La nave espacial Cygnus de Northrop Grumman llegó esta mañana a la Estación Espacial Internacional con cerca de 3 mil 500 kilogramos de equipo y carga para investigaciones científicas después de ser lanzada el miércoles a las 3:46 de la tarde (tiempo del centro) desde la Instalación de Vuelo Wallops de la NASA en Virginia, Estados Unidos.
La nave espacial fue lanzada en un cohete Antares 230 desde la plataforma 0A del puerto espacial regional Mid-Atlantic de Virginia, en Wallops, y llegó al laboratorio en órbita alrededor de las 4:28 de la madrugada, hora del centro, de este viernes 19 de abril.
Los astronautas de la expedición 59 Anne McClain de la NASA y David Saint-Jacques de la Agencia Espacial Canadiense (CSA) utilizaron el brazo robótico de la estación espacial para capturar a Cygnus, mientras que Nick Hague de la agencia estadounidense monitoreó la telemetría. La nave permanecerá en la estación espacial hasta el 23 de julio.
Esta entrega, el undécimo vuelo de carga de Northrop Grumman a la estación espacial bajo el contrato de servicios de reabastecimiento comercial de la NASA, apoyará docenas de investigaciones nuevas y existentes.
Aquí hay detalles sobre algunas de las investigaciones científicas que se desarrollan en la estación espacial:
Modelos para el cultivo de materiales cada vez más complejos
Advanced Colloids Experiment-Temperature-10 (ACE-T-10) probará los geles en un entorno de microgravedad. Esta investigación podría ayudar en el desarrollo de materiales cada vez más complejos que podrían servir como bloques de construcción para una gama de aplicaciones en la Tierra, incluyendo alimentos, medicamentos y dispositivos electrónicos. El proceso también puede proporcionar un método eficiente para construir nuevos materiales y equipos en el espacio.
Mejor investigación en ciencias de la vida en unas pocas gotas
Aunque la estación espacial está bien equipada para la investigación en ciencias de la salud y ciencias de la vida, el equipo disponible para la biología celular y molecular sigue siendo limitado en comparación con las capacidades de los laboratorios de la Tierra. Para abordar esta limitación, CSA diseñó Bio-Analyzer, una nueva herramienta del tamaño de una consola de videojuegos que los astronautas en la estación pueden usar fácilmente para analizar fluidos corporales como sangre, saliva y orina, con sólo unas pocas gotas. Devuelve los análisis clave, como los recuentos de células sanguíneas, en sólo dos o tres horas, eliminando la necesidad de congelar y almacenar las muestras.
Análisis del envejecimiento de las arterias en astronautas
La investigación del envejecimiento vascular utiliza ultrasonidos, muestras de sangre, pruebas de tolerancia a la glucosa oral y sensores vestibles para estudiar los cambios similares al envejecimiento que ocurren en muchos astronautas durante su estancia en la estación espacial. Es uno de los tres experimentos canadienses que exploran los efectos de la ingravidez en los vasos sanguíneos y el corazón, y los vínculos entre estos efectos y la salud ósea, los biomarcadores sanguíneos, la resistencia a la insulina y la exposición a la radiación. Una mayor comprensión de estos mecanismos se puede utilizar para tratar el envejecimiento vascular tanto en astronautas como en la población de la Tierra que envejece.
Probando la respuesta inmune en el espacio
Se sabe que los vuelos espaciales tienen una influencia dramática en la respuesta inmunológica de un astronauta, pero hay poca investigación sobre su efecto después de un desafío real al sistema inmunológico del cuerpo. El sistema inmunológico de los roedores es muy similar al de los seres humanos, y Roent Research-12: Tetanus Antibody Response by B cells in Space (TARBIS) examinará los efectos de los vuelos espaciales sobre la función de la producción de anticuerpos y la memoria inmunitaria. El objetivo de esta investigación es avanzar en el desarrollo de medidas para contrarrestar estos efectos y ayudar a mantener la salud de la tripulación durante futuras misiones espaciales de larga duración. En la Tierra, podría hacer avanzar la investigación para mejorar la eficacia de las vacunas y las terapias para el tratamiento de enfermedades y cánceres.
Gran expectación por el nuevo robot
Una flota de pequeños robots está lista para realizar grandes trabajos a bordo de la estación espacial. Basándose en el éxito de SPHERES, la NASA probará Astrobee, un sistema robótico compuesto por tres robots en forma de cubo y una estación de acoplamiento para recarga; los dos primeros están a bordo de Cygnus. Los robots de vuelo libre utilizan ventiladores eléctricos para la propulsión y cámaras y sensores que les ayudan a navegar por su entorno. Los robots también tienen un brazo para agarrar los pasamanos de la estación o agarrar y sostener objetos. Astrobee puede operar en modo automatizado o bajo control remoto desde el suelo, ya que ayuda con las tareas de rutina en la estación, y no requiere supervisión de la tripulación. Esto tiene el potencial de liberar a los astronautas para que realicen más investigaciones.
Estas son sólo algunas de las cientos de investigaciones que nos ayudarán a aprender a mantener sanos a los astronautas durante los viajes espaciales de larga duración y a demostrar tecnologías para la futura exploración humana y robótica más allá de la órbita terrestre baja hacia la Luna y Marte. La investigación en la estación espacial también ofrece oportunidades para que otras agencias del gobierno de Estados Unidos, la industria privada y las instituciones académicas y de investigación lleven a cabo investigaciones en microgravedad que conduzcan a nuevas tecnologías, tratamientos médicos y productos que mejoren la vida en la Tierra. Durante más de 18 años, los seres humanos han vivido y trabajado continuamente a bordo de la Estación Espacial Internacional, avanzando en el conocimiento científico y demostrando nuevas tecnologías, lo que hace que los avances en la investigación no sean posibles en la Tierra y permitan la exploración humana y robótica de larga duración en el espacio profundo. Un esfuerzo global, más de 230 personas de 18 países han visitado el laboratorio único de microgravedad que ha albergado a más de 2.500 investigaciones realizadas por científicos en 106 países.