Sus usos van desde la protección de vidrio o madera, hasta monumentos históricos o vehículos y estructuras en los que quiera proteger de corrosión
Una académica y una estudiante de maestría de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) obtuvieron un producto que repele moléculas de agua y que al mismo tiempo elimina partículas del medio ambiente que pueden contaminar la superficie en la que se aplique.
El recubrimiento combina nanopartículas de óxido de silicio (SiO2) con óxido de titanio (TiO2), cuya síntesis dio pie a una patente para la institución por el tiempo de reacción, pues de acuerdo a la literatura científica productos similares lo llevan a cabo en 48 horas, y la realización de las científicas mexicanas lo hace en cuatro horas.
El proyecto fue conducido por la doctora Karen Esquivel Escalante, quien en entrevista señala que el trabajo surge de la idea de proteger monumentos históricos de la ciudad de Querétaro, pues por estar a la intemperie están expuestos a compuestos contaminantes en el ambiente y a las condiciones hidrológicas. “El producto puede ser aplicado en superficies lisas, como vidrio, rugosas como madera o concreto, y empezamos a hacer pruebas en textiles, principalmente en algodón. Es completamente incoloro y se coloca como un barniz que al secarse queda adherido y no permite la absorción de líquidos o agentes contaminantes”.
La innovadora mezcla de nanopartículas de los óxidos de silicio y titanio se obtuvo mediante el proceso de sonoquímica, que consiste en una reacción química generada por la transmisión de ondas sonoras gracias a un equipo de laboratorio especializado.
Cabe destacar que la calidad de hidrofóbico o que repele las moléculas de agua se debe al óxido de silicio modificado con un siloxano, compuesto polimérico usado en la elaboración de antitranspirantes y responsable de que el sudor corporal no se impregne en la ropa.
En tanto que la propiedad de ser anticontaminante la brinda el óxido de titanio, pues tiene la cualidad de destruir contaminantes como óxidos de nitrógeno y de azufre, compuestos orgánicos volátiles o partículas de materia orgánica, fecal y hasta virus.
El producto fue sometido en una cámara de intemperismo a pruebas de eficiencia, como condición de humedad, radiación ultravioleta y vientos controlados, donde se determinó que la duración del recubrimiento es de tres meses.
La doctora Esquivel Escalante explicó que el trabajo fue el proyecto de tesis de Brenda Alicia Rosales Pérez, alumna de maestría en ciencias con línea terminal en nanotecnología.
“Ahora podemos decir que el costo de recubrimiento oscila entre 50 y 70 pesos por diez mililitros, mismos que al ser incorporados a un aerosol brindan enorme rendimiento. Quedan por realizar pruebas para escalarlo industrialmente y que sea viable su comercialización”, concluye la investigadora en nanotecnología para la UAQ. (Agencia ID)