or Felipe Sánchez Banda
Monterrey, Nuevo León. (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) desarrollan la aplicación móvil (app) denominada PRIDE (Personal Risk Detection) para la generación de alertas automáticas ante situaciones de riesgo para el usuario.
“Estamos hablando de la generación de la alerta que, hoy en día se hace de forma manual, pueda hacerse de manera automática a través de una red de sensores. Esta funcionalidad implica varias áreas y disciplinas o subdisciplinas de las ciencias computacionales”, comentó el doctor Luis Ángel Trejo Rodríguez, profesor investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del ITESM.
El objetivo de PRIDE es generar alertas automáticas ante situaciones de riesgo para el usuario como accidentes, secuestros, desastres naturales, entre otros. Con estas señales automatizadas, el afectado obtendrá una respuesta inmediata por parte de las autoridades competentes para brindarle auxilio en cuestión de minutos sin necesidad de solicitarlo.
Esta aplicación nace a partir de una primera versión del proyecto titulada ELISA (emergencia, localización inmediata, seguridad y asistencia), disponible para dispositivos iOS y Android. El primer prototipo de ELISA recibió financiamiento, a partir de la convocatoria Mixta CUDI-Conacyt (Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet, A. C. y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología).
“La versión 1 consiste en dos componentes, uno que es la aplicación en los dispositivos móviles y otro que es un componente que se encuentra en el monitor que está donde se reciben las alertas, esa es la plataforma y la aplicación que permite al usuario, ciudadano o miembro de alguna comunidad que, con el hecho de presionar la aplicación, pueda tener contacto con sus autoridades y estas, a su vez, sepan exactamente quién es y dónde está”, precisó el investigador.
El doctor Trejo Rodríguez, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), agregó que esta primera versión del sistema de emergencia funciona desde 2011 en el ITESM Campus Estado de México y opera en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y a través de la empresa JM Seguridad.
Geolocalización y respuesta inmediata
A partir de esta transferencia tecnológica, surgió la necesidad de optimizar este proyecto debido a la naturaleza de las situaciones de riesgo y el tiempo que toma seguir el protocolo del sistema de emergencias 911.
“Hay un gran avance en el 911, pero el protocolo sigue teniendo un periodo de interrogación, quién eres, dónde estás, identifícate, dónde te ubicas; hay mucho tiempo que se puede perder. Aquí no es necesario, la aplicación envía todos los datos de geolocalización y además la identificación de la persona con datos personales necesarios para atender este evento”, puntualizó el científico.
ELISA, la versión 1 del proyecto, sigue operando y actualmente cuenta con alrededor de mil usuarios.
Para la versión 2 se contempla, para el desarrollo de PRIDE, la incorporación de un wearable, es decir, un accesorio o prenda de vestir con elementos tecnológicos. En este caso se contempla la implementación de esta tecnología en un reloj de pulsera.
“Presentamos la incorporación de un wearable, puede ser una pulsera, que tiene sensores de movimiento y sensores fisiológicos. Estos sensores nos permiten hacer una mejora a la versión 1 y trabajar en esa línea de desarrollo para que los sensores de la banda nos puedan ayudar a reconocer eventos de alto riesgo de forma automática, esa es una línea a la que queremos llevar a un mediano plazo”, especificó el doctor.
El investigador añadió que, además de esta segunda versión PRIDE, contemplan trabajar de forma paralela otra línea de desarrollo que consiste en mejorar funcionalidades de la primer versión ELISA de acuerdo con la retroalimentación con los usuarios.
“Hay otra línea que es mucho más sencilla que requiere menos investigación científica, es mejorar la versión 1 e incorporar funcionalidades que, de primera mano, hemos conocido de funcionarios responsables de la seguridad en municipios vecinos que la han probado. Creo que es un desarrollo tecnológico mucho más sencillo que nos puede llevar dos o tres meses incorporarla y liberar una versión 2, independientemente y paralela a la pulsera”, aclaró el especialista.
Para finalizar, los científicos agradecen al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y al ITESM por proporcionar el apoyo y recursos para el desarrollo de esta aplicación, que esperan pueda ser de utilidad para los ciudadanos de otros municipios del país.
“Tenemos mucha confianza en que podemos lograr un producto que sea de gran utilidad para la ciudadanía en el día a día, sobre todo en el contexto de seguridad en el que vivimos”, señaló el científico Trejo Rodríguez.