Por Felipe Sánchez Banda
Saltillo, Coahuila. (Agencia Informativa Conacyt).- Científicos del Departamento de Investigación en Alimentos (DIA) de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), en la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec), evalúan tecnologías emergentes y sustentables para la recuperación de extractos bioactivos de algas marinas pardas.
“México cuenta con dos litorales, siendo así un país megadiverso y rico en recursos como las algas marinas, por lo que la importancia de estos productos es que pueden aplicarse en el área alimenticia, como ingredientes o a través de suplementos, nutracéuticos, etcétera. Es importante generar productos, pero dichos productos no van a ser posibles si no se utilizan tecnologías nuevas que permitan tener un mayor rendimiento a partir de su materia prima o fuente de obtención”, precisó el químico farmacobiólogo Gerardo Espinosa Velázquez, colaborador del proyecto y estudiante de la maestría en ciencia y tecnología en alimentos de la institución.
De acuerdo con los investigadores, a partir de 2000, las algas marinas tomaron mucha importancia debido a que presentan diversos polisacáridos en su estructura, que tienen diferentes propiedades y pueden ser aplicados en áreas como medicina y alimentos.
“En cuanto a las tecnologías, es importante ver qué se ha trabajado anteriormente y poder proponer una opción más viable, que gaste menos energía, más sustentable, es decir, hacer uso de tecnologías limpias que nos permitan ahorrar costo-tiempo-energía y que podamos obtener lo que buscamos sin emitir residuos”, comentó el especialista Espinosa Velázquez.
Nuevas tecnologías
Los científicos señalaron que en este proyecto, dirigido por el doctor Juan Carlos Contreras Esquivel, profesor investigador del DIA, miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), emplean tecnologías como microondas, ultrasonido, el uso de enzimas y algunas otras, dentro de la parte biotecnológica.
De acuerdo con el proyecto, los polisacáridos que se obtienen de las algas marinas pueden tener diversas aplicaciones potenciales, principalmente en la industria alimentaria y médica.
Los especialistas agregaron que estas tecnologías pueden aplicarse durante el procesamiento de algas en las zonas costeras del país, para obtener algunos extractos y poder recuperar estos polisacáridos y aplicarlos en alguna matriz o alimento.
Entre los resultados preliminares de esta investigación, destacó que la extracción asistida por vía enzimática permite obtener rendimientos comparables con los reportados en literatura científica para los extractos crudos secos para las condiciones evaluadas en laboratorio. Existe un mismo perfil de los espectros de infrarrojo para los diferentes tratamientos, por lo que los grupos funcionales de los compuestos permanecen iguales que en su control sin tratamiento enzimático.
En cuanto a la extracción asistida en una cámara de microondas presurizada, los resultados indicaron que, para estas condiciones, no existe diferencia significativa entre el uso de microondas y el uso de agua como solvente para recuperar los compuestos bioactivos, como son los polisacáridos sulfatados, también llamados fucoidan (PS) de las macroalgas. Los PS de la macroalga Macrocystis pyrifera se pueden obtener sulfatados o parcialmente sulfatados, los mismos permiten que presente actividades biológicas.
“No solo el rendimiento importante, sino el uso de una tecnología que permita obtener estos materiales o compuestos que no sean degradados o modificados para que presenten estas actividades. Aplicar nuevas tecnologías que puedan ser más limpias y que, a su vez, no modifiquen estos compuestos es significativo”, indicó el colaborador Espinosa Velázquez.
En el futuro, los especialistas buscarán evaluar algunas propiedades bioactivas que presentan, particularmente, los polisacáridos sulfatados de las algas marinas, debido a sus múltiples propiedades antivirales, antibacteriales, antioxidantes, anticoagulantes, antitumorales, etcétera.
“Creo que es muy importante la investigación en México, en esta materia nos podemos comparar con otros países ya que lo que se hace en nuestro país es de calidad, y al ser un país rico en ecosistemas se puede acceder a recursos que otros países no tienen. Es decir, se puede aprovechar la acuacultura para el cultivo de algas como lo hacen otros países y así generar productos para diversas áreas como biomedicina, alimentos, investigación, entre otras”, enfatizó el científico Espinosa Velázquez.