AUTOR: Tomás Dávalos
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Aguascalientes, Aguascalientes. (Agencia Informativa Conacyt).- Los futuros ingenieros y matemáticos del país se están forjando desde edades tempranas. Cecilia Hernández Ramos, responsable del programa de Aptitudes Sobresalientes y Talentos Específicos (Aptes), informó que el Taller de Tecnología y Robótica es un programa de enriquecimiento extracurricular en el cual los estudiantes, además de construir robots, también los diseñan y programan para resolver diversos retos en el aula.
“Son alumnos que se integraron al programa desde hace ya varios años, los más recientes son los de primero de primaria. Este programa fortalece las habilidades y capacidades sobresalientes detectadas en los alumnos de educación básica. El objetivo es fomentar entre los niños y jóvenes el gusto e interés en el área de robótica, además, la construcción de estos robots permite a los escolares fortalecer las habilidades y capacidades, aplicando sus conocimientos matemáticos para la parte mecánica y el ensamblado”.
El Taller de Tecnología y Robótica está conformado por 280 alumnos, de los cuales más de un centenar participaron en la IV Competencia Estatal de Robótica Educativa de Educación Básica Final Battle IV, en la cual tuvieron que resolver un reto utilizando herramientas, piezas y sensores, pero también aplicando sus conocimientos matemáticos.
Pablo, Alexia y Alejandro son tres de los estudiantes que resultaron triunfadores en dicha competencia y en la actualidad se están preparando para participar a mediados del presente año en la fase regional, en la cual intentarán demostrar su talento para las matemáticas.
Atracción por la nanotecnología
Pablo Zuriel Rodríguez Vázquez es un niño que cursa el sexto año de primaria en la escuela Alberto Fuentes Dávila, dentro de su actual formación se considera como un entusiasta de la programación, pero en un futuro le gustaría estudiar una carrera enfocada en la nanotecnología, en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt narra su experiencia con la robótica.
“Cuando detectaron en mi escuela que era Aptes, me hablaron de este programa (el taller de Tecnología y Robótica) y me dijeron que lo podía intentar, a ver si me gustaba. Entonces en tercer año (de primaria) entré a robótica y me empezó a llamar mucho la atención, en ese entonces lo que más me gustaba era la construcción, aunque poco a poco me fue gustando más la programación, porque era sobre lógica”.
Comentó que cuando ingresó al programa le gustaba más la robótica, pues tenía la oportunidad de construir carros y robots con piezas de lego y motores, pero sus gustos fueron evolucionando gracias a los conocimientos que fue adquiriendo en el taller, así fue como empezó a cambiar su manera de pensar y comenzó a interesarse más en la programación, pues implica realizar una serie de ajustes y lecturas que inciden de manera directa en el funcionamiento del robot.
“Lo que he hecho en programación, o he tratado de hacer, son robots que analicen colores, que detecten distancias, que sigan líneas sin que tengan que ir ajustando poco a poco (su trayectoria), sino que la sigan de manera recta, entre otras cosas. Utilizo un programa que se llama EB3, el cual al inicio se me hacía difícil de manejar porque era algo con lo que no había tenido contacto nunca, pero poco a poco he sentido que tiene menos dificultad a causa de la experiencia que yo he ganado”.
A pesar de su corta edad, Pablo ya ha acumulado cierta experiencia en concursos de robótica, pues el presente año estará participando en su quinta competencia; en 2014 acudió a un regional que se desarrolló en Querétaro y al nacional en la Ciudad de México, mientras que en 2015 fue a un regional celebrado en Querétaro y al nacional que se llevó a cabo en la ciudad de Guadalajara.
Pasión por la robótica
Alexia Joselyn Barrios Jiménez cursa el primer grado en la Secundaria Técnica No. 1, el Taller de Tecnología y Robótica ha representado para ella una oportunidad para aprender sobre ambas ramas, pero también le ha permitido fortalecer sus valores personales. Lejos de encasillarse en estereotipos femeninos, a esta adolescente le ha atraído el mundo de las ciencias.
“Cuando detectaron que tenía Aptes, me llamó mucho la atención la robótica y decidí entrar al taller, y ya después que entré me comenzó a gustar mucho, especialmente la programación, pues hay varias cosas que me permite hacer, como por ejemplo, que el robot detecte colores y objetos por medio de sensores”.
Alexia ha acudido con anterioridad a competencias de robótica en Guadalajara, el año pasado su equipo obtuvo el sexto lugar en la fase nacional en el reto denominado World Robotic Olympiad (WRO), el cual consiste en que un robot equipado con una caja de pelotas ping pong debe detectar distintos cubos, los cuales tienen un valor específico, dependiendo de su color, el robot debe sumar valores y arrojar las pelotas a los baldes correspondientes para obtener la cifra requerida.
Compartir su experiencia
Manuel Alejandro López Ibarra estudia el tercer año en la Secundaria General No. 3, desde que cursaba la primaria le detectaron que tenía habilidades especiales en lógica-matemática, motivo por el cual le recomendaron a él y su familia que se inscribiera en el curso de Aptes en robótica.
“Al principio fue algo muy nuevo para mí, porque se me daban las matemáticas pero jamás había conocido el tema de la robótica, entonces me comencé a interesar porque empezábamos con retos sencillos, pero a su vez iba aumentando el grado de dificultad, y fue así como me fui interesando sobre cómo funcionan las cosas, cuál es el proceso que se lleva para elaborar un producto”.
Sostuvo que le apasionan varias áreas de la robótica: la construcción, porque requiere de mucha creatividad, y la programación, porque involucra la lógica-matemática, que es el área que más disfruta, pues conlleva analizar diversas variables para determinar un posible resultado, con lo cual se consigue que el funcionamiento del robot sea constante.
“La robótica es algo poco común para quienes estudiamos la secundaria, pero ya conforme vas agarrando experiencia y ves el sistema que se maneja en la robótica, pues sí te termina gustando. A mis compañeros les platico (sobre el Taller de Tecnología y Robótica) y es algo nuevo para ellos, ‘se sacan de onda’ porque la robótica la ven como algo muy lejano, pero ya cuando les voy platicando van entendiendo este proceso”.
Finalmente, Alejandro consideró que podría haber mayor empatía de los jóvenes con la robótica, ya que casi todos los artículos que nos rodean involucran un proceso tecnológico en su manufactura, interés que lo comprueba en su círculo familiar, pues a sus parientes les ha gustado el hecho de que se haya inscrito al taller, pues les platica lo que aprende, lo cual a su vez hace que ellos también se interesen en la ciencia.