Claramente no es una ciencia exacta, pero desde los inicios del cine el género de la ciencia ficción ha atraído una gran cantidad de público.
Si a eso se le suma el auge de las series de televisión sobre investigadores, como la premiada The Big Bang Theory, podría decirse que hoy los científicos viven sus 15 minutos de fama y popularidad.
Sin embargo, las series o películas aun están a años luz de mostrar fielmente cómo se trabaja en ciencia.
El programa científico de BBC, El club de ciencias de Dara O Brian, le pidió a cuatro expertos que dejaran al descubierto sus “errores favoritos” del cine o la televisión. Y estos fueron los resultados.
Curas y soluciones en medio segundo
“Algo que nunca deja de sorprenderme es cuando muestran a los científicos resolviendo un problema. ¡Se demoran cinco minutos!”, asegura la física Janna Levin.
¿Se habrá revolcado en su tumba Galileo al ver el tamaño de King Kong?
Sin embargo la ciencia real no funciona así. “Necesitamos analizar la idea, pensar, repensar. Hay errores, equivocaciones”.
Según la profesora e investigadora, ni la televisión ni el cine reflejan la realidad del proceso científico. “Es increíble, porque de inmediato aparece una solución maravillosa en la pantalla de su computadora”, agrega.
Las proporciones de King Kong
“Si vamos a hablar de errores, tenemos varias opciones”, asegura el astrónomo Martin Rees, respecto de la acuciosidad hollywoodense.
Según el científico, uno de los más evidentes es la absoluta ignorancia sobre la ley cuadrático-cúbica de Galileo, que establece que cuando una forma crece en tamaño, su volumen crece más rápido que su superficie.
“La escala desarrollada por Galileo no es tomada en cuenta en muchas de las películas de ciencia ficción. Por eso es que King Kong no podría haber existido, ya que necesitaría piernas mucho más gruesas que su propio cuerpo para sostenerse a sí mismo”, explica el astrónomo.
En busca del tiempo y espacio perdido
Hollywood no es la fuente más fidedigna para entender el desarrollo científico.
Para los arqueólogos o paleontólogos es aun más fácil reirse de la nula investigación que algunas películas parecieran tener.
“Un clásico de los errores es ‘Un millón de años A.C.’ en la que Raquel Welch se gasta un montón de tiempo huyendo de dinosaurios y otras criaturas que se habían extinguido 65 millones de años antes”, explica el paleontólogo Richard Fortey.
Otro de los que piensan que Hollywood está lleno de falsedades es el ingeniero en sonido Trevor Cox.
Su falsedad favorita es la sonorización de la frase “El espacio es la frontera final”, de Viaje a las estrellas. “Es una frase venerada. Yo creo que pensaron: ‘¿El espacio? Nadie sabe. Pongámosle sonido”.
Con todo, errores de tiempo o espacio, cosas imposibles o, al menos, poco probables, no hay que olvidar que la ciencia ficción es eso: ficción.