Por Dalia Patiño González
Tonantzintla, Puebla. (Agencia Informativa Conacyt).- El 13 de mayo, don José, un hombre de 67 años, se desvaneció mientras estaba en su casa ubicada en la localidad de Mazatepec, en la Sierra Norte del estado de Puebla. Sus familiares lo trasladaron al hospital de Teziutlán y al tercer día su hijo lo llevó al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNN) en la Ciudad de México, donde fue valorado con diagnóstico de infarto cerebral.
A causa del accidente cardiovascular, don José perdió movilidad y coordinación en una extremidad inferior y en un brazo. A los 12 días del percance, los doctores le indicaron que tenía que tomar terapias para recuperar la movilidad y fortalecer sus músculos. Don José, al igual que otros pacientes del INNN, utiliza Gesture Therapy (terapia de ademanes), un sistema que ayuda a la rehabilitación de extremidades superiores a través de juegos por computadora, desarrollado por el doctor Luis Enrique Sucar Succar y su equipo en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
“Los juegos que más me gustan son el de cocinar las hamburguesas y el de fumigar las abejas”, declara don José a la Agencia Informativa Conacyt, asegura que la terapia con Gesture Therapy le resulta divertida, además de que, considera, ha tenido mejoría en los movimientos de su extremidad superior afectada, después de 20 sesiones de uso del sistema.
Gesture Therapy representa un ejemplo de transferencia tecnológica lograda gracias a la colaboración de investigadores del INAOE, médicos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y colaboradores de la Universidad de California en Irvine. El sistema combina técnicas de visión por computadora y realidad virtual que sirven para complementar la rehabilitación de extremidades superiores en pacientes como don José.
Este sistema fue presentado recientemente en un foro que organiza la fundación de la Academia Francesa de Medicina. El objetivo fue mostrar investigaciones o proyectos que se hacen en países menos desarrollados, pero que pueden tener un impacto mundial en la salud. Al respecto, el doctor Enrique Sucar señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que Gesture Therapy fue uno de los 20 proyectos de diferentes partes del mundo que se exhibieron y el único de México, en un evento con sede en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en París.
Cómo funciona
Enrique Sucar explicó que el sistema se puede aplicar como terapia para tratar diversos padecimientos que restan movilidad en las extremidades superiores. Con 10 años de trabajo, el sistema está basado en el uso de elementos económicos como una computadora personal, una cámara y una manija o gripper que permite al paciente realizar la terapia a través de juegos por computadora que emulan situaciones cotidianas como cocinar un alimento, cambiar una llanta o ahuyentar un insecto, entre otras, y que son recreadas en el juego e implican para el paciente un desafío para ejercitar movimientos y cumplir los retos que impone el juego.
“Se necesita una computadora personal, además el sistema incluye una manija que ayuda a hacer el seguimiento del movimiento del brazo y de la mano, y un sensor de presión que permite hacer ejercicios de apretar y soltar, que son importantes para la rehabilitación. Lo demás es básicamente software”.
El sistema, añadió el doctor Enrique Sucar, incorpora la administración de datos para que el médico programe las terapias y guarde toda la información que se vaya generando del paciente para un análisis posterior.
Gesture Therapy está enfocado en ejercitar los movimientos de las manos y de los brazos, incluyendo diferentes tipos de movimientos como de abducción, de prensión, de rotación, etcétera; cada juego está diseñado para ejercitar diferentes tipos de movimientos.
Pruebas clínicas
El doctor Enrique Sucar, Premio Nacional de Ciencias 2016, aseguró que las pruebas clínicas iniciaron desde hace varios años con pacientes con enfermedad vascular cerebral y parálisis cerebral que presentan algún grado de movimiento en sus extremidades superiores.
“Este sistema no es para 100 por ciento de las personas con accidentes cardiovasculares. Es decir, hay pacientes demasiado afectados que ni siquiera pueden mover el brazo, ellos no podrían usarlo porque deben tener un movimiento mínimo para que puedan jugar. Hemos realizado pruebas clínicas en diversas instituciones, con al menos 100 pacientes, en su mayoría por embolia cerebral y un porcentaje menor de parálisis cerebral”.
La doctora Lorena Palafox, especialista en terapia de rehabilitación neurológica y miembro del equipo del INNN que colabora con el doctor Enrique Sucar, señaló en entrevista que la aportación que ha desarrollado en este sistema consiste en determinar, en coordinación con los diseñadores del videojuego, qué movimientos son idóneos, así como la intensidad con que se ejecutan.
“Los programadores a mí me presentan la idea del juego, así decidimos si es apto para el paciente o no y qué movimiento necesitamos específicamente en ese juego, así como los grados de intensidad. Hemos trabajado tanto con pacientes agudos como con pacientes crónicos, y hemos notado una mejoría, ya que los movimientos son adecuados y también observamos que se ajustan a la terapia mucho mejor, porque se divierten y tienen un reto continuo en los juegos”.
Terapia que complementa y divierte
El jefe del Departamento de Rehabilitación del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, doctor Jorge Hernández Franco, quien también colabora con este proyecto, indicó que gracias a la capacidad que tienen para reclutar pacientes con enfermedades vasculares cerebrales hay una gran participación en el programa de Gesture Therapy.
“Lo estamos trabajando en pacientes crónicos y actualmente hacemos una investigación en pacientes agudos. La información es para conocer qué hace la realidad virtual a nivel del proceso de reorganización neuronal que tiene lugar después de la lesión vascular cerebral. El propósito es saber el tipo de intensidad del aparato, cuánto debe durar, el uso y qué pacientes son los más idóneos para este sistema, en eso participo”.
Jorge Hernández aclaró que Gesture Therapy no busca sustituir la terapia convencional de movimiento por parte de un terapeuta ocupacional o físico, sino que funciona como un instrumento que complementa las terapias a través de tres elementos: la frecuencia en la repetición de los movimientos, el apego al tratamiento y brindar una estrategia creativa y lúdica para que el paciente tenga más gusto por hacer la terapia y eso le permita ser más constante.
El especialista reconoció que el programa sigue en constante evaluación y mejoramiento en cuanto al uso de realidad virtual en grupos mayores, ya que cuesta trabajo unificar a un tipo de paciente. Sin embargo, señaló que la mejoría reportada después de usar Gesture Therapy fue de aproximadamente 85 por ciento en las personas que lo probaron. Resaltó que los resultados fueron satisfactorios principalmente por la motivación y por el apego a la terapia con este sistema.
“Nosotros pensábamos que dependiendo de los antecedentes culturales del paciente y la edad existiría una mayor aceptación por parte de los jóvenes, pero nos llevamos una sorpresa porque en pacientes de 60 y 70 años hay un apego interesante a los juegos. Aquí el tema no es la edad o la tecnología, sino que el paciente tiende a trabajar de una manera motivada”.
El doctor Enrique Sucar mencionó que Gesture Therapy representa un sistema económico que utiliza la tecnología de la realidad virtual no solo para apoyar en la rehabilitación de los pacientes, sino también para registrar su progreso y adaptar el sistema a las necesidades del usuario.
Gesture Therapy ha recibido apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en distintas etapas de su desarrollo, del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), así como recursos del propio INAOE. Recientemente se ha fundado una empresa, Aldwa Technologies, con el fin de llevar este desarrollo a la sociedad, buscando ayudar a las personas que han sufrido enfermedades o accidentes que afectan el movimiento de las extremidades superiores.