posicionamiento de la institución en esta prueba a nivel nacional.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué implica para las instituciones educativas participar en este Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas?
Javier Ávila Morales (JAM): Para nosotros como universidad nos retroalimenta y al mismo tiempo también nos da información más precisa sobre el cómo nuestros estudiantes se están comportando en determinadas áreas. Eso permite hacer un análisis interno para fortalecer aquellas que puedan ser vulnerables en cuanto al rendimiento académico de los jóvenes.
Se trata de un examen nacional perfectamente establecido con altos estándares de calidad; un filtro muy importante para el acceso a los posgrados en el área de la medicina. Para nosotros como instituciones formadoras de recursos humanos para la salud concretamente en el área médica, son indicadores muy importantes del comportamiento académico que están teniendo nuestros estudiantes, así como la calidad y pertinencia de los programas educativos que tenemos.
AIC: ¿Cuáles son los aspectos por los que la UAQ ha mantenido este nivel en el ENARM?
JAM: El primero es el proceso de selección; para obtener los mejores resultados tenemos que tener los mejores elementos y, en ese sentido, la Facultad de Medicina tiene un proceso serio en lo que se refiere al perfil y la admisión a la carrera. Desde el 2012 hicimos una auditoría al proceso de selección y después lo pasamos a transparencia de la contraloría de la UAQ, para dar certidumbre tanto al estudiante como a su familia. Las “palancas” no existen en nuestra facultad.
Otro factor es nuestra sólida planta docente, con profesores especialistas muy comprometidos que tienen maestrías y doctorados. Tenemos profesores que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que, a su vez, están dentro del perfil del Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Tipo Superior (Prodep) de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Son gente con una capacidad y formación muy sólida no solo en el expertise, sino también en el aspecto docente.
Y el tercer factor sería, en mi opinión, los contenidos programáticos, es decir, los programas académicos. Nosotros tenemos un sistema muy innovador dentro de la facultad que se llama Integración Basada en Problemas y Laboratorio de Clínica y Enseñanza, en el cual los estudiantes están en contacto con casos clínicos desde el primer semestre, naturalmente adaptados y ajustados a sus conocimientos.
AIC: ¿Con qué otros respaldos cuenta la oferta educativa en medicina de la UAQ?
JAM: Para nosotros ha sido una necesidad y una obligación llevar nuestras maestrías y doctorados a los padrones de excelencia a Conacyt, aunque no es sencillo. Cuando se trata de avalar especialidades, a diferencia de otras carreras, en medicina hay que pasar también por la Secretaría de Salud, hospitales, gestionar con sus directores, los médicos, jefes de enseñanza, jefes de servicio y los médicos titulares.
A pesar de ello, de 2012 a la fecha, tenemos ya dos maestrías y un doctorado en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Conacyt en el área de medicina, además de nuestras especialidades odontológicas, como odontopediatría, ortodoncia y endodoncia; estamos pujando fuertemente por meter también la de rehabilitación oral.
AIC: ¿Cuáles considera usted que son los retos que deben asumir las escuelas de medicina en el contexto nacional que vivimos actualmente?
JAM: En el aspecto científico y el expertise me parece que las cosas van bien. El desarrollo y la medicina en México es de muy alta calidad; en ocasiones no sabemos realmente nuestro nivel hasta que salimos del país, ahí es donde valoramos de manera más directa nuestros conocimientos.
Todas las escuelas de medicina están trabajando intensamente por ser mejores a través de los procesos de certificación. Pero me parece que un punto álgido, y que hemos estado trabajando, es la sensibilidad social que deben tener nuestros egresados.
Tenemos que trabajar más en el humanismo médico, el humanitarismo y en un sentido de equidad, para poder dar a los que menos tienen, hablando del aspecto social de la medicina. Es todavía una parte que no hemos logrado equiparar al área del expertise. Aquí estamos trabajando esa área, me parece que es un reto muy importante para la formación de los futuros médicos.
Además de la cuestión de los recursos, que son muy importantes, otro aspecto que es fundamental es la internacionalización, tenemos indicadores favorables a nivel nacional pero también ya empezamos a proyectarnos en el extranjero; de hecho, el año pasado participamos en un concurso internacional de conocimientos médicos y la Facultad de Medicina de la UAQ quedó en segundo lugar compitiendo con más de 32 universidades nacionales y extranjeras.
Me parece que si nosotros vamos en esa línea, potenciamos y logramos que los estudiantes también tengan esa formación en instituciones de alto impacto, justo como lo hace el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y la Universidad Panamericana, que encabezan el ranking del ENARM, y que tienen vínculos muy importantes con universidades de los Estados Unidos. En nuestro caso ya lo estamos trabajando, pero se requiere más apoyo e infraestructura para poder explotar efectivamente esa parte.