Culiacán, Sinaloa. (Agencia Informativa Conacyt).- Tiene 17 años de edad. Integró la delegación Sinaloa que el pasado mes de octubre participó en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM). Ahí obtuvo su tercera medalla de oro nacional, y la sexta de su historia en competencias dentro del país y a nivel internacional.
Se trata de Isaac Jair Jiménez Uribe, estudiante de preparatoria en el Instituto Chapultepec (Ich) en Culiacán, quien recientemente destacó en la competencia a la que solamente llegaron 196 sobresalientes en esa asignatura de todo México.
La competencia consistió en seis exámenes de tres problemas cada uno, aplicados durante dos días. Cada problema con valor en escala de cero a siete puntos. El puntaje más alto a obtener era 42. Isaac Jair logró 31 puntos.
Las medallas
Isaac recuerda que cuando cursaba el primer grado de secundaria fue llamado a participar en diversas competencias de matemáticas, primero a nivel zona escolar, después a nivel estado y a nivel regional, hasta que llegó a la Olimpiada Mexicana. La preparación no fue suficiente, no logró una medalla.
El siguiente año regresó al encuentro. Asesores, compañeros y amigos lo animaban a conseguir bronce, tal vez plata, pero él tenía una meta clara.
“Para qué conformarse, voy a lograr el oro”, respondería el entonces estudiante de segundo grado de secundaria. Lo logró. Ese año y el siguiente subió al podio más alto de la Olimpiada Nacional de Matemáticas, y acreditó su pase a China International Mathematics Competition (CIMC).
Entonces llegó el 2015 cargado de logros. Recibió medalla de bronce alto, y su ingreso al Salón de la Fama de la CIMC 2015. Ese mismo año obtuvo dos medallas de bronce, primero en la categoría tercero de secundaria y después en el nivel primero de preparatoria de la Olimpiada Iraní de Geometría. Se convirtió además en el primer entrenador para estudiantes que buscan incursionar en ese tipo de competencias en su escuela.
Oro, ¿por qué no?
“La primera vez que saqué oro fue en mi segunda competencia nacional de matemáticas. Había practicado mucho, todos los competidores de Sinaloa habíamos practicado mucho, hasta trajeron entrenadores de otros estados del país, a quienes les iba muy bien. Dije por qué no sacar oro. Siempre he pensado que mientras más alta sea tu meta, más alto llegas. Nunca sabemos cuál es nuestro potencial”, comentó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Para Isaac, la clave del éxito en cualquier actividad que se emprenda tiene que ver con factores internos y factores externos.
“Los factores internos dependen de ti: qué tanto te esfuerces, qué tanto te esfuerces en comparación con otros y el potencial que tienes. Los factores externos tienen que ver con las personas que te rodeas, que sean las adecuadas para que te pueda ir bien. En mi caso, con maestros capacitados, gente que me puede motivar, depende de los tiempos: si es tu propósito, está en las manos de Dios”, dijo.
Tiempo de sacrificios
El adolescente señala que es necesario realizar pequeños sacrificios para alcanzar las metas. Cuanto más alta es la meta, es más escaso el tiempo libre.
“He tenido que sacrificar muchas cosas: salidas con mis amigos de vez en cuando, principalmente cuando me preparo para internacionales. Tengo que sacrificar tiempo de juego en la computadora, o a veces ir al cine porque sé que me beneficiará mucho alcanzar esas metas para las que me estoy preparando”, indicó.
Un fracaso que impulsa a continuar
El primer intento de Isaac Jair no fue suficiente para colocarse entre los mejores del país, pero sí para descubrir su pasión por los números.
“En primer año de secundaria llegué a la fase estatal de la Olimpiada Nacional de Matemáticas. Descubrí que se me facilitaban mucho porque pasé todos los cortes estatales hasta llegar al nacional, y solo llegan dos por estado. Pensé que solamente era bueno, pero después me di cuenta de que aún no era lo suficientemente bueno porque me faltaba práctica”, comentó.
En ese momento, descubrió que otros jóvenes que destacaban, tuvieron la oportunidad de representar al país en otros continentes y al mismo tiempo conocían otras culturas. También descubrió que las matemáticas no eran solo problemas anotados en una pizarra escolar.
“Las matemáticas son mucho más que problemas enfadosos que a veces te ponen en la escuela, pueden ser problemas de lógica que salen con una idea, sin escribir ni nada; eso me gustó mucho e hizo que me preparara mucho”.
Señala que al principio solo se preparaba para las olimpiadas por obediencia a sus profesores, quienes le brindaban la oportunidad de dedicarse completamente a su preparación para las olimpiadas, o porque sus papás lo alentaban a seguir.
“Llegó el momento en que fui yo solo a practicar por gusto, y porque me di cuenta que las matemáticas, después de todo, sí son bastante padres”, expresó.
Buscará otra medalla en 2017
Entre las metas a corto y mediano plazo para Isaac Jair, se encuentran las de prepararse para obtener un sitio en la competencia internacional de matemáticas, que será el próximo año en Brasil. También buscará entrenar a otros jóvenes que deseen participar en las olimpiadas.
“Quiero apoyar a otros jóvenes, principalmente estudiantes de secundaria porque es más fácil que les vaya mejor después. Mientras más jóvenes sean, mejor. Las matemáticas sí son muy complejas, pero cuando más practicas, más le entiendes. Sin práctica, sin conocer a fondo por motivación propia, será muy difícil lograr avances significativos”, dijo.
Un gran servidor público
El jovencito aspira asistir a una de las mejores universidades del mundo y regresar a su ciudad natal para poner en práctica todo lo aprendido.
“Una vez que culmine una carrera, quiero regresar a Culiacán para ayudar a la gente. Muchas veces quienes se van a estudiar a otros países no regresan porque sienten que aquí no se aprovechará su talento, y tal vez sea cierto, pero eso depende de uno, de quien ha adquirido el conocimiento y tiene la oportunidad de enseñar a otros”, comentó.
Anuncia que desea convertirse en un servidor público para atender las demandas de la sociedad y retribuir así un poco de lo que ha logrado, formando generaciones con una mejor educación.
“He querido ser servidor público para ayudar a las organizaciones que, a su vez, deseen ayudar a los niños en la educación y en la ciencia. Me gustaría que las próximas generaciones vean que no son cosas aburridas, sino que es algo bello e interesante. Quiero contribuir a que todos los niños tengan una educación satisfactoria, porque sin educación el país no avanzará a ninguna parte”, señaló.
Isaac envió también un mensaje a los docentes del país y del mundo. Pidió que se atiendan los deseos de los chicos que, como él, desean sobresalir.
“Les diría que dejen soñar a sus estudiantes, y a estos, que se fijen metas muy altas y sean perseverantes para alcanzarlas; que encuentren las fuentes de motivaciones necesarias para nunca rendirse”, comentó.
AUTOR: Janneth Aldecoa
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT