Por Sylvie Castonguay/OMPI
Puede parecer increíble, pero el Barefoot College ha formado a cientos de mujeres analfabetas o semianalfabetas –muchas de ellas abuelas– de países menos adelantados y países en desarrollo para que sean especialistas en energía solar.
El cambio climático golpea ante todo y con mayor crudeza a los pobres de las zonas rurales de todo el mundo. Se han gastado millones de dólares americanos en sensibilización, en formación en tecnologías alternativas y en preparar a las comunidades rurales vulnerables para enfrentar el problema. Una de las historias más sorprendente es la del Barefoot College (Universidad para “descalzos”) de la India. Su metodología ya ha cambiado la vida de muchas personas.
Puede parecer increíble, pero el Barefoot College ha formado a cientos de mujeres analfabetas o semianalfabetas –muchas de ellas abuelas– de países menos adelantados y países en desarrollo para que sean especialistas en energía solar. Y han vuelto a casa capacitadas para instalar paneles y baterías solares, que han aprendido a mantener y reparar, y que han cambiado la vida para siempre de sus remotas aldeas. Y aún más, ellas han formado a otras personas de las aldeas vecinas para hacer lo mismo. ¿Cómo comenzó todo?
Existen en la India innumerables aldeas alejadas de todo a las que sólo se puede llegar tras viajar durante días por caminos en muy mal estado en vehículos desvencijados, y terminar con una larga caminata a pie. Los sistemas fotovoltaicos ofrecen la única fuente de electricidad para la población de esas zonas alejadas. Acceder a la electricidad mediante soluciones sencillas y eficaces como el método del Barefoot College puede mejorar de forma sorprendente la vida de los aldeanos y contribuir al desarrollo de la región. Este método permite abaratar los costos de iluminación, da la posibilidad de obtener ingresos y sirve de apoyo a las actividades de enseñanza, permitiendo, además, reducir los riesgos de incendio y contaminación que se corren dentro de las casas con la iluminación tradicional a base de keroseno.
El Barefoot College en Tilonia, India, es un invento de Bunker Roy, quien la fundó en 1972 convencido de que las soluciones a los problemas de los pobres en las zonas rurales se encuentran en la comunidad, en su patrimonio tradicional y en las nuevas tecnologías que requieren únicamente cierta adaptación a su situación.
Esta institución comenzó a formar a jóvenes y a mujeres analfabetas o semianalfabetas como ingenieros de energía solar en los años noventa. Los alumnos procedían de todas las partes de la India, pero el idioma no fue un obstáculo: aprendieron, por ejemplo, a identificar las piezas por el color y la forma, a adquirir las competencias necesarias siguiendo las instrucciones dadas mediante mímicas, y a ejecutar las tareas técnicas.
Rápidamente los profesores se dieron cuenta de que los mejores candidatos eran las mujeres de cierta edad, la mayoría de las cuales eran abuelas.
En su alocución en la Tercera Conferencia Internacional sobre Tecnología Apropiada celebrada en noviembre en Rwanda, Roy explicó: “Las abuelas analfabetas son humildes y aprenden con facilidad: tienen intereses personales en la aldea y ni se les pasa por la cabeza dejar de estudiar. Si uno le da una hoja de papel a un joven, se va inmediatamente a la ciudad para encontrar un trabajo mejor”.