Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. (Agencia Informativa Conacyt).- La pasión de Julio Antonio López Lizárraga han sido siempre los aviones y el emprendimiento. Combinar ambos ha generado no solo su crecimiento profesional sino también representa una gran aportación a la agricultura del norte de Sinaloa.
Nació en Los Mochis, Sinaloa, cursó la licenciatura en aeronáutica en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y, más tarde, la maestría en la Universidad de Alcalá. Un día de 2011, mientras observaba los campos de cultivo de la región, su padre haría a Julio una pregunta que marcaría su futuro: “¿Qué puedes hacer tú por la agricultura en el valle?”. Lamentó en ese momento no tener una respuesta; sin embargo, nació la inquietud.
“Encontré todo un mundo de aplicaciones tecnológicas para la agricultura, lo que actualmente se llama agricultura de precisión: GPS, guías automáticas para los tractores, satélites, drones, muchas herramientas. Se me abrieron los ojos ante este nuevo mundo. Encontré que era terreno virgen”, recordó.
El joven investigó y decidió utilizar sus horas libres en el diseño de un dron para la agricultura. Encontraría su primer obstáculo: era un proyecto complicado para una sola persona. Decidió involucrar a compañeros de escuela en el proyecto, logrando inmediatamente su entusiasmo.
PEI), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para la formalización de la empresa Luxelare. El año siguiente obtuvo nuevamente el apoyo del PEI para el desarrollo de nueva tecnología.
El equipo inició el proyecto y en 2012 solicitó apoyo del Programa de Estímulos a la Innovación (“Comenzamos a desarrollar los prototipos de los aviones y a desarrollar más tecnología: cámaras infrarrojas, multiespectrales, etcétera; todo aplicado para agricultura. Desarrollamos más tecnología y cuando estuvimos listos para aplicarla en campo, regresamos a Los Mochis”, recordó.
Así comenzaron los vuelos de demostración con drones y el trabajo de explicación de la nueva tecnología a agricultores de Los Mochis: los beneficios y las habilidades que ofrecen sus herramientas. Actualmente, la empresa Luxelare representa un gran apoyo para agricultores del norte de Sinaloa en la ubicación, por ejemplo, de maleza en terrenos de cultivo mediante drones, entre otras aplicaciones.
Cofundador de Tomato Valley
Julio López es cofundador y director de emprendimiento de la asociación civil Tomato Valley, que busca impulsar el emprendimiento en Sinaloa.
“Me uní a la asociación cuando regresé a Los Mochis, en 2014. Pensaba que en Sinaloa no había nada de emprendimiento, pero al conocer a Tomato Valley el clic fue instantáneo y me integré al equipo”, recordó.
La aportación de Julio a esa asociación consistió en la creación de las denominadas Agronoches. Se trata de un evento mensual que consiste en un foro para la divulgación de la innovación y tecnología en la agricultura.
“Preguntaba a los ingenieros agrónomos dónde hablaban de maquinaria de precisión o de fertilizantes inteligentes o las nuevas tecnologías para la agricultura; en forma de broma decían: ‘en Internet’. Así nacieron las Agronoches, abiertas a todo el público. Como conferencistas hemos tenido, por ejemplo, a fitopatólogos reconocidos de la región, grafólogos, empresarios que trabajan en pro de la agricultura o presentan nuevos productos con el fin de dar a conocer cómo funcionan bien las cosas”, explicó.
Entre el impacto de las Agronoches, destacan pláticas como agricultura de conservación, tema que ha resultado polémico debido, según Julio, a que rompe con la agricultura tradicional en la preparación de la tierra.
“En la agricultura tradicional tienes que mover la tierra unas ocho veces antes de sembrar, en la agricultura de conservación la mueves dos veces y a veces ninguna; pero el agricultor se desespera porque quiere ver el campo limpio o ver lo que está acostumbrado y piensa que no le funciona. Invitamos a personas que llevaban más de 10 años haciendo ese tipo de agricultura y platicaron su experiencia, expusieron su caso y han tenido un impacto muy bueno en el campo de la región”, dijo.
Julio López obtuvo recientemente el primer lugar en el Cuarto Día del Emprendedor, en la categoría de Empresas Graduadas. En 2015 recibió además el Premio Juan Ley Fong al Empresario Joven del Año. Su mensaje para los jóvenes emprendedores consiste en identificar aquello que les apasiona e inmediatamente trabajar, emprender y arriesgarse para materializar cada uno de sus proyectos.
“He conocido a muchos emprendedores con muy buenas ideas pero que no se animan a emprender. Casi siempre lo que les impide es su mismo entorno, sus amigos o la familia les piden que no abandonen un trabajo estable, que no se arriesguen, pero si quieren emprender solo tienen que hacerlo. Hay muchos riesgos, pero si al final del día tienes la vocación y ganas reales de emprender, los resultados positivos llegarán en algún momento”, concluyó.