Por Armando Bonilla
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- El Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que en México habitan casi 13 millones de personas de 60 años y más. Sin embargo, esa cifra podría incrementarse en el futuro cercano debido al envejecimiento demográfico.
Al respecto, Conapo reporta también que entre 1970 y 1990, el porcentaje de personas mayores en México pasó de 5.6 a 6.2 por ciento y en 2017 alcanzó 10.5 por ciento respecto al total de la población. Ese aumento se atribuye a dos factores principalmente: el incremento de la esperanza de vida promedio (75.3 años) y la reducción en la fecundidad, estimada en 2.21 hijos por mujer.
Uno de los principales problemas asociados al envejecimiento de la población tiene que ver con el declive en la calidad de vida, relacionado con los diferentes padecimientos de salud propios de la edad adulta. Es en ese contexto que surge en su momento (2012) el Instituto Nacional de Geriatría (Inger), institución dedicada a investigar, desde diferentes frentes, los problemas que más aquejan a las personas mayores.
En entrevista exclusiva con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director general del Inger, explicó que desde sus orígenes la institución a su cargo tiene como objetivo rector promover el envejecimiento saludable de los mexicanos.
“Con el objetivo de ofrecer un abordaje apropiado a las problemáticas de la población adulta (…) estamos en proceso de actualización de la agenda de investigación. Hemos decidido adoptar el enfoque de gerociencia y a partir de ello generar investigaciones que contribuyan a acortar la brecha entre la expectativa de vida y la expectativa de vida saludable”.
Al respecto, el doctor Gutiérrez Robledo detalló que los últimos 10 o 15 años de vida de las personas adultas se ven mermados por las enfermedades, y el objetivo final del Inger es reducir lo más posible la cantidad de años donde las personas mayores pierden calidad de vida, es decir, tratar de que sean autosuficientes a lo largo de toda su vida.
La óptica científica del Inger frente al envejecimiento
El principio rector del enfoque científico bajo el cual operará el Inger a partir de la nueva agenda de investigación, consistirá en abordar los nuevos proyectos de investigación partiendo de la hipótesis de que son los mecanismos biológicos del envejecimiento los mismos que están enfermando a la población adulta.
“El enfoque que decidimos abordar ahora es el de gerociencia, ya no gerontología biológica; el cambio en el lenguaje tiene un trasfondo mecanístico, heurístico en el sentido de que está encaminado a entender mejor lo que sucede con el proceso de envejecimiento. El postulado base para este nuevo enfoque consiste en que asumimos que los mecanismos biológicos del envejecimiento son los mismos que están dando origen a las enfermedades no transmisibles y que son la plaga del presente, como la diabetes, la osteoporosis y el Alzheimer, entre otras”.
De acuerdo con el investigador, una de las razones para adoptar ese enfoque consiste en que el factor de riesgo para muchas de esas enfermedades es la edad; no obstante, debe entenderse si en lugar de ser un factor de riesgo, es el origen de las enfermedades.
“Los mecanismos que a lo largo de la vida actúan en términos de senescencia celular, pérdida de células estaminales, pérdida de mecanismos de reparación del ADN y fenómenos oxidativos que se van suscitando a lo largo de la existencia, creemos que contribuyen a que aparezcan también las condiciones patológicas”.
Las herramientas del Inger para probar o descartar su hipótesis
Aun cuando se trata del instituto nacional de más reciente creación, el Inger cuenta ya con la infraestructura necesaria y personal lo suficientemente capacitado para abordar ese y otros temas de investigación altamente complejos. Incluso, es uno de los institutos que más producción científica genera en el país.
“Contamos con epidemiólogos, demógrafos y científicos sociales —investigadores jóvenes y consolidados—, así como espacios para trabajar en modelos animales y fases clínicas. Contamos con un laboratorio de biología, un espacio de evaluación funcional —animal y humano— y el laboratorio de evaluación funcional y transición que, en su conjunto, forma la Unidad de Investigación en Gerociencias”.
Asimismo, el Inger está muy cercano a inaugurar un Centro Nacional de Capacitación y Certificación en Competencias de Geriatría que, sumado a los otros espacios, le permitirán realizar investigación sociomédica y epidemiológica, clínica geriátrica, investigación en gerontotecnología y biología del envejecimiento.
La mente detrás de la investigación científica del Inger
María del Carmen García Peña, miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), es la responsable de la Dirección de Investigación en el instituto, cargo que asumió en 2015, y desde el cual encabeza los trabajos de un grupo de 19 investigadores que abordan las problemáticas de la población adulta desde diferentes aristas —investigación básica, geriátrica, clínica, psicológica y social—, incluidas las preocupaciones internacionales.
“La definición de las líneas de investigación es bastante complicada porque debemos empatar los intereses científicos de los investigadores con las necesidades de la población adulta y las prioridades de salud del país. Tenemos que hacer un balance entre esas cosas y es por eso que revisamos nuestras líneas de investigación anualmente”.
La investigadora añadió que de manera reciente se ha incorporado el enfoque de gerontotecnología, mediante el cual se busca desarrollar tecnología para la prevención y el diagnóstico, así como aplicaciones para promover la autonomía funcional, entre otras.
El objetivo es abordar aquellos temas de investigación que logren un impacto directo en favor de la población y para ello es básico trabajar a la par de la investigación en la generación de mecanismos de transferencia.
“Esa es una de nuestras fortalezas, que hemos concretado proyectos cuyos resultados se han puesto en práctica a través de la práctica médica, a través de la labor de asociaciones, mediante la generación de política pública y, en términos generales, hemos logrado dar el justo peso al tema del envejecimiento en México. Gracias a mucho de lo que se hace en el instituto, el tema del envejecimiento se encuentra en la agenda de trabajo de muchos sectores”.