Por Antonio Trejo
Ciudad de México. 4 de julio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- La empresa Nitax desarrolló un sistema de encriptamiento para taxímetros inteligentes —que hace imposible la alteración de tarifas— y que además incluye un sistema de videovigilancia activa, dos prestaciones que permitirían a los 140 mil taxis públicos de la Ciudad de México optimizar sus parámetros de seguridad, eficiencia y legalidad.
El sistema de encriptamiento desarrollado por Nitax —empresa mexicana fundada en 1980— emplea un softwarebasado en algoritmos de cifrado dinámico, que garantizan la seguridad de los datos generados en cada trayecto del taxi.
Con esta innovación, el taxímetro inteligente que presentó la empresa en 2016 suma ahora 12 prestaciones tecnológicas que incluyen videovigilancia vía streaming, sistema de geolocalización GPS, una aplicación para dispositivos móviles (app) —que permite la contratación remota del servicio—, conexión Bluetooth, función de teléfono, navegación, emisión de recibos fiscales y capacidad de enlace inmediato con cuerpos de seguridad pública, entre otros.
Con apoyo del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en 2012 Nitax inició el desarrollo de la plataforma tecnológica para taxis de servicio público.
“El taxímetro inteligente que comenzamos a desarrollar en 2012 con apoyo del Conacyt es parte de una plataforma integral, basada en los sistemas más avanzados de transporte público en operación en Europa, Asia y Estados Unidos, es un esfuerzo de transferencia tecnológica adaptado a la normatividad en materia de transporte de pasajeros de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi)”, explica Rogelio Arévalo, director comercial de Nitax.
Un taxímetro inteligente, robusto y serio
El dispositivo periférico que incorpora el sistema de encriptamiento de Nitax es totalmente compatible con los modelos de taxímetros actualmente en operación. Tiene la
apariencia de un teléfono inteligente: con una pantalla touch de ocho pulgadas que despliega un conjunto de íconos del menú principal, el conductor del taxi encontrará un ambiente amigable, intuitivo, lógico y muy fácil de operar, afirma Arévalo.Sin embargo, la calidad de los materiales y sus altos parámetros de resistencia física —orientados específicamente a su uso como herramienta tecnológica de trabajo en un taxi de servicio público— marcan la diferencia con una simple tableta o smartphone.
“Esta es una cualidad importantísima del equipo: cumple con la norma internacional IP67 que garantiza su operación sin fallas aun en condiciones ambientales extremas, como podría ser a 20 grados (Celsius) bajo cero o hasta 70 grados, una temperatura que fácilmente se alcanza en un vehículo cerrado en el verano”.
De acuerdo con el estándar internacional, la norma IP67 también certifica la protección total de un dispositivo electrónico con conexión wifi contra polvo, salpicaduras e inmersiones hasta de un metro bajo presión prolongada.
“Por todas estas características, este es un dispositivo ‘serio’, tanto en su software encriptado como en su hardware; es una herramienta de trabajo de uso rudo y resistente, que no admite la descarga de juegos, archivos de música o tus selfies”, advierte el directivo de Nitax.
El dispositivo periférico incluye una cámara que permite la grabación continua del interior de la cabina y del trayecto del vehículo, en un ángulo de visión de 180 grados.
De Azcapotzalco a Zacatenco
En la Ciudad México, existen 4.7 millones de vehículos automotores registrados que circulan a una velocidad promedio de apenas seis kilómetros por hora, según un reciente estudio de la Asociación de Movilidad e Ingeniería de Transporte.
“Las condiciones del tránsito de vehículos, que en determinados horarios son muy complicadas en la Ciudad de México, han definido los criterios de la tarifa que desde 1970 rige para los taxis de servicio público: por tiempo o por distancia. Si el taxi está detenido por un congestionamiento, el taxímetro cobra por tiempo, en cuanto reanuda su trayecto, automáticamente se inicia el cobro por distancia”.
Rogelio Arévalo enfatiza que el taxímetro inteligente calcula las tarifas por tiempo o distancia a partir de una medición física real obtenida de los sensores magnéticos —o del odómetro— del taxi y no de una estimación derivada de una aplicación o de la relación coyuntural oferta-demanda del servicio.
“Esta diferencia es muy significativa en nuestro taxímetro inteligente: que el costo del servicio se calcula mediante una tarifa que arroja un dispositivo físico que cumple la Norma Oficial Mexicana (NOM), de manera que el pasajero pagará la tarifa justa y legal, establecida por las autoridades, y nunca a partir de una estimación subjetiva, aproximada, que arroja un medidor virtual, y que muchas veces resulta inexacta y afecta la economía del consumidor final”.
El directivo comercial de Nitax lamenta que la tercera parte del territorio nacional aún no tiene cobertura GPS, lo que hace inoperantes o incorrectas las mediciones para determinar distancias basadas en algoritmos.
“Ni siquiera en países del primer mundo se han atrevido a eliminar el taxímetro como instrumento de medición real, en su lugar, las autoridades reguladoras del transporte han autorizado la incorporación de dispositivos periféricos que suman avances tecnológicos de vanguardia. Esta es la tendencia que ha guiado nuestros desarrollos: tecnología de última generación que cumple totalmente con la normatividad impuesta por la Semovi”.
La decisión para que todo el esfuerzo de desarrollo y transferencia tecnológica —emprendidos por Nitax en los últimos cinco años— beneficie a los conductores y pasajeros de taxis recae en las autoridades reguladoras del transporte público, para el caso de la CDMX es la Secretaría de Movilidad, explica Arévalo.
“Nuestro equipo está homologado con el taxímetro inteligente y tenemos el deseo de que las autoridades agreguen a la normatividad prestaciones tecnológicas de vanguardia, como la videovigilancia, que darían seguridad al taxista y a cada pasajero”.