Por Génesis Gatica Porcayo
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- Un nuevo método de diagnóstico y de preparación quirúrgica busca reducir en 30 por ciento el índice de errores operatorios, tiempo en el quirófano y costo general de todo el procedimiento.
La innovación corre a cargo de 3Médica, empresa fundada por tres jóvenes egresados del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Chihuahua, Sebastián Hernández Gutiérrez, Alejandro Martínez Jurado y Melissa Rivera, quienes se encargan de realizar modelos anatómicos impresos en 3D para la práctica preoperatoria.
Actualmente, los médicos utilizan segunda dimensión para la práctica, diagnóstico y preparación de sus intervenciones. Sin embargo, este grupo de emprendedores busca la posibilidad de que los médicos comiencen a utilizar modelos anatómicos en tercera dimensión que son fieles a las características físicas de cada paciente.
¿Cómo es el proceso de impresión?
El desarrollo de este proyecto se basa en la impresión en tercera dimensión de un modelo de segunda dimensión como resonancias magnéticas, tomografías o cualquier otro estudio de imagenología relacionada.
“Nosotros recibimos la tomografía de cada paciente. Por ejemplo, si yo tengo un tumor en la aorta, que es uno de los casos que tenemos ejemplificados, nosotros como empresa recibimos esa tomografía y la imprimimos en 3D para que el médico pueda ver exactamente el sitio y adherencia del tumor”, comentó Sebastián Hernández en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
De acuerdo con el especialista y CEO de 3Médica, existen ocasiones en que el médico se percata de la magnitud de la patología hasta que abre al paciente y esto implica un mayor riesgo.
Con esta facilidad de acceso a la zona a operar se reduce el tiempo y el riesgo de que el paciente tenga un mayor daño o contraiga una infección durante la cirugía.
“Básicamente lo que queremos lograr es que no haya tantas complicaciones en una intervención quirúrgica, ya que en México hay hasta 67 mil al año por causa de un mal diagnóstico o de eventos inesperados durante la operación”, explicó.
El primer paso consiste en recibir la tomografía, en esta ya vienen los tres cortes (axial, sagital y coronal) que se necesitan, pasan la tomografía por un software que ayuda a segmentar lo que se quiere imprimir, además de que permite elegir el material y los colores deseados para una mejor identificación de los componentes anatómicos.
Posterior a esto, se pasa a un software que es de preproceso de impresión, lo que hace es borrar todo lo irrelevante y una vez hecha esta selección ya pasa a la máquina de impresión.
Dependiendo del material o el tamaño, la impresión puede durar desde unos cuantos minutos hasta más de diez horas y el prototipo puede ser en cerámica o material flexible.
El resultado es un órgano en tamaño real sacado de una tomografía y con el detalle específico del problema patológico a tratar.
“La diferencia de verlo en segunda dimensión a ver una impresión de esta magnitud es grande, pues se vuelve posible ver realmente dónde está y la forma en que está el problema, da una perspectiva completamente diferente para el momento de operar”, comentó Sebastián Hernández.
Esta tecnología de impresión de órganos patológicamente dañados para el estudio prequirúrgico ha sido empleada en India y China, pero no ha sido aplicada en México, “se llegó a usar con un fin distinto. Fue en trabajos ortopédicos donde se imprimieron vértebras, crearon placas de titanio exactamente como las necesitan para el paciente”.
Interdisciplina que busca romper paradigmas médicos
El equipo de emprendedores de 3Médica es interdisciplinario y se fusionan especialidades de la ingeniería biomédica, negocios internacionales y administración de empresas.
Fueron respaldados por la asesoría de especialistas de la incubadora del Tec de Monterrey como la ingeniera biomédica Estefanía Mendoza, el ingeniero Luis Almanza —quien fue su mentor de plan de negocios—, además de la participación de médicos hematólogos y cirujanos cardiotorácicos del Hospital del Parque “Christus Muguerza” de Chihuahua.
Sebastián Hernández explicó que la principal barrera que tienen como empresa es que el gremio médico es reacio a aceptar que existe un método mejor al que hay actualmente.
“Los médicos tienden a ser muy celosos de lo que han estado implementando, las tomografías llevan 15 años en el mercado y están súper acostumbrados a hacerlo de esa manera, cambiarles el paradigma y llevarles una opción que les beneficie en todos los ámbitos no es tan fácil”.
A través de este método, los emprendedores ofrecen prestigio, menos desgaste y a los pacientes se les brinda la seguridad de que su médico tendrá a la mano una técnica que le permitirá realizar una cirugía con mucho menor riesgo del que originalmente tendría.
La empresa pretende no limitarse solo a la impresión de órganos sino que se proyectan para imprimir hasta fetos para que las madres conozcan el estado de su bebé en el embarazo.