AUTOR: Erika Socorro Rodríguez
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Zacatecas, Zacatecas. 10 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el objetivo de encontrar una vía sustentable para el tratamiento del plástico basada en microorganismos, la ingeniera ambiental Angélica Abigail Ambriz Luna, egresada de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería Campus Zacatecas del Instituto Politécnico Nacional (UPIIZ IPN), realizó una investigación para aislar bacterias que degradan los plásticos PET.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la ingeniera Ambriz Luna explicó que su hipótesis consistió en abordar primeramente el ácido tereftálico (C8H6O4), pues es uno de los compuestos que mayormente dificultan la degradación del plástico utilizado principalmente en envases de bebidas y textiles, el tereftalato de polietileno ([C10H8O4]n), mejor conocido como PET.
Al respecto, describió: “El ácido tereftálico es el compuesto mayoritario y causante de más problema en los recipientes de PET. Es por eso que si tiras una botella de PET al suelo, tarda más de mil años en degradarse, por este compuesto, que tiene un anillo aromático, las bacterias tardan mucho, primero en romperlo y después en consumirlo”.
Ambriz Luna expuso que desarrolló esta investigación como proyecto de tesis de titulación en un periodo comprendido del 9 de junio de 2013 al 4 de diciembre de 2015, bajo asesoría de la maestra Verónica Segovia Tagle, la doctora Karol Karla García Aguirre, el maestro Sergio Zavala Castillo, el maestro Alejandro Paredes Sánchez y la maestra Vianey Hernández Ramírez, todos docentes de la UPIIZ.
Bacterias y estiércol
La investigación fue dividida en tres partes. “La primera consistió en el aislamiento al 100 por ciento de la bacteria, la cual pertenece a un género todavía no muy estudiado, llamado Dietzia. Se ha demostrado que la bacteria Dietzia tiene efectos sobre la degradación de compuestos aromáticos, como el ácido tereftálico. Fueron realizadas pruebas con excremento de burro, borrego y caballo; solamente en el caballo se encontró la reportada, manifestó la ingeniera.
Posterior a la obtención del conjunto de bacterias, se depuró la muestra hasta obtener la bacteria del género Dietzia aislada, la cual se identificó genéticamente para comprobar que se trataba del género correcto. Una vez identificada, se sometió a un medio de cultivo cuya única fuente de carbono y energía era el ácido tereftálico puro. Tras varias pruebas, en un lapso de seis días y 20 horas, hubo crecimiento en 80 por ciento y una capacidad de degradación del compuesto de 43.5 y 42.1 por ciento.
“Una vez que comprobamos que el microorganismo sí consumía el ácido tereftálico, se buscó una estrategia para aumentar la concentración que degradaba, entonces se sometió a otra prueba inoculando previamente el microorganismo en un medio con una fuente de carbono y energía más simple como lo es el citrato de sodio (Na3C6H5O7) en un caldo nutritivo, pero la concentración se conservó en el mismo nivel, entonces nos dimos cuenta que hay otras vías con las que se puede trabajar”, describió.
El consiguiente objetivo de esta investigación es terminar de estandarizar los parámetros básicos de crecimiento de degradación del PET, experimentando con temperatura, tiempo de agitación, condiciones específicas de luz y en medios con presencia o ausencia de oxígeno, y una vez que se tengan los parámetros óptimos, se diseñe un biorreactor.
“Por el momento estamos a la espera de desarrollar todas estas opciones ya que es una investigación que tiene muchísimo futuro. Si lográramos la degradación del plástico a un nivel industrial, además de la función medioambiental, Zacatecas generaría una fuente de empleo e ingreso bastante considerable”, estimó.
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