Tonantzintla, Puebla. 9 de febrero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- A veces los tiempos difíciles pueden servir de acicate. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y las amenazas a empresas extranjeras para que no produzcan en México es una llamada de atención para no depender más de las industrias que vienen a maquilar a México. Esto debe ser considerado una oportunidad para generar nuestro propio desarrollo tecnológico, consideró en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt el doctor Luis Enrique Sucar Succar, Premio Nacional de Ciencias 2016, en Tecnología, Innovación y Diseño.
Para el investigador y docente en el área de computación del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en México la vinculación está vista de afuera hacia adentro, es decir, en general los proyectos de vinculación se enfocan en resolver problemas particulares a la industria. No obstante, él considera que se deberían fomentar los proyectos a la inversa, para que la propia investigación básica logre la creación de nuevas empresas a partir de sus prototipos.
“Eso es lo que nos falta impulsar más en nuestro país, y en mayor medida en el área de la tecnología computacional”, añadió el doctor Sucar Succar, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel III y funge actualmente como vicepresidente de la Academia Mexicana de Computación (Amexcomp).
Un sueño que se convirtió en una forma de vida
Al doctor Enrique Sucar le llamó la atención desde muy joven la creación y el desarrollo tecnológico. Recuerda las computadoras como máquinas que despertaron su interés. En esa época solo las universidades y grandes empresas contaban con computadoras, pero eso no le impedía imaginar que algún día diseñaría y construiría una propia.
Aquel sueño lo impulsó a estudiar ingeniería electrónica y comunicaciones en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Monterrey. Gracias al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) obtuvo una beca para estudiar la maestría en ingeniería eléctrica en la Universidad Stanford, en California, Estados Unidos.
Posteriormente regresó a México para trabajar por seis años en el Instituto de Investigaciones Eléctricas, donde nació su interés por los sistemas expertos, sistemas basados en inteligencia artificial que simulan el comportamiento de un experto en la solución de un problema.
“Hice la maestría en ingeniería eléctrica pero enfocado en sistemas computacionales. Los primeros años trabajé hardware pero con el tiempo me fue gustando más el software. En los ochenta, trabajaba en el Instituto de Investigaciones Eléctricas en el sistema de monitoreo y control de redes eléctricas, y surgieron los sistemas expertos. Me pareció interesante usarlos, por ejemplo para ayudar a los operadores de las redes eléctricas y plantas eléctricas en situaciones críticas o de emergencia. Así me surgió la inquietud de hacer un doctorado en inteligencia artificial y sistemas expertos, eso me fue llevando al área que trabajo actualmente”.
La importancia de la aplicación
Con apoyo de una beca Conacyt, el doctor Sucar Succar estudió el doctorado en computación en el Imperial College de Londres. Ahí su línea de investigación se fue perfilando en técnicas probabilísticas, redes bayesianas y aplicación médica, áreas en las que ha sido pionero y destacado investigador.
“Me fui especializando más, sobre todo, en técnicas probabilísticas y aplicaciones para áreas médicas, de energía y robótica. Puedo decir que me gusta mucho la aplicación”.
“Cuando regresé del doctorado al Instituto de Investigaciones Eléctricas, las cosas empiezan a cambiar; en el IIE se enfocan más en proyectos de desarrollo y yo venía de un doctorado, obviamente quería hacer más investigación. Al salir de ahí llegué al ITESM y en 1995 iniciamos el programa de doctorado en computación, el primero en México”.
Como parte de los aportes que el doctor Sucar Succar ha realizado en desarrollo tecnológico destacan proyectos con aplicaciones médicas e industriales, como un endoscopio semiautomático, tecnología para diagnóstico y ayuda de operadores de plantas eléctricas, además de proyectos para predicción de viento en parques eólicos y el desarrollo de agentes inteligentes orientados a nuevos mercados de energía.
Su especialidad se fundamenta en sistemas inteligentes basados en modelos gráficos probabilistas con aplicaciones en biomedicina, robótica y visión artificial.
Entre sus trabajos, destaca Gesture Therapy (terapia de gestos), un sistema para rehabilitación de movimientos para extremidades superiores en pacientes que han sufrido embolia cerebral, traumatismos o parálisis. Este proyecto se realizó en colaboración con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) en México y lo hizo acreedor al premio Tecnos 2014 en la categoría de Biotecnología.
El reconocimiento para el área computacional
Después de permanecer varios años en el Tecnológico de Monterrey, en el campus Cuernavaca, el doctor Sucar Succar decidió cambiar de dirección y en 2006, obtiene una plaza en el INAOE. Con poco más de una década de trabajo en investigación y docencia, el doctor Enrique Sucar se dice orgulloso de pertenecer a este centro y de ser el segundo investigador del INAOE —el primero fue Guillermo Haro en 1963— en recibir el Premio Nacional de Ciencias 2016 el pasado mes de diciembre.
“Fue una agradable sorpresa, a mí me avisaron tres días antes de la premiación. Siempre es grato recibir un reconocimiento a la trayectoria y al trabajo de equipo. Actualmente la ciencia requiere del trabajo conjunto de instituciones y de colegas, por eso considero que este premio también es un reconocimiento al área de computación, que no ha sido tan reconocida y apoyada a pesar de ser un área fundamental, no solo para México sino en el mundo, y no la hemos impulsado lo suficiente”.
La robótica y los concursos nacionales e internacionales
Actualmente, el doctor Sucar Succar también impulsa la robótica y el entusiasmo por hacer ciencia en sus alumnos es una parte fundamental en su trabajo diario. Gracias a su esfuerzo y en coordinación con investigadores, técnicos y estudiantes de la Coordinación de Ciencias Computacionales del INAOE, se ha conformado el equipo Markovito, ganador dos veces consecutivas del Torneo Mexicano de Robótica, en la categoría @Home.
Sabina es el robot que ha creado Markovito en 2016; sus funciones se concentran en labores domésticas. El robot tiene ruedas que lo ayudan a desplazarse, además de un brazo mecánico para tomar algún objeto. En el INAOE se han desarrollado principalmente el software del robot que le permite desplazarse en su ambiente, reconocer personas y objetos, interactuar mediante voz y ademanes, entre otras capacidades.
“Creo que es una buena forma de incentivar la investigación en los estudiantes porque son retos difíciles, y eso los motiva en gran medida. Ahora estamos preparándonos para participar en el Torneo Nacional Mexicano a finales de marzo de 2017 con la participación aproximada de seis estudiantes, y lo que le sigue es el torneo internacional que va a ser en Japón en julio”, comenta el doctor Sucar Succar.
Las cosas deberían ser más sencillas
El doctor Enrique Sucar es padre de dos hijos universitarios, uno de ellos sigue sus pasos en el área computacional. Tiene un gusto por la pintura, el cine francés, la fotografía y la literatura científica; sin embargo, esas actividades no son su pasatiempo, el trabajo en las aulas y sobre todo la investigación, sí.
Para el doctor Enrique Sucar, las cosas en México deberían ser más simples y la gente más honesta y crítica. “Las cosas deberían ser más sencillas porque todos los controles y la burocracia nos hace ser menos eficientes, en particular en las instituciones académicas y de investigación”.