Por: Lic. Ramiro Josué Quintana Salcedo
Cuando escuchamos el término “patente” o “invención” normalmente nos llega a la mente la idea de algún aparato complejo y muy elaborado que sea resultado de largas e intensas investigaciones y experimentos; sin embargo existen a través de la historia objetos tan simples, tan sencillos que han sido objeto de protección mediante patentes y que, aunque pequeños, han tenido un tremendo impacto en nuestras vidas, facilitando nuestras actividades cotidianas logrando así encontrarse vigentes a pesar del paso del tiempo.
Un ejemplo de esto es precisamente el “CLIP”, que consiste en un trozo de alambre que forma dos paralelas unidas con puntas ovaladas con diferentes pliegues según su diseño, cuya finalidad es la de ejercer presión sobre material de papel para mantenerlos unidos sin llegar a dañarlos.
De acuerdo con los historiadores, los bizantinos fueron los primeros en utilizar un objeto semejante al CLIP el cual era fabricado de bronce y por lo mismo, su costo resultaba bastante elevado, sólo era utilizado para unir documentos imperiales.
El primer clip para papeles de que se tenga registro fue patentado por Samuel B. Fay en 1867, este clip fue originalmente elaborado para perforar boletos de fábrica. Tiempo después se reconoció que éste instrumento también podía adjuntar papeles.
A quien se le reconoce como el padre del clip moderno fue el noruego Johan Vaaler; sin embargo, por increíble que parezca, su diseño fue considerado como una pésima idea, y no recibió mucho apoyo para aterrizar su proyecto, a esto se le suma el hecho de que en aquel tiempo no existía regulación legal respecto de patentes en Noruega, por lo que su trámite de registro lo llevó a cabo en la oficina de patentes de Alemania en el año de 1899.
EL CLIP HOY EN DÍA
Con el pasar de los años, el Clip ha venido evolucionando en cuanto a su diseño se refiere aunque su función y la naturaleza de su origen sigue siendo la misma; sin embargo, hoy en día las grapas son más utilizadas por la generalidad de las personas pues realizan la misma función que estos y brindan una mayor seguridad en el documento sujetado y por consecuencia al usuario.
CURIOSIDADES
El clip más grande conocido tiene una longitud de 6 metros y pesa casi una tonelada. Se fabricó en 1998 en Amherst, Canadá; una empresa de inversiones lo compró en 2001 y lo expone en Massachusetts, Florida.
Un estudio de 1990 reveló que de cada 100.000 clips, sólo 5 se usan para papel, 15000 se pierden, 14000 se destruyen mientras se habla por teléfono, 8000 limpian tuberías y uñas, 5000 se usan como palillos para los dientes, entre otras actividades muy diferentes a su principal propósito.
Lo último en porta clips es un “lavabo” que te permite localizar fácilmente los clips que necesitas.
El lavabo tiene la capacidad para 25 clips de alambre de color azul que hacen alusión a gotas de agua. Se puede crear goteras colocando un clip en la boca del grifo, ya que es magnético y atrae todo tipo de objetos imantados. Su precio oscila entre los 9, 85 euros