AUTOR: Montserrat Muñoz
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Guadalajara, Jalisco.Agencia Informativa Conacyt).- El doctor Luis Felipe Devia Cruz, investigador posdoctoral del Departamento de Óptica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), presentó durante Campus Party 2016 un sensor de presión intraocular desarrollado por un equipo de investigadores, con el objetivo principal de servir como herramienta para el diagnóstico de glaucoma, enfermedad ocular clasificada como la segunda causa a nivel mundial de la ceguera.
Este dispositivo propone un nuevo método para medir la presión en los ojos, característica útil en el campo oftálmico y médico. Según señaló el experto, la herramienta utilizada convencionalmente por oftalmólogos para medir la presión del ojo es el tonómetro de Schiotz, aparato creado hace más de 95 años. A pesar de algunas variaciones en esta técnica a lo largo de los años, el esfuerzo del CICESE sería el primero para proponer un nuevo método de medición que, entre otras características, sería no invasivo.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Devia Cruz señaló que este desarrollo biomédico “está basado en un fenómeno que se conoce como cavitación, que significa cavidad dentro de un líquido. El fenómeno de cavitación obedece a un cambio brusco entre la presión externa del líquido y su presión de vapor”.
En concreto, esta cavitación es inducida por láser y consiste en crear una pequeña burbuja en el humor acuoso del ojo, misma que tiene una duración de apenas cien milisegundos. Al monitorear la dinámica de la burbuja —si su tiempo de vida cambia—, se puede determinar la presión intraocular.
Para inducir la cavitación dentro del ojo, a través de pulsos láseres de corta duración se produce un rompimiento dieléctrico como resultado de una gran intensidad en una región muy pequeña.
Otras de las ventajas de este sensor radica en la confiabilidad de los resultados, mucho mayor a la de los tonómetros convencionales que, según el investigador, llegan a errar hasta 60 por ciento de los diagnósticos. Además, la medición se logra en apenas un instante, quitando el factor de incomodidad para el paciente.
“Se van a evitar los problemas que actualmente tiene la técnica tradicional, que es una técnica invasiva porque hace contacto con el globo ocular, cuestión que incluso lo presuriza un poco más y altera resultados”, acotó el también candidato al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Ya existe una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), misma que se espera sea otorgada en los próximos meses. Asimismo, destaca que este proyecto resultó ganador del Primer Concurso de Innovación en Ingeniería Biomédica, organizado por la Sociedad Mexicana de Ingeniería Biomédica (Somib).
La investigación es liderada por el doctor Santiago Camacho López, jefe del Departamento de Óptica del mencionado centro de investigación. Según comentó el investigador a la Agencia Informativa Conacyt, al momento se está probando el sensor en ojos de cerdo ex vivo.
“Lo que sigue es trasladar esto a un escenario de ojos in vivo, primero en animales pequeños. Estamos preparándonos para esta etapa y si esta resulta exitosa, se va a considerar una siguiente en donde se harían experimentos en ojos humanos”. El doctor Camacho López acotó que las pruebas clínicas en humanos podrían iniciar en un periodo de tres a cinco años.
Para este proyecto se han destinado fondos tanto públicos como privados, provenientes de la Clínica de Ojos de Tijuana, del propio CICESE y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través de la más reciente edición de la convocatoria de ciencia básica mediante la cual se destinó un monto de un millón 350 mil pesos.
Este recurso también se refiere a estudios fundamentales respecto al fenómeno de cavitación. “Durante los estudios que hemos hecho de la cavitación, una de las aplicaciones que encontramos fue esta del sensor intraocular, pero en paralelo hemos encontrado otros efectos interesantes que no están estudiados; precisamente este proyecto está orientado a estudiar estos efectos que no han sido reportados en la literatura”, comentó el investigador nivel II del SNI.
Completando el equipo de investigación a cargo del doctor Camacho López, se encuentra el maestro Leopoldo Martínez Manuel y el estudiante de la maestría en óptica Carlos Andrés Zúñiga Romero.
“Las expectativas son buenas, al momento tenemos una precisión de cinco milímetros de mercurio; los médicos piden que sea de un milímetro de mercurio, por lo que aún necesitamos afinar más nuestro sensor para hacerlo más sensible”, comentó el doctor Devia Cruz.
Glaucoma, cegador silencioso
Mauricio Turati Acosta, oftalmólogo, señaló en entrevista telefónica para la Agencia Informativa Conacyt que el glaucoma es un grupo de enfermedades en el cual el nervio óptico se va deteriorando progresivamente, lo cual se traduce en una pérdida gradual del campo visual periférico y posteriormente de la visión.
Esta enfermedad va en muchos casos asociada con un aumento en la presión intraocular. “La presión intraocular es el principal factor de riesgo para desarrollar glaucoma, aunque no es el único ni es condición para que se desarrolle; el principal daño que se genera en el ojo por una presión intraocular alta es la lesión al nervio óptico”.
Al momento, no hay cura para el glaucoma, por lo que el mejor consejo es la prevención. “Desafortunadamente, la mayor parte de los glaucomas son asintomáticos, de ahí que al glaucoma se le conozca también como el cegador silencioso. Aproximadamente dos por ciento de la población en México tiene glaucoma y más de la mitad de las personas que lo padecen no lo sabe”, acotó el médico, a la vez que recomendó acudir al oftalmólogo para prevenir esta o cualquier otra enfermedad.
“Mucha ceguera se podría prevenir si tuviéramos un método rápido, confiable y no invasivo, para que la gente, una vez al año, se pueda hacer una prueba de presión intraocular y tomar las medidas necesarias. Existen medidas para reducir la alta presión, lo que no se puede hacer es revertir los efectos. La cuestión es enterarse a tiempo”, concluyó el doctor Devia Cruz.