AUTOR: Hugo Valencia Juliao
FUENTE: CONACYT, AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- En las instalaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de la Ciudad de México se realizó el lanzamiento oficial de la convocatoria 2016 del Fondo de Innovación Tecnológica (FIT) de la Secretaría de Economía (SE) y el Conacyt, en donde se presentaron nuevas herramientas que permitirán que las empresas apoyadas tengan un mayor impacto con sus desarrollos tecnológicos.
En el evento, la secretaria técnica del FIT y directora de Comercialización de Tecnología del Conacyt, Teresa de León Zamora, comentó que desde el 2001 el Fondo de Innovación Tecnológica ha beneficiado a más de mil emprendedores, y en los últimos tres años apoyaron 142 proyectos de base tecnológica.
Sin embargo, sostuvo que la demanda del sector emprendedor mexicano es mayor, “es un fondo muy demandado por los empresarios, por lo que se pretende seguir invitando a la comunidad que desarrolla proyectos de base científica y tecnológica para ayudar a detonar el crecimiento de sus empresas”.
En ese sentido, la funcionaria aseveró que los proyectos de base tecnológica conllevan muchos riesgos, entre los que destacan el tiempo y los recursos necesarios. “En el FIT tratamos de involucrar todo el proceso, desde una idea hasta llegar a ser un producto o un servicio innovador, son nueve etapas de acuerdo con la metodología de Technology Readiness Level (TRL), de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés)”, aseguró.
En la convocatoria presentada se incluyó una guía para que los emprendedores puedan ubicar en qué etapa de maduración tecnológica están, con la finalidad de que el plan proyecto que presentan esté lo más completo posible.
“En esta guía no solamente se introdujeron conceptos de maduración de la tecnología, también hay normas de calidad que permiten garantizar procesos de gestión de tecnologías dentro de las empresas; introduciendo estos dos conceptos pretendemos formar también en el tema de la gestión y desarrollo de las empresas de base tecnológica”, dijo Teresa de León.
Comentó que se pretende que los emprendedores de base tecnológica logren impactar en la sociedad con proyectos innovadores que le hacen falta al país. “Necesitamos formas innovadoras de resolver problemas de México”, expresó.
Otra de las novedades de esta nueva convocatoria 2016, es que se darán apoyos a personas físicas con actividad empresarial con menos de dos años de alta en el Sistema de Administración Tributaria (SAT), y personas morales con menos de dos años de constitución, en ambos casos con un apoyo de hasta cinco millones de pesos.
La directora general de Programas de Desarrollo Empresarial del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) dependiente de la Secretaría de Economía (SE), María del Sol Rumayor Siller, dijo que este tipo de convocatorias son un gran motor que permite el surgimiento de cadenas de emprendimiento. “De un buen emprendimiento tecnológico se puede detonar una industria, y la cultura emprendedora ha evolucionado en los últimos 20 años gracias a la participación de las instituciones que han incentivado a través de subsidios lo que nos ha permitido ponernos al día con la producción tecnológica que generamos como país”.
Según la funcionaria del Inadem, México debe buscar la generación de patentes que se puedan vender y distribuir en el mercado, “es el reto que transforma a una economía, es generar emprendimiento a través de la ciencia y tecnología. Por eso este fondo es tan relevante, porque buscamos que todo tenga una salida productiva en un corto plazo, todo orientado a la realidad actual de México”, aclaró en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Uno de los casos de éxito más representativos del FIT es el de ProBionics, una empresa apoyada en el 2010 encargada del diseño y desarrollo de prótesis robóticas y órganos artificiales de alta tecnología. En ese sentido, Armando Bravo Castillo, fundador de ProBionics, comentó que la tecnología que ellos desarrollan es muy compleja por lo que tuvieron que generar un proyecto por etapas claras.
“El Fondo de Innovación Tecnológica nos apoyó en una de las etapas más complicadas, que incluso representó una crisis tecnológica para la empresa, ya que tuvimos que desarrollar una batería biocompatible para implementarla en un brazo robótico, que hoy en día tiene una forma antropomórfica y se logró gracias al apoyo”, explicó el emprendedor mexicano.
Para Bravo Castillo, el FIT es una plataforma amigable y sus herramientas son cada vez más accesibles, por lo que los emprendedores pueden abocarse más a su desarrollo tecnológico que en la misma gestión para conseguir los fondos. “Debe ser una convocatoria que llegue a los centros de innovación para el beneficio de los jóvenes emprendedores”.