Fuente: TATIANA MONSALVE DUARTE, Especialista Marketing y Relaciones, Bogotá D.C – Colombia, [email protected]
En la actualidad se reconocen en mayor medida términos sobre ciencia, tecnología e innovación, debido al diseño de los programas de desarrollo de las naciones, tanto a nivel local como internacional, los cuales viran su atención a observar las necesidades de actores como la Academia, el Sector Empresarial, la Sociedad Civil y como ente máximo, el Estado; con el objetivo de reconocer los vacíos que existen en las economías y con ello, lograr la evolución en los entornos económico, social, técnico y ambiental que tanto proyectan como beneficios para los miembros de su ciudadanía.
Aplicación de procesos como lo es la transferencia de tecnología, que dinamiza las innovaciones provenientes de investigadores, inventores y creadores, han obtenido que las metas a alcanzar sobre el incremento de conocimiento materializado frente al impacto real, en la industria y en la sociedad, se visualicen resultados tangibles y con una mayor cobertura en sus beneficios y en las cifras para los agentes involucrados en el Ecosistema.
En las zonas geográficas de América del Norte y Europa, se cuenta con un legado de años sobre la aplicación de la transferencia tecnológica. Sin embargo, en Latinoamérica son procesos comparativamente jóvenes.
Es por ello que los procesos de transferencia y conocimiento nacen como respuesta a todas aquellas brechas que existían entre la Academia y el Sector Productivo; La desvinculación del conocimiento creado desde las Universidades – por medio de sus actores, los investigadores – y los vacíos en la obtención de soluciones científicas por parte de las empresas y sus operaciones industriales, expusieron este tema como una necesidad de innovación y de constante actualización para ser competitivos. Al entender la transferencia de tecnología como la transmisión de conocimiento, tanto intelectual como práctica entre Entidades que la generan y la aprovechan, se entiende el objetivo de lograr el desarrollo de nuevos tecnologías, servicios y/o innovación de los existentes, con viabilidad de venta y aceptación comercial.
La razón por la cual los modelos empleados por las Naciones líderes obtienen éxito en el desarrollo de proyectos, tanto desde la academia como desde el mundo productivo, radica en la correcta orientación y en el progreso de sus técnicas; observando y examinando cada uno de sus ciclos, además del interés sobre la retroalimentación de los diferentes grupos de interés a los que se encuentra dirigido. Para conocer de manera directa a la población objetivo a la cual se dirige la Innovación, de cualquier organización y/o entidad, la fase de comprobación toma un amplio espectro de importancia, ya que a partir de esta, se validan las diversas opciones de planeación por medio de la aplicación. Es en este punto del proceso donde el grupo de interés, recibe o se resiste al concepto que se propone, por el motivo que se presente; lo que debe ser tomado como información elemental para la construcción y la generación de nuevas formas de hacer las cosas, para así implementar y avanzar, gracias a los aportes obtenidos por parte de los usuarios y proveedores de ese nuevo conocimiento. Un proceso de transferencia implica conocer de manera profunda el nuevo conocimiento – tecnología, metodología, concepto- para entender su verdadera aplicación en el momento en que se quiera transferir al sector empresarial, para esto se debe incurrir en la investigación técnica y comercial y el análisis del impacto que se proyecta obtener con la implementación de ese conocimiento materializado.
Los procesos de transferencia de conocimiento se han tenido que dinamizar frente a las relaciones entre las instituciones de Educación de diferentes disciplinas, el gobierno, la sociedad civil y la industria pertenecientes al globo, construyendo puentes más allá de sus naciones, idiomas y culturas; como propulsores del cambio y manifestación de efectos de la investigación sobre los desarrollos tecnológicos; las oficinas de transferencia han logrado entender la necesidad de estructurar equipos internacionales, para seguir dignificando una labor que debe irse desligando de la inversión pública, para ir haciéndose más eficaz comercialmente y más útil socialmente. Para poder apuntar de manera directa al grupo objetivo de creadores y usuarios, minimizando los riesgos y así lograr evitar errores en el momento de la negociación de la Propiedad Intelectual creada, se contacta al mercado para conocer su percepción y validez de la creación con respecto espacio del mercado al que se dirigen los beneficios de su utilización. El mercado es quien produce la respuesta sobre la viabilidad y necesidad real del invento frente a lo que se percibe con respecto al objetivo que se persigue generar con el mismo.
Es así como cobra importancia trabajar para la eliminación de barreras comerciales y transaccionales entre las Naciones interesadas en dar mayor fluidez a la transmisión de sus activos de conocimiento, traducidos en las protecciones de propiedad intelectual de sus invenciones.
Tatiana Monsalve Duarte Bogotá D.C – Colombia [email protected]