Por: Manuel Cázares
El marketing urbano realiza estrategias a largo plazo y busca convertir los espacios en productos que puedan satisfacer las necesidades de residentes, turistas, inversionistas y la comunidad en general.
Cuando abrimos un correo, vemos televisión o salimos de viaje, vivimos en un mundo de marcas. Cada viaje que se emprende está rodeado de experiencias y recuerdos que nos conecta a la Identidad y Cultura de cada país o ciudad; en nuestro país, cada ciudad comunica sus tradiciones, creencias y valores. Desde calles empedradas hasta grandes edificios son parte de nuestra arquitectura y urbanismo.
Dentro de los desafíos de ciudades es común que esté presente el crecimiento en infraestructura, atractivos y diseño urbano en general. Muchas de las grandes ciudades han logrado su crecimiento gracias a la gestión no sólo de estos elementos tangibles, sino también, de los intangibles. Estos elementos como los habitantes, los valores, las actividades y la imagen de la ciudad son los que están marcando la diferencia en la generación de ventajas competitivas. Una manera de gestionar los elementos son las estrategias de branding aplicados a las ciudades.
Hoy las ciudades compiten para que sean visitadas, las disfruten e inviertan en ellas. Encontrar valor agregado y comunicarlo es un gran reto, para esto las estrategias de diferenciación son relevantes para el logro de los objetivos que se propone cada ciudad.
La creación y desarrollo de una marca de ciudad puede lograr un posicionamiento tal que le permita obtener un desarrollo sostenible a través del tiempo, incrementando en ella el turismo y la inversión.
Cuando se habla de city branding, no es limitarse a cuidar la imagen de una ciudad solamente, es involucrar a diferentes participantes para la estrategia general, entre ellos: Gobierno, educación, inversionistas y la comunidad en general. Tener una marca exitosa para una ciudad es y será un activo valioso que trascenderá en el tiempo.
Estamos viviendo una dualidad de percepciones, por un lado con todo el auge del mundial, todos los ojos del mundo están orientados a Sudáfrica; su cultura y tradición está siendo vista por millones de personas y aquí es donde se abren las puertas de crecimiento y la mejora de su reputación en el mundo.
Por otra parte lo que estamos viviendo en nuestro país en cuestiones de seguridad y violencia está afectando fuertemente la percepción en otros países; estudiantes de intercambio de Estados Unidos, han regresado a sus ciudades por la inseguridad, inversiones listas para generar nuevas empresas están siendo detenidas por toda la incertidumbre que se vive. El marketing urbano realiza estrategias a largo plazo y busca convertir los espacios en productos que puedan satisfacer las necesidades de residentes, turistas, inversionistas y la comunidad en general.
Cuando se define un país o una ciudad como marca, es necesario una adecuada promoción para que los clientes potenciales posean la información necesaria que los motive a visitar la ciudad, vivir o invertir en ella.
Aquí toma relevancia uno de los pilares de la marca “Congruente”, es decir, que lo que promete la marca sea cumplido.
Es importante que para estas estrategias las ciudades sean percibidas como únicas y diferentes. Además de esto la imagen debe cumplir con ciertos requisitos para que su gestión sea factible; es necesario una imagen válida y cercana a la realidad, creíble, simple, atractiva y distintiva.