Por Felipe Sánchez Banda
Monterrey, Nuevo León. (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Hidalgo, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, y empresas mexicanas desarrollan sistemas biológicos sustentables de recirculación de agua (SBRA) para la producción de alimentos agrícolas y acuícolas.
“Este proyecto consiste en el desarrollo de sistemas biológicos para la recirculación de agua para la generación y producción de alimentos, tanto agrícolas como acuícolas; son sistemas cerrados que involucran sistemas biológicos donde se producen alimentos a partir de agricultura y acuicultura, es decir, cultivo de peces comerciales”, detalló el ingeniero Rigoberto Engel Ugalde.
El objetivo de los SBRA es la producción de alimentos mediante el uso sustentable de agua para garantizar la seguridad alimenticia y económica de los beneficiados de una comunidad rural, semirrural o urbana.
De forma comercial y educativa, estos sistemas biotecnológicos permiten la producción de especies de organismos acuícolas (acuicultura) como trucha, tilapia, camarón, bagre y carpa, en combinación con la producción de hortalizas (agricultura) como lechuga, rábanos, fresas, entre otros.
Los sistemas intensivos de cultivo en la acuicultura y agricultura requieren tener altas densidades de organismos por unidad de volumen o área, usar cantidades importantes de alimentos balanceados o fertilizantes y requerir, incluso en ocasiones, la aplicación de diversos medicamentos para el control y tratamiento de enfermedades. Por tal motivo, los productores deben aplicar procesos ecoeficientes para integrarse a la línea de negocios verdes.
Para esto, el proyecto contempla la acuaponía, es decir, la combinación de acuicultura recirculante e hidroponía. En esta combinación de sistemas, se desarrolla un ciclo donde los desechos de los peces son una fuente de nutrimentos para las plantas y estas, a su vez, proveen un filtro natural para el agua en que viven los peces. La combinación de estos dos sistemas de producción representa una oportunidad para obtener alimentos de alta calidad.
Colaboración institucional
Para el desarrollo de este proyecto, el Tecnológico de Monterrey trabajó en colaboración con instituciones públicas e iniciativa privada. Por una parte, con la UAM Xochimilco, a través de la doctora Aída Malpica como responsable de la parte hidropónica del proyecto; además de la vinculación con las empresas Altagri e ISIS (Ingeniería en Sistemas Intensivos Sustentables) que fabricaron e instalaron los equipos de los sistemas. El Tecnológico de Monterrey se centró principalmente en el dimensionamiento y diseño de los sistemas de filtración biológica con el uso de bacterias nitrificantes.
“Juntando estas tres áreas: la filtración biológica, la acuicultura con la hidroponía y el apoyo de empresas locales y nacionales, se crearon estos sistemas de circulación de agua que se pueden instalar prácticamente en cualquier lado, tanto en zonas rurales, semirrurales y urbanas. Tener un suministro de agua potable a la mano y una fuente de energía confiable permite que zonas marginadas puedan tener acceso a alimentos de alta calidad en un lugar cercano a su comunidad”, comentó el ingeniero Rigoberto Engel.
Los desarrolladores de este proyecto tienen contemplado a futuro lograr más instalaciones de estos equipos en otros estados del país, además de optimizar el sistema actual para un mayor aprovechamiento de agua y residuos del proceso biológico.
“En conjunto con la UAM Xochimilco y las dos empresas, estamos en miras de crear un sistema más completo para poder aprovechar al máximo todo lo que son aparentemente residuos de un proceso biológico, para que sean la materia prima para el siguiente proceso (…) Queremos desarrollar esta tecnología, seguir investigando y generar productos, desarrollar tecnología que sea aplicable en zonas rurales y hasta urbanas”, puntualizó el especialista del Tec de Monterrey.
El ingeniero Rigoberto Engel Ugalde finalizó destacando que, junto con sus estudiantes, continuarán haciendo investigación que contribuya a la transformación y progreso de México.
“Es un gran reto, ha sido un reto personal desde que terminé la carrera y un proyecto de vida los sistemas de recirculación de agua y la producción acuícola de alimentos para ayudar a la gente, esa siempre ha sido mi motivación personal. Con la política del Tec de hacer investigación que transforme vidas, seguiremos haciendo investigación que involucre a mis alumnos para transformar a México”, concluyó.