FUENTE: AGENCIA ID
Implementaría un método ideado en la U de G que mantienen en 90 por ciento las propiedades nutrimentales del líquido humano y permite su almacenamiento por seis meses
Si bien los bebés recién nacidos que reciben leche materna fortalecen su sistema inmune y son protegidos ante posibles infecciones y alergias, también corren menor riesgo de padecer asma, diabetes y obesidad, en tanto que su coeficiente intelectual puede incrementarse. Sin embargo, no todos los neonatos pueden ser amantados debido a problemas en su organismo o por ser prematuros, o bien por la impropia salud de la madre.
Ante esta disyuntiva varios países han instituido desde hace más de 10 años bancos de leche humana, donde el líquido es sometido a un proceso de pasteurización, posteriormente es congelado para su almacenamiento y luego descongelado para alimentar a los bebés. Durante estos procesos se ve afectada considerablemente la calidad de la leche materna, ya que se reduce la capacidad nutrimental de algunos de sus componentes.
A fin de ofrecer leche materna con mayor calidad, un grupo de investigadores de la Universidad de Guadalajara (U de G) ideó un proceso de secado por aspersión que ofrece un producto en polvo que pierde sólo el 10 por ciento de su calidad nutrimental y puede ser almacenado por seis meses.
Quien encabeza el proyecto científico es la doctora Blanca Rosa Aguilar Uscanga, del departamento de Farmacobiología del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), de la U de G, y quien refiere que en México no se ha contemplado establecer un banco de leche humana en polvo, y los señalados como próximos a inaugurar consideran el proceso de pasteurización para conservación y almacenamiento del líquido.
“Nosotros estudiamos la pasteurización en la leche humana, proceso que de no llevarse a cabo adecuadamente puede implicar riesgos a la salud o bien baja la calidad nutrimental; otras alternativas permiten el secado de leche humana pero el alimento es combinado con otros aditivos nutrimentales o complementos, como proteínas vegetales, polisacáridos y probióticos. En nuestro desarrollo, el líquido no se combina con ningún complemento y a nivel mundial no encontramos algo parecido”, declara la integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I.
Como parte del estudio científico el Hospital Civil de Guadalajara participó en la colecta de la leche sobrante de madres donadoras, la cual fue sometida a un proceso de deshidratación por aspersión a altas temperaturas, es decir, el líquido, en forma de gota al momento de hacer contacto con la temperatura, se gasifica o evapora en fracciones de segundo, con lo que se obtiene leche humana en polvo que conserva casi en su totalidad la calidad de sus nutrientes.
Es así que compuestos presentes en la leche materna, como las inmunoglobulinas, la lactoferrina (componente natural antimicrobiano y que protege contra diarrea), algunas grasas, pueden reducir su potencial apenas en un 10 por ciento.
A decir de la doctora Aguilar Uscanga, de un litro de leche humana se obtienen aproximadamente de 80 a 90 gramos de polvo, el cual diluido en un litro de agua estéril permite cinco biberones de 20 a 30 mililitros al día, la dosis indicada para los neonatos.
Asimismo, explica que es difícil obtener una homogeneización de la calidad nutrimental de la leche materna en polvo, de manera que siempre se encuentre en el producto la misma cantidad de proteínas, lípidos y otros compuestos, porque depende mucho de la alimentación de las mamás, su condición de salud e, incluso, hay factores como la raza que determinan ciertas variantes. Es por ello que la leche de las donantes es sometida a un proceso de análisis bromatológico y microbiológico antes y después de ser procesada.
La leche humana en polvo obtenida por secado en el CUCEI de la U de G es empacada en bolsas dosificadoras de tres a cinco gramos y su duración en condiciones ambientales regulares puede llegar a los seis meses de almacenamiento sin tener cambios en su calidad en general. Este hecho puede facilitar que la leche humana empacada de esta manera se haga llegar a algunas comunidades alejadas de las grandes ciudades en nuestro país.
El proceso se encuentra en vía de patente y cabe hacer hincapié en que el producto en polvo superó exitosamente pruebas microbiológicas a las que fue sometido en el Institut sur la Nutrition et les Aliments Fonctionnels, en Canadá, en Quebec.
“No consideramos la obtención de leche materna en polvo por un proceso industrial, sino que el sistema se instale en hospitales que lo requieran y con la colaboración de madres de la misma entidad que tengan interés en ser donadoras. En la misma institución se hará el análisis microbiológico del líquido, posteriormente el secado y el empaquetado en sobrecitos listos para usarse”, indica la especialista.
El equipo puede costar un millón de pesos y requiere de la capacitación de un especialista. Se trata de resolver problemas internos en los hospitales, que los bebés dispongan de leche humana de manera sencilla. Entonces, en vez de tener un banco de leche como los que ya existen que pasteurizan y congelan la leche para almacenarla, es mejor tener un equipo de secado por aspersión, el cual es más práctico para la conservación de la leche humana y de instalarse en México sería el primer banco de leche humana en polvo, en el mundo que funcione bajo este proceso.
“Este proyecto no es para que las madres dejen de dar pecho, este producto no es para bebés sanos, con madres capaces de amantar, es para recién nacidos con problemas de lactancia y prematuros, o que sus madres por alguna razón no pueden amamantarlos”.
A fin de dar a conocer la viabilidad de la instalación de un banco de leche humana en polvo, la doctora Aguilar Uscanga presentó su proyecto en el foro Innovation Match 2016, llevado a cabo en Guadalajara en abril de 2016, y que fue organizado por el Centro Kappa de Conocimiento S. C.
El foro, que logró vincular con empresas e instituciones para impulsar negocios,
Sobre su experiencia al respecto, la investigadora de la U de G puntualizó que el evento conjuntó una enorme variedad de ideas provenientes de diversos sitios, es decir, más de 600 proyectos de investigaciones de mexicanos radicados en 34 países.
“IMMX nos dio la apertura de que debemos salir de los mismos nichos de investigación, y que lo que estamos haciendo debemos innovarlo y transferirlo, a fin de que llegue a más gente. El intercambio de experiencia fue muy importante y enriquecedor”, concluyó. (Agencia ID)