Queda claro que la medicina del futuro se hablara de nanotecnología , diminutos robots que se implantaran en el cuerpo para corregir algún tipo de padecimiento como las células cancerosa o algún otra enfermedad crónica.
En la actualidad, el problema de los implantes tecnológicos como los marcapasos tiene un talon de alquiles: la batería, que debe ser recargada en determinado tiempo y solo es posible recargarla mediante un procedimiento quirúrgico, siendo esto un proceso que se debe de realizar cada ves que la carga se ha agotado.
Al parecer esto este problema esta por solucionarse gracias a los ingenieros de la Universidad de Stanford que han desarrollado lo que creen que puede ser la innovación a los sistemas de implantes que sirven para atender enfermedades de distinta índole como problemas del corazón, dolor crónico, enfermedades neurológica, pues un gran avance en la tecnología inalámbrica podría permitir una nueva ola de herramientas de seguimiento de la salud que se pueden incrustar dentro de nuestros cuerpos – en nuestros hígados, corazones y aún en nuestros cerebros.
Una nueva técnica de carga inalámbrica conocida como “transferencia inalámbrica de mitad de campo” puede entregar energía a los dispositivos electrónicos pequeños, como sensores, marcapasos y estimuladores nerviosos incrustados profundamente dentro del cuerpo. Ellos se pueden cargar usando un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito colocado fuera del cuerpo sin necesidad de una intervención.
El laboratorio de Poon ha resuelto una pieza importante del rompecabezas para la alimentación de forma segura microdispositivos implantables, allanando el camino para la innovación en este campo”, dijo William Newsome, director del Instituto de Neurociencias de Stanford.