Guadalajara, Jalisco. (Agencia Informativa Conacyt).- La empresa jalisciense Euphonia trabaja en el desarrollo de unos audífonos utilizando tecnología de conducción ósea, que permitiría mantener el canal auditivo abierto para hacer otras actividades.
El ingeniero biomédico Jorge Alberto Pérez Naitoh, uno de los fundadores de Euphonia, compartió en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt los inicios y alcances de este proyecto.
Estos audífonos surgieron como un proyecto escolar, luego de que los entonces estudiantes de ingeniería industrial Daniela Neri Barberena, de ingeniería en mecatrónica Marco Antonio Casillas Asencio, de licenciatura en creación y desarrollo de empresas Enrique Samed Ramón Carbajal y de ingeniería biomédica Jorge Alberto Pérez Naitoh, coincidieran en una de sus clases en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Guadalajara. Al finalizar el proyecto, los integrantes decidieron continuar y fue entonces que constituyeron la empresa Euphonia.
A decir de Pérez Naitoh, se pensó en una alternativa para los audífonos convencionales, que tuvieran la cualidad de no ser molestos al momento de estar acostado. Descubrieron que a través de tecnología de conducción ósea podrían lograr que el sonido fuese escuchado sin cerrar el canal auditivo, lo cual permitía además estar más alerta al entorno.
“El hueso como material conduce muy bien el sonido. Cuando pones en contacto esta membrana con el hueso, el sonido se salta el oído externo y el oído medio, llegando directo a la cóclea, que es la parte del cerebro con la que procesas el sonido”, acotó el ingeniero.
El ingeniero comentó que el uso de este dispositivo es muy sencillo, ya que solo implica colocar los audífonos en la cabeza, sincronizar el aparato con el celular o computadora vía Bluetooth y comenzar a escuchar. Los audífonos son inalámbricos y permiten escuchar música o llamadas telefónicas y mantener sin bloquear el oído.
El proyecto, iniciado en 2015, ha requerido una inversión de aproximadamente 150 mil pesos, provistos por capital de un fondo privado. Fue albergado en la incubadora de empresas del ITESM campus Guadalajara y participan los cuatro socios: Daniela Neri Barberena, Marco Antonio Casillas Asencio, Enrique Samed Ramón Carbajal y Jorge Alberto Pérez Naitoh.
El público meta
Al momento, se ha detectado que los clientes potenciales podrían ser ciclistas y corredores, que por las características de sus actividades necesitarían estar al pendiente de su entorno por cuestiones de seguridad.
“Si voy corriendo y tocan el claxon, voy más atento a que si voy aislado completamente. También oficinistas podrían estar interesados, para no bloquear la comunicación entre colegas”, acotó el entrevistado.
Sin embargo, la empresa podría en un futuro incursionar en el mundo de los videojuegos, a través de aplicaciones de esta tecnología en realidad aumentada y la háptica, para mejorar la experiencia del usuario a través de la estimulación de sentidos.
“Un tercer proyecto es en el área médica. Hemos descubierto que hay ciertos tipos de sordera que cuando la malformación está fuera del cerebro, si utilizas esta tecnología puedes escuchar”, acotó el ingeniero. Aunque ya existen dispositivos para estos fines, se requiere de una intervención quirúrgica, lo cual buscaría evitarse a través de la propuesta de Euphonia, al ser no invasiva.
Para estos futuros proyectos, así como para la instalación de una planta de producción propia, buscarán el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través de los diferentes fondos. También tramitarán una solicitud de patente para proteger el modelo de utilidad ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), una vez que esté listo el producto.
El prototipo
El prototipo es similar a una diadema que se sostiene con puntos de presión en la cabeza. En vez de auriculares tiene una pequeña membrana de metal que vibra a la frecuencia del sonido, lo que hace que el sonido viaje a través del hueso hasta la cóclea.
“La parte de hardware es muy parecida a unos audífonos convencionales, lo único que cambia es el actuador con el que sale el sonido. Una bocina convencional es un cono y cuando este sube y baja, a la velocidad que lo comprima, es el sonido de la bocina. En vez de que sea un cono que esté comprimiendo el aire, aquí es una membranita de metal que vibra a esa misma frecuencia”, señaló el socio.
Actualmente, Euphonia está siendo asesorada por otra empresa para mejorar el diseño y trabajar la manufactura. Asimismo se están afinando algunos detalles, como el rendimiento de la batería y el rango de conexión de Bluetooth, para lograr que el producto sea ligero, ergonómico y cómodo al uso.
Se espera que los audífonos entren al mercado a finales de 2016, luego de una campaña de crowdfunding de dos meses a través de la plataforma Indiegogo. El precio inicial podría rondar los mil 200 pesos.
¿Cómo funciona esta tecnología?
En el caso específico de los audífonos de Euphonia, en vez de bocinas se utilizan dos pequeñas membranas metálicas recubiertas que vibran a la frecuencia de la música. Estas vibraciones se “saltan” las primeras dos partes del sistema auditivo —el oído externo y medio— para llegar directo a la cóclea y dirigir los estímulos al cerebro, donde se interpreta el sonido.
El doctor Héctor Macías Reyes, coordinador de enseñanza del posgrado de otorrinolaringología en el Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, compartió en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt algunos usos que se le da al principio de transducción y conducción ósea.
El doctor Macías Reyes comentó que ya existen aplicaciones médicas que utilizan este principio, tales como los implantes osteointegrados para restablecer la audición cuando se padece una hipoacusia conductiva, es decir, cuando el oído externo o medio presentan malformaciones congénitas, tumores benignos o se tienen alteraciones en la cadena osicular. Estos dispositivos suponen dos componentes, uno externo y otro interno, pegado al cráneo.
“El equipo externo recibe la energía mecánica como un micrófono y hace la transducción a vibraciones, que las transmite directamente a este pivote metálico que está pegado al hueso. De esa manera, la energía mecánica hace que estas vibraciones manden la señal a la cóclea y continúa el proceso”, señaló el también catedrático de la Universidad de Guadalajara.
La utilización de esta tecnología, combinada con la conexión por Bluetooth con teléfonos inteligentes y otros dispositivos, va a la alza en varios países de Europa, donde es cada vez más común que existan espacios especializados para personas con discapacidad auditiva.
“En países desarrollados los pacientes que tienen un implante coclear o un dispositivo osteointegrado se conectan a los teléfonos públicos. Incluso hay salas para pacientes con esta discapacidad auditiva donde reciben clases y se conectan al mismo sistema, de tal manera que el profesor trae un micrófono en la solapa y ellos escuchan directamente al profesor porque la señal va directo a sus aparatos. Llega un momento en que escuchan mejor que nosotros, los normoyentes, porque no se ven alterados por la contaminación auditiva”, señaló.
Esta es una tendencia que apenas se está preparando en México, pero el académico confió en que las aplicaciones para esta tecnología “tienen mucho futuro y podría implicar mucho menos gasto”.