Forma parte de un equipo científico multidisciplinario que realiza estudios tanto para entidades sanitarias europeas como para la industria
Una vez terminado el doctorado en física con especialidad en materiales, el mexicano Omar Lozano García supo del requerimiento de la Universidad de Namur, en Bélgica, de un profesional con su perfil académico que tuviera conocimiento en haces de iones para desarrollo de proyectos en el área de nanotoxicología. Al momento de ser aceptado para cubrir la vacante, se abrieron las puertas del connacional para colaborar en diversas investigaciones con el objetivo de proveer conocimiento a entidades gubernamentales en Bélgica y Europa del riesgo de exposición de diversos nanomateriales, con las que se cimentaron las bases de reglamentación de su uso.
“La nanotecnología se aplica en cada vez más ámbitos de la ciencia. Pero ello también mueve a los involucrados a considerar mejores materiales, más seguros, y los efectos secundarios de los ya existentes”, comenta el ingeniero físico industrial egresado del Tecnológico de Monterrey.
El ahora doctor en física Lozano García llegó a Bélgica en 2010 y se integró a un equipo científico multidisciplinario conformado físicos, químicos y expertos en biología celular, medicina y farmacología. Sus investigaciones tenían como objetivo conocer los efectos tóxicos de algunos nanomateriales, incluso en modelos in vivo de roedores.
Los resultados aportaron para normativas vigentes acerca de los límites de seguridad de exposición, además de posibles efectos tóxicos, de diferentes tipos de nanomateriales. El equipo multidisciplinario, que fundó el Namur Nanosafety Centre (NNC), trabajó con metales, como oro y plata, con estructuras de carbono, como nanotubos, además de carburo de silicio y de titanio, así como óxido de cobre, entre otros.
“En la minería o en procesos de energía nuclear, por ejemplo, se emplean nanopartículas de carburo de silicio y de titanio para recubrimientos por su alta resistencia. Nosotros encontramos que exposiciones agudas en animales el impacto es bajo, en otras palabras, los índices de toxicidad son menores.”
“Con investigadores italianos estudiamos oxido de silicio que se utiliza para evitar humedad y se emplea en la industria alimentaria, por ejemplo, en sustitutos de crema para café. Vimos que tiene ciertos efectos a nivel celular pero para un daño tóxico se necesita consumir cantidades muy elevadas”, detalla el maestro y doctor en física por la Universidad de Houston, en Estados Unidos.
Actualmente, el científico mexicano trabaja en el Centro de Investigación Biomédica del Hospital Zambrano Hellion, del Tecnológico de Monterrey, en el área de cardiología, donde diseña nuevos vectores para poder entregar moléculas de una manera más eficiente, tomando en cuenta siempre la nanoseguridad. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y cuenta con el reconocimiento científico de Chargé de Recherche que entrega el gobierno de Bélgica de habla francesa y sigue colaborando a distancia con el NNC.
Omar Lozano García es co-fundador del capítulo Bélgica de la Red de Talentos Mexicanos, ahora conocida como Red Global Mx. (Agencia ID)