Que estas historias sean el motor para generar ideas para la construcción y selección de marcas que de acuerdo a información pública están aparentemente disponible.
Revista mipatente está a favor de fomentar la innovación y premiar a los emprendedores por su originalidad en todo momento.
La siguiente lista de marcas que están disponibles ilustra la importancia de contar con un registro vigente y un asesor especializado permanente, pero también para reflexionar sobre la oportunidad que existe de aplicar la máxima que reza: “La propiedad industrial es de quien la registra”.
Es importante mencionar que la información proporcionada tampoco da certeza ni constituye asesoría favorable sobre la factibilidad de registrar y la posibilidad de libre uso de los nombres; sugerimos a nuestros lectores que se acerquen a un especialista acreditado en la materia. Esta es una sección para generar ideas y realizar una crítica constructiva, que esté disponible para cualquier persona interesada.
1.- Empecemos con la reconocida y recordable marca “Ensueño”, para juguetes infantiles que en los años 80 tuviera un gran auge. Este es un buen ejemplo de aquellas marcas que por diferentes causas dejaron el mercado, desaparecieron sus productos, pero dejaron su presencia en una audiencia que si bien no serán usuarios de sus productos, sí podrían identificar la calidad de los mismos. Hoy en día esta marca está caduca, según los registros del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
¿A qué se debe esto? En muchas ocasiones las empresas deciden sustituir sus marcas y remplazarlas por otras que vayan de acuerdo a la moda. Buscar ir a la vanguardia, y por eso abandonan la protección de sus “antiguas” marcas. Sin embargo, no hay que perder de vista que ese abandono o decisión de no continuar con tal o cual marca representa -como en el presente caso- un valor económico no cuantificado, que con un correcto enfoque, podría implicar la apropiación de una inversión que se dejó libre.
2- Otro ejemplo es el de “Banco del Atlántico”, marca que estuvo registrada y no se renovó, al igual que su slogan: “Un océano de oportunidades”, campaña publicitaria que promocionó servicios financieros y que seguramente por el cambio de razón social o la fusión de diferentes instituciones de crédito, dejó de ser atractiva o importante para sus dueños. Sugerimos a los empresarios que antes de renunciar gratuitamente a estos derechos y propiedades consideren cuando menos la opción de ofrecerlos en venta.
3- Un segundo nicho de riesgo, o bien de oportunidades -según sea visto-, es aquel correspondiente al conocimiento popular de nombres o frases que por efectos sociales o publicitarios se han dado a conocer ampliamente, pero que no corresponden a un producto o servicio en particular. Podrían, en cambio, constituir marcas, y gracias a su buen reconocimiento serían valiosas y fácilmente identificables.
Un claro ejemplo es el de la cerveza Duff, marca extraída de la popular serie de dibujos animados “Los Simpson”: no se trata de un producto real, es decir no existía hasta ese momento una cerveza en el comercio con dicho nombre, hasta que Álvaro Aguilar Rodríguez, originario de Guadalajara, Jalisco, obtuvo su registro bajo el titulo 987704, adquiriendo con ello una campaña publicitaria y posicionamiento de marca que hubiera costado millones de dólares. Además de Aguilar Rodríguez, hay al menos otras tres personas y compañías que pelean en México el registro de la misma marca, entre éstos la propia Twentieth Century Fox, corporación que posee los derechos sobre
los dibujos animados.
4.- Así como ocurrió con la cerveza Duff, podría suceder con el nombre de la agrupación de seguidores de equipos de futbol: las famosas porras, que gracias a la televisión adquieren reconocimiento y popularidad, pero que nuevamente por descuido o falta de visión no existe protección de dichos nombres. Un ejemplo es el de “La perra brava”, nombre que podría usarse para comercializar ciertos productos, como playeras.
En este mismo rubro están “Los esmeraldas”, “Azul grana”, “Los cementeros” y hasta la “Chiquitibum”; estos son nombres que en un inicio se relacionaron a las actividades deportivas o con sus seguidores, pero que con el paso del tiempo podrían ser utilizados para identificar algún tipo de productos. Actualmente ninguna de estas barras cuenta con registro o protección que impida que un tercero lucre con los nombres.
5.- No todo surge de una campaña publicitaria, sino que, como dijimos al inicio, el efecto social y cultural del momento, o incluso un fenómeno natural, puede generar marcas de gran prestigio o reconocimiento, como sucedió con el “Eclipse”.
¿Cuántas marcas con esta denominación se registraron incluso por grandes corporaciones o compañías? Desde línea de automóviles “Eclipse” hasta restaurantes, y así hay otras como las de “Milenio” en aras del aniversario del año 2000, o ¿qué decir del “Bicentenario” que por ejemplo desde el año 2005 fue registrado para servicios financieros por Arturo Bustamante Soberano? mipatente invita a que reflexione sobre la importancia de contar con un asesor capacitado en temas de protección, vigilancia y administración de marcas, o bien que estas historias sean el motor para generar ideas para la construcción y selección de marcas que de acuerdo a información pública están aparentemente disponibles… ¡Popocatépetl!
¿Qué tal como marca para ropa y calzado, o agua embotellada?