Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. (Agencia Informativa Conacyt).- Desde temprana edad, Eduardo Bernales Soto ha anhelado construir naves que surquen el espacio exterior, es su gran sueño.
De niño —en su habitación revestida de carteles de galaxias, estrellas y naves espaciales—, desarrolló un interés por múltiples disciplinas de la ciencia: matemáticas, física y química, entre otras. Llegó a adentrarse en el estudio, incluso apartándose de los juegos convencionales.
La vocación mostrada a lo largo de su infancia y juventud, lo llevó a cursar la licenciatura en ingeniería en nanotecnología de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
“Desde un principio, dije: ‘Este es mi fuerte, porque se manejan muchas ramas de la materia, es lo que me gusta y estoy seguro que puedo aportar bastante a su desarrollo’. La nanotecnología abarca múltiples materias: matemáticas, física, química, medicina, etcétera”, rememoró Eduardo Bernales.
Esta fue una empresa difícil, porque tuvo que apartarse de su familia y sobreponerse a adversidades, principalmente de carácter económico.
“Soy afortunado, porque mi familia siempre me ha dado su apoyo y es mi más fuerte motivación. Sin embargo, la adversidad, frente a lo económico, es muy difícil de sobrellevar. Vengo de una familia de escasos recursos y cuando empezamos a buscar apoyos, en muchos lugares nos cerraron las puertas y, por supuesto, en otros no”, afirmó.
En su trayectoria académica, en el grado de licenciatura, se consolidó como un estudiante sobresaliente a nivel nacional, con participaciones en múltiples programas de intercambio estudiantil en instituciones nacionales e internacionales.
Los logros obtenidos en el grado le permitieron acceder a un examen de ingreso al Programa de Maestría en Nanotecnología, con enfoque aeroespacial del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), obteniendo una beca de exención de pago de colegiatura del cien por ciento, para estudiantes mexicanos sobresalientes y, de igual forma, gestionar una beca de manutención del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), con lo que garantiza no interrumpir sus estudios por motivos económicos.
Persiste desconocimiento de la nanotecnología y sus aplicaciones
Eduardo Bernales regresó a la ciudad de La Paz, un año antes de ingresar al posgrado, con el objetivo de aplicar los conocimientos adquiridos en el grado del que recién había egresado; no obstante, se enfrentó con un desconocimiento de la nanotecnología y sus múltiples aplicaciones, en centros educativos y de investigación, así como en diversas instituciones públicas y privadas, situación que lo impulsó a seguir sus estudios.
“Esa etapa fue muy frustrante porque en La Paz se desconoce lo que es la nanotecnología y todavía no están aplicando esas tecnologías”, mencionó.
La nanotecnología, entre sus múltiples aplicaciones, permite a los especialistas cambiar la estructura atómica y molecular del plástico que en su forma común es dieléctrico, atribuyéndole propiedades de conductividad eléctrica. De esta manera, pueden prescindir de otros elementos con alta conductividad eléctrica, como el cobre y aluminio, reduciendo el costo de producción de cableado utilizado en alumbrado público y evitando el robo del mismo.
“La nanotecnología es el estudio de la materia a nivel atómico. Nos permite cambiar las propiedades de la misma para el beneficio propio. En aeronáutica, la nanotecnología puede tener múltiples aplicaciones, desde la mejora a nivel molecular de los componentes de los recubrimientos de los aviones, de las turbinas, dentro de los mismos, de los sillones, cintos, etcétera; también mejora de los componentes de los satélites, trajes espaciales, etcétera”, continuó Eduardo Bernales.
En la actualidad, está trabajando nanotecnología con enfoque aeroespacial, en conjunto con una empresa del ramo, en el posgrado. Sin embargo, debido a un contrato de confidencialidad no puede adelantar detalles.
Red sudcaliforniana de estudiantes de posgrado
Con esta trayectoria, Eduardo Bernales Soto y el Consejo Sudcaliforniano de Ciencia y Tecnología (Coscyt) promueven la conformación de una asociación de estudiantes de Baja California Sur que estén realizando sus estudios de posgrado en el Tec de Monterrey y otras instituciones de nivel superior, fuera del estado, a nivel nacional e internacional.
“En el Tecnológico de Monterrey existe una gran competencia entre alumnos de México que son muy inteligentes y que están tratando de aportar algo al desarrollo del país. Es algo que tal vez no lo dimensionamos. Sin embargo, cuando llegué al Tec de Monterrey, traté de encontrar estudiantes de BCS, ahí hay asociaciones de los estados, pero no hay del estado de BCS. Queremos crear una asociación de estudiantes de Baja California Sur en el Tec de Monterrey, que podamos escalar a nivel nacional e internacional, porque creemos que esta es una forma de compartir experiencias, conocimiento y trabajo en equipos multidisciplinarios”, mencionó Eduardo Bernales Soto.
La iniciativa surge de la necesidad de compartir experiencias, conocimiento y trabajo en equipo; asimismo, con una base de datos, apoyar a los sudcalifornianos que se encuentren preparándose académicamente fuera del estado.
“Pretendemos contribuir en la consolidación de la red de estudiantes sudcalifornianos, con la finalidad de dar seguimiento a nuestros estudiantes de posgrado, saber en dónde están estudiando, qué están estudiando, en qué podemos ayudarlos, etcétera”, señaló la doctora Laura Mónica Treviño Carrillo, directora del Coscyt.
El Coscyt trabaja en la apertura de una base de datos dentro de su portal web, para que los estudiantes fuera de Baja California Sur compartan información sobre su estatus académico.
De igual forma, actualmente promueve programas para desarrollar vocaciones científicas en jóvenes y apoyar a aquellos que quieren estudiar en el extranjero, mediante asesoría y gestión de convocatorias de becas de movilidad, tanto del Conacyt como de otras instituciones.
“En Baja California Sur, todos los jóvenes que colaboran en programas de comunicación de la ciencia, que incluyen ámbitos radiofónicos, impresos, conferencias, entre otros, nosotros los invitamos con la finalidad de estimular sus vocaciones científicas; tenemos alrededor de cincuenta jóvenes buscando asesorías anualmente, de estos, quienes están aplicando a una convocatoria y a quienes les otorga apoyo Conacyt son solo un número poco menor”, finalizó Mónica Treviño Carrillo.