El proyecto ha generado importantes ingresos al IMP y fue reconocido por su impacto tecnológico
Un problema recurrente para la industria del petróleo es el taponamiento por la formación de incrustaciones de materia inorgánica en tuberías de producción, pues repercute en pérdidas por producción diferida y costos de mantenimiento.
Ante esta situación, a solicitud de Pemex Exploración y Producción, un grupo de investigadores del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) desarrolló una metodología que determinó el inicio de formación de carbonatos y sulfatos por medio del registro temporal de tres variables termodinámicas: presión, volumen y temperatura, y una térmica, la señal calorimétrica.
“Mediante el empleo de la técnica transitométrica es posible determinar la cinética de crecimiento de microorganismos a las condiciones de presión y temperatura del sistema yacimiento-pozo-instalaciones superficiales, así como la estabilidad térmica de biocidas, su eficiencia y la concentración óptima para la inyección”, refiere el doctor Marco Antonio Aquino Olivos, jefe de Proyecto de la Gerencia de Ingeniería de Yacimientos del IMP.
Como parte de los resultados se determinó que las bacterias que participan en el fenómeno de corrosión por la generación de carbonato de calcio (CaCO3) son barotolerantes, termotolerantes y halofílicas, las cuales generan una biopelícula. Para llevarlo a cabo se obtuvieron los microorganismos de diferentes instalaciones de Pemex, como Abkatún-Pol-Chuc, Cantarell, Ku-Malob-Zaap y Macuspana-Muspac, entre otros.
A decir del doctor Aquino Olivos, además de determinar las condiciones de presión y temperatura de formación de carbonatos/sulfatos en agua preservada con aceite, el proyecto permitió la evaluación de la estabilidad térmica de productos químicos inhibidores de la formación de materia inorgánica, así como del desempeño de los inhibidores a condiciones de proceso.
El doctor Aquino Olivos puntualiza que el estudio de los consorcios microbianos en campo ha derivado en dos proyectos que a la fecha han generado ingresos superiores a los 150 millones de pesos para el Instituto.
“La metodología del sistema transitométrico fue desarrollada por un equipo de investigación del IMP y es la única en el continente americano capaz de determinar el inicio de la formación de asfaltenos y parafinas en aceites pesados. De igual forma es posible evaluar todos los problemas de incrustación en las tuberías de la producción y en los sistemas superficiales de las estaciones petroleras”, precisa el doctor Aquino Olivos.
El proyecto “Metodología para determinar el inicio de la precipitación de carbonatos y sulfatos a condiciones de yacimiento en muestras de agua de formación bajo la presencia de aceite”, obtuvo el primer lugar de la categoría Empresa Grande del Premio a la Innovación Tecnológica 2018, que entregó la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (ADIAT).
“Vamos en el camino correcto, más adelante tenemos planeado el registro de dos patentes. Además, el proyecto cuenta con 11 registros de Derechos de Autor y vamos a registrar y proteger lo que se vaya desarrollando”, puntualizó el doctor Aquino Olivos. (Agencia ID)