Alarmantes los indicadores de obesidad en niños y jóvenes, alerta especialista
La enfermedad de la obesidad afecta no nada más la panza y el abdomen, sino el sistema metabólico, a edades muy tempranas, por lo que cuatro de cada 10 niños, esto es, 40 por ciento de los niños mexicanos, ya presentan afección del hígado similar a las personas que beben alcohol aunque estos sin haber probado una sola gota, de ahí que en la etapa de su infancia desarrollen con mayor frecuencia la diabetes, cuando debieron padecerla a los 60 o 70 años.
Tras de que en la década de los 50, 60 y 70 había en México una gran prevalencia de desnutrición asociada con una gran mortalidad infantil, en el último cuarto del siglo pasado se empezó a dar una transición epidemiológica hacia la obesidad, por lo que empezaron a surgir enfermedades no transmisibles como la diabetes y el cáncer.
Al decir del doctor Salvador Villalpando Carrión, encargado de la Clínica de Obesidad del Hospital Infantil de México, cuando en 1999 se conocieron los resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, el 28 por ciento de los niños padecía de obesidad, lo cual fue considerado como “muy alarmante”.
Pero no fue sino hasta poco después, entre el 2000 y 2006 cuando se dio la alarma; sin embargo, señaló, “no nos la creímos, aunque para el 2006 ya había incrementado 34 por ciento la obesidad en niños de seis a 11 años, y para 2012 no habíamos logrado bajar esta enfermedad, con todo y que ya estábamos en alerta”.
En 2003 comenzó a trabajar la Clínica de Obesidad en el Hospital Infantil, debido al interés que ya había en el sector por atender a niños con sobrepeso y obesidad, aunque de acuerdo con Villalpando Carrión, en niveles epidémicos es imposible brindar ese tipo de atención a toda la población objetivo. Aun así, recordó que dicha clínica es pionera en su tipo y se ha renovado y mejorado.
“Como en muchas otras clínicas a nivel mundial –dijo–, las tasas de éxito para quitar la obesidad en población infantil son muy bajas, de menos del 10 por ciento, y en el Hospital Infantil tenemos una tasa de éxito del seis por ciento a doce meses. Esto quiere decir que al seis por ciento de los pacientes que entraron con obesidad, después de un año de haber sido intervenidos han quedado sin ésta. O sea, tenemos 94 por ciento de fracaso porque el tratamiento de la obesidad es muy complejo y tiene muy pocos resultados”.
Dijo que uno de los factores muy importantes de la obesidad es el consumo de azúcares añadidas, por lo que cerca del 30 por ciento de los niños entre seis y 11 meses de edad ya están consumiendo bebidas azucaradas y hasta carbonatadas. “Las mamás, las abuelitas, los papás, están cómodos con ver que el niño está rollizo en su casa al lado de un niño delgado, pero un niño delgado sigue siendo uno normal”. (Agencia ID)