FUENTE: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES, www.anuies.mx
El próximo 21 de agosto de 2017 ocurrirá un eclipse total de Sol visible en América del Norte, señaló en entrevista Miguel Ángel Norzagaray Cosío, catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California Sur. La sombra de la Luna recorrerá de costa a costa los Estados Unidos y en México se verá la parcialidad, es decir, el Sol oculto en una porción que depende del sitio del observador.
Este fenómeno, según el docente universitario, ocurre cuando un astro se interpone entre otro y el Sol. Si la Tierra se pone en medio de la Luna y el Sol, entonces la Luna entrará al cono de sombra de la Tierra y ello dará origen a un eclipse Lunar. Si es la Luna la que se pone entre la Tierra y el Sol, el cono de sombra de la Luna será el que toque a la Tierra y se tiene un eclipse solar.
En el caso del eclipse que ocurrirá en agosto, para La Paz, la entrada del disco lunar al Sol ocurrirá poco antes de las 10:30; el momento culminante será a las 11:41, y dejará el disco solar a las 13:00 horas. Esto significa que el suceso podrá apreciarse por espacio de dos horas y media.
Al ocurrir durante el transcurso de toda la mañana, Miguel Norzagaray indicó que será una valiosa oportunidad para que los docentes del turno matutino aprovechen el eclipse como un recurso didáctico, siempre y cuando se tenga cuidado y se tomen las precauciones necesarias.
Lo primero que hay que pensar, es en la manera adecuada de observarlo. Ya sea por mera curiosidad, para disfrutar de este fenómeno natural o porque se hará una observación formal para registrar información y obtener algún resultado, lo más importante es cuidar nuestros ojos, dijo.
“Normalmente no vemos el Sol. Cuando por accidente dirigimos nuestra vista a mitad del día y coincidimos con su brillo, como reflejo volteamos la vista porque es una sensación desagradable. Cuando es posible verlo es típicamente en las puestas de Sol, cuando la atmósfera lo torna rojizo. Aún en ese corto momento, el astro más grande del sistema solar es capaz de dañar nuestra vista, pues la atmósfera no detiene toda su radiación dañina”.
Cuando hay un eclipse, con mayor razón la gente tiene curiosidad de verlo, pero no se puede hacer de manera directa. Tampoco con métodos improvisados como poner juntos varios lentes de Sol, o a través de radiografías o lentes de soldar. Ver el Sol de esta manera, aseguró el profesor de la UABCS, es arriesgar la vista, pues una vez que la radiación solar quema la retina, no hay manera de revertir el daño.
Sin embargo, señaló que existen varios métodos seguros para ver un eclipse. Lo más fácil es notar qué está ocurriendo mediante las sombras de los árboles. Cada rayo de Sol que pega en el suelo forma una lunita que revela el progreso del paso de la Luna frente al Sol.
A partir de este fenómeno es fácil tomar un pedazo de cartulina o madera y hacerle orificios pequeños para poder observar el progreso del eclipse. Se pueden sacar fotos o hacer dibujos de las lunitas cada 15 minutos y medir qué tan rápido pasa la Luna por el disco solar. Esta es una práctica sencilla y una de varias que es posible realizar.
Si se tiene un telescopio, nunca debe verse el Sol directamente, pero puede usarse la salida de la luz para proyectarla en una superficie lisa que no refleje y se obtendrá una imagen del Sol más detallada. Con suerte hasta manchas solares podrán encontrarse.
Otra opción es a través de filtros especiales o con un visor solar de mano, aunque es muy importante que sean certificados por la ISO 12312-2, y no hechos en casa o lentes de sol ordinarios, aunque sean muy oscuros.