Por María Teresa López
Por increíble que parezca, los grandes partidos políticos han descuidado la protección de sus activos intelectuales, elemento clave para la mercadotecnia electoral.
Al igual que los objetos de consumo, cuando hay elecciones los políticos se convierten en productos que hay que vender. Se les llama candidatos, y la mercadotecnia política es el medio de convencimiento que utilizan los partidos políticos para llegar a los electores.
Para esto es muy importante la publicidad política, que es el conjunto de actividades utilizadas para apoyar el plan de mercadotecnia, el cual sirve para suministrar información, creación o adaptación de la imagen del candidato, así como la generación de promesas y la materialización de ideas, las cuales lograrán generar la imagen idónea del candidato para obtener los resultados que se desean.
Los elementos que se deben considerar para generar una buena mercadotecnia política son:
Consumidor: es el elector; lo más importante de la mercadotecnia política ya que es quien tomará la decisión de elegir al candidato que cubra sus expectativas.
Producto: son las ideas que el candidato ofrece al consumidor, como sus propuestas de campaña, la imagen institucional del partido al que pertenece, la imagen personal, así como los beneficios y satisfacción que ofrecerán al consumidor.
Beneficios: son las propuestas que el candidato ofrecerá para atraer al consumidor, definir cuáles son los beneficios que ofrecerá, que otros candidatos no lo harán.
Mercado: electorado o votante, al cual se desea llegar.
Precio: en mercadotecnia política el precio son las expectativas; aquí el consumidor de acuerdo a dichas expectativas dará su voto.
Plaza: son los lugares donde se desea obtener o ganar el mayor número de votaciones.
Publicidad: con ésta se dará a conocer al candidato, y se apoyarán de todos los medios de comunicación.
Propaganda: se encarga de la venta de ideas para conseguir la identificación del votante.
Posicionamiento: la información se debe de mantener en la mente del votante para lograr una mayor presencia.
Imagen: es la representación y las imágenes mentales que se tienen del candidato.
Investigación de mercado: es saber qué quiere nuestro consumidor, cuáles son sus necesidades y deseos, saber las tendencias del mercado y poder hacer una buena estrategia actualizada.
Opinión pública: es lo más importante ya que es lo que piensa el mercado y se forma a través de nuestra propaganda; forma el rumbo que toma la campaña y cómo estará formado el mensaje receptor.
Participación del mercado: refleja la popularidad del candidato, se basa en los simpatizantes.
Campaña electoral: es el conjunto de esfuerzos con el fin de convencer a las bases que controlan al electorado al momento de ir a votar.
Todos estos ángulos parecen estar cubiertos por los partidos, no así lo relativo a la propiedad intelectual: pocos son los institutos políticos que protegen su marca o eslogan; curiosamente los partidos de reciente creación como Convergencia y el desaparecido Partido Social Demócrata tienen su marca registrada o el trámite está en proceso.
En cambio, los institutos políticos mayoritarios como el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), no cuentan con antecedentes de registro de marca en la base de datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
En la misma circunstancia se encuentran Nueva Alianza, el Partido Verde, y el Partido del Trabajo.