Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. (Agencia Informativa Conacyt).- Ante la necesidad de contar con herramientas efectivas para el diagnóstico de posibles daños neurológicos en pacientes recién nacidos y sus alteraciones en el neurodesarrollo, especialistas de las facultades de Enfermería e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrollaron un método para el diagnóstico del control cefálico.
El maestro responsable de la Unidad de Investigación en Pediatría de la Facultad de Enfermería, Jorge Alberto García Martínez, explicó que el neurodesarrollo de los bebés es progresivo desde su nacimiento, por lo que es importante darle un seguimiento oportuno para detectar posibles alteraciones.
“Si todo funciona bien en el sistema nervioso central, esto se verá reflejado en el movimiento y el primero que tenemos como seres humanos es el control de la cabeza, a partir de él, vienen hitos de desarrollo como girar, sentarse, arrastrarse, gatear y, finalmente, caminar. Si el control cefálico no se consolida en tiempo y forma, el resto del desarrollo del bebé se verá afectado”.
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La propuesta tecnológica se basa en un acelerómetro que se coloca en la posición Cz —una posición en la cabeza establecida en el Sistema Internacional 10-20, para la medición de electroencefalografía— y a través de una maniobra de verticalización, el bebé debe llegar a los 90 grados permitiendo medir el movimiento progresivo de la cabeza hasta llegar a la vertical. La propuesta integra también un software con el que se representa, gráficamente, si hay o no control de la cabeza en el recién nacido.
“El proyecto, diseñado en conjunto con los doctores Carlos Guzmán Martínez, de la Facultad de Enfermería, y Carlos Andrés Pérez Ramírez, de la Facultad de Ingeniería, y el pasante de ingeniería biomecánica Juan Carlos Pérez Covarrubias, consiste en un acelerómetro y un software que genera gráficas de ángulo y aceleración de la cabeza del paciente pediátrico donde podemos ir viendo cómo la pendiente en la gráfica va disminuyendo el tiempo hasta llegar a los 90 grados y su estancia en esa posición. Ellos se encargaron también de la conversión de los datos analógicos a digitales a través de la computadora donde se realiza el procesamiento”.
El objetivo de este desarrollo tecnológico es que se convierta en un instrumento portátil de tamizaje que proporcione datos precisos acerca del desarrollo de la cabeza del bebé, de fácil manejo y accesible para cualquier consultorio pediátrico.
“Actualmente estos estudios se llevan a cabo en la comunidad pediátrica de manera cualitativa, y depende de la evaluación subjetiva de cada especialista. Con este dispositivo, lo que obtenemos es una gráfica para su interpretación. Por otra parte, existe la opción para hacer estos estudios en laboratorios de biomecánica que, si bien cuentan con todas las bondades tecnológicas, suelen ser caros y poco accesibles para toda la población. La idea de este acelerómetro es que sea una herramienta diagnóstica, portátil, de bajo costo, que esté al alcance de cualquier consultorio pediátrico y, con su ayuda, se puedan detectar alteraciones del desarrollo en los bebés y poder canalizarlos a terapia a tiempo”.
El docente responsable de la Unidad de Investigación en Pediatría de la Facultad de Enfermería destacó que el método, que se encuentra en proceso de patente, se ha sometido a pruebas para sacar los percentiles necesarios para su validación. “El primer estudio que hicimos fue con niños factores de riesgo para daño neurológico, principalmente prematuros extremos, tardíos y moderados; actualmente lo estamos haciendo con bebés sanos, que será nuestro grupo control para la validación del método”.