FUENTE: Antimio Cruz Bustamante, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Mi Patente. [email protected]
Ingenieros mexicanos que fundaron la empresa de base tecnológica Vivoxie, solicitaron el registro de patente y también registros de derechos de autor para el primer guante de realidad virtual que permite sentir el frío, calor y rugosidad de objetos creados en mundos virtuales, así como para software que se usa en algunas de las funciones de este dispositivo electrónico. El invento mexicano llamado PowerClaw será presentado en Alemania el 17 de agosto.
Desde que comenzaron a desarrollarse programas de cómputo que crean escenarios virtuales comenzó la fabricación de dispositivos llamados interfaces que pueden ingresar información a la ejecución del programa de cómputo o extraer información del mismo. Los interfaces más antiguos son los teclados, pero hay otros que envían y reciben información de manera más rápida como los controles de videojuegos y los mismos ratones o “mouse” de escritorios. Los guantes de realidad virtual pertenecen a esta familia, pero son instrumentos más nuevos y complejos.
Desde principios del siglo XXI se han inventado diferentes tipos de guantes de realidad virtual que permiten sentir la dureza o el peso de un objeto, pero ninguno había alcanzado el grado de especialización del guante mexicano PowerClaw, que estimula los receptores de piel que identifican temperatura, siempre y cuando el guante reciba esa señal, ya sea desde un video juego o desde un equipo de medicina a distancia o telemedicina.
“No hay nada igual en el mercado. Aunque hay otros guantes de realidad virtual que permiten sentir vibraciones o dureza de objetos de realidad virtual, con este guante pueden sentir el frío del viento en las manos, el calor del fuego, hasta cierto nivel de seguridad, o la rugosidad de la piel de un rinoceronte”, dijo en entrevista con Mi Patente el ingeniero Alyed Tzompa, líder del proyecto y director general de la empresa Vivoxie.
Para que el desarrollo tecnológico pasara de la fase de idea a prototipo y que realizara trámites para proteger su propiedad intelectual, la empresa Vivoxie recibió asesoría de diferentes instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Secretaria de Economía (SE) y la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC)
Lo que ya se tiene listo para venderse es un dispositivo o interface que puede ser usado en muchos campos donde se transmiten datos que se pueden traducir a impulsos sensoriales, como en la telemedicina, la educación a distancia y, desde luego, los videojuegos.
“El guante puede ayudar a un médico que en el futuro ofrezca una consulta a distancia y pueda sentir la temperatura de un paciente o puede ayudar a personas que estén recibiendo capacitación a distancia sobre un equipo, por ejemplo en la industria automotriz. Las aplicaciones son múltiples a partir de lo que ya estamos presentando al mercado”, dice Alyed Tzompa.
Lanzamiento mundial
Vivoxie ha trabajado en el desarrollo y protección legal del producto durante dos años y medio. Con este camino recorrido, realizarán el lanzamiento mundial del guante mexicano en la feria de tecnología más importante de Europa: Gamescom 2016, en la ciudad de Colonia, Alemania.
“Hace un año teníamos un prototipo funcional y este año tenemos un producto final que es el que estamos poniendo a la venta como parte de una campaña de fondeo abrimos el pasado lunes 8 de agosto, a través de la plataforma https://www.indiegogo.com. Estamos pidiendo el apoyo de la gente para que nos ayuden a crecer, al mismo tiempo que podrán tener la primera versión de este guante en las manos. Es el mismo guante que vamos a presentar y vender en Alemania”, indicó el ingeniero Tzompa.
Desde su origen, en 2009, Vivoxie empezó como una empresa de desarrollo tecnológico. En 2010 se acercó a FUMEC, que les asesoró a través de su aceleradora de negocios de base tecnológica TechBA, y los puso en contacto con Conacyt y con ProMéxico, que es el organismo de la Secretaría de Economía encargado de promover las exportaciones mexicanas.
Vivoxie informó que a lo largo del proyecto trabajó con diferentes universidades públicas mexicanas que reforzaron su propio trabajo de investigación.
“No desarrollamos el guante solos. Tuvimos ayuda de muchas instituciones en muchas fases. A nivel académico recibimos ayuda de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), en el desarrollo de software; del Instituto Tecnológico Superior de Huichapan (ITESHU), en las pruebas del prototipo, y de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), en la electrónica. Una parte muy importante de este trabajo en equipo fue definir cuáles son los límites seguros para manejar el equipo; no sólo los límites en cuanto a lo que sientan los usuarios, sino en seguridad para la operación eléctrica y de temperatura para no dañar a quien la utilice”
Un dato importante en cuanto a la estrategia de protección a la propiedad intelectual del guante es que se eligió un modelo de derechos de autor que permite que otros creadores de programas de cómputo o software construyan nuevos programas originales a partir de lo que ya están lanzando al mercado los mexicanos. Así el mismo guante podría adquirir muchas más aplicaciones.