Por Tania Robles
México, DF. 3 de febrero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Alzar la mirada y contemplar un cielo oscuro lleno de estrellas ha quedado en el pasado por la contaminación lumínica que existe hoy en día. Para esto, existe la iniciativa Derecho a los Cielos Oscuros que busca volver a tener noches iluminadas por los astros.
De esta forma se llevó a cabo durante tres días la reunión internacional Derecho a los Cielos Oscuros, organizada por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la que expertos en temas de política científica y astronomía se dieron a la tarea de debatir y conformar talleres para conseguir que avance la legislación en el tema de noches oscuras en México y el mundo.
Importancia astronómica
La contaminación lumínica está definida como aquella luz que escapa por arriba del horizonte y afecta su entorno. Los problemas causados impactan la vida silvestre, la economía y la investigación astronómica. Ha crecido a la par con la revolución industrial.
Las principales causas de una iluminación inadecuada son el uso de lámparas de potencia mayor a la necesaria y la instalación incorrecta de luminarias que ocasionan que el haz de luz no esté bien dirigido al suelo y escape por arriba del horizonte. |
El hecho de que exista la propuesta de cuidar y conservar cielos oscuros surge de la antigua relación que la humanidad tiene con el cielo. Desde antiguas civilizaciones que utilizaron el cielo diurno y nocturno para calendarizar sus cultivos, hasta los que aprendieron a guiarse de acuerdo con la posición de las estrellas, es que mana la importancia de conservarlos, pues también debe considerarse como un recurso para la investigación astronómica, por lo que se considera su conservación como parte del cuidado al medio ambiente, resguardo de la cultura y del desarrollo sostenible.
Esta no es la primera vez que se realiza un evento de este tipo, en 2007 se llevó a cabo la Conferencia Internacional en Defensa de la Calidad del Cielo Nocturno y el Derecho a Observar las Estrellas en Islas Canarias, España. En esta conferencia se realizó la Declaración Sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas.
Esta declaración enunció seis puntos clave para cumplir el objetivo, entre los que destacan la recomendación a los gobiernos de proteger los cielos nocturnos, especialmente los referentes a zonas de interés para la observación astronómica y patrimonio astronómico, así como instaurar el 20 de abril como Día Mundial a favor del Derecho a la Observación de las Estrellas.
Ahora, del 20 al 22 de enero, en el Centro de Cultura Digital en la Ciudad de México, se reunieron invitados a discutir y resolver algunos objetivos con el intercambio de experiencias e información sobre la contaminación lumínica en México y el mundo para establecer líneas de trabajo en la investigación científica de la astronomía, conformar bases para impulsar una normativa en la iluminación nocturna y el desarrollo sostenible de esta, concienciar a la población sobre la importancia de mantener cielos oscuros y la relación del tema con la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
México en la conservación del cielo nocturno
Durante el encuentro en nuestro país, el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, José Franco López, explicó que es necesario conformar alianzas con la industria del alumbrado, pues su mal diseño es un factor fundamental en esta problemática. Para esto, se dio a conocer que 30 por ciento del presupuesto de los municipios es destinado al consumo eléctrico, del cual 70 por ciento se dirige al alumbrado público y el restante a distribución de agua potable y otras actividades. Esto representa una disminución importante en el gasto público que se obtendría si se hicieran cambios en el tema del alumbrado mal dirigido.
“Es importante pensar en las luminarias de diferentes maneras, no solamente son para la seguridad, también pueden ser obras de arte. Por otro lado, dan un servicio que cuesta mucho y toda la luz que se va hacia el cielo significa un desperdicio de dinero de los contribuyentes y un desperdicio de energía. Si logramos tener luminarias adecuadas para que la luz vaya hacia abajo, se ahorrará una cantidad de dinero gigantesca”, comentó Franco López.
México tiene uno de los mejores cielos oscuros de todo el mundo, lugar en donde está instalado el Observatorio Astronómico Nacional, en San Pedro Mártir, Ensenada, Baja California. Desde su formación e instalación, existió un recurso legal que buscó conservar las actividades primordiales del observatorio, es decir, la observación astronómica, para lo que enumera la necesidad de conservar las condiciones óptimas primordiales. Este decreto fue expuesto en el Diario Oficial de la Nación el 17 de febrero de 1975.
Reglamento para la prevención de la contaminación lumínica en el municipio de Ensenada, Baja California”, expresa el doctor Fernando Ávila Castro, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM en Ensenada, Baja California.
El decreto solo estaba dirigido a la zona de San Pedro Mártir y fue resuelto en una época en que las ciudades alejadas aún no tenían la urbanización actual, “es algo natural que las poblaciones crezcan y con ello el brillo de la ciudad. A principio del 2000, personal del observatorio se acerca a las autoridades para platicar y ver soluciones. Siguiendo con legislaciones como Islas Canarias o Hawái, en 2006 se declara en Ensenada el primerEn 2010, se norma y regula la contaminación lumínica de forma estatal con una reforma para la Ley de Protección al Ambiente para el Estado de Baja California. Posterior a esto, en 2011, Mexicali crea su reglamento para prevenir la contaminación lumínica.
Con el encuentro Derecho a los Cielos Oscuros, se establecieron normas y sugerencias técnicas de expertos y que podrán aplicarse a escala global. Se plantea el trabajo regional en el cual Sonora, Baja California, Arizona y California —estados con importantes observatorios para México y Estados Unidos— colaborarán en el mejoramiento de las condiciones del cielo en ese bloque de estados.
Además, en los talleres impartidos en el recinto se trataron tres ejes principales: monitoreo de la contaminación lumínica, legislación y normas técnicas de iluminación y educación para transmitir la información.
“Hay varios temas que impactan la contaminación lumínica, tenemos el alumbrado público en el que ha habido una explosión en el uso de luminarias LED, y en la cual se ha trabajado para que sea lo menos invasiva posible, que el haz de luz sea emitido completamente hacia abajo y no haya invasión lumínica al horizonte, que la intensidad sea la adecuada para minimizar el reflejo en el suelo y no se produzcan sombras. También el color de la luz del LED, que debe ser de tono cálido como el color rojo, ya que la luz azul se dispersa más en la atmósfera y puede viajar más lejos y afectar observatorios a cientos de kilómetros. Por otro lado, regular los anuncios publicitarios en horas de operación e intensidad. Finalmente, un problema a largo plazo son las mineras a cielo abierto”, agregó el doctor Ávila Castro.
Existe un gran interés por parte del gobierno mexicano en la regulación de esta problemática, dado el ahorro de energía, cuidado del ambiente y beneficios en la iluminación que esta normatividad traería al país. Próximamente se presentarán los resultados de esta reunión de expertos para dar a conocer los puntos clave para enfrentar este problema.
Según la ONU, dentro de dos décadas el número de personas residentes de ciudades urbanas aumentará en mil 700 millones. Por lo que más de 75 por ciento de la población mundial vivirá en un entorno urbano.
Actualmente en zonas urbanas, solo son visibles tres por ciento de las estrellas existentes en el cielo, afirma Nibiru Sociedad Astronómica de la Facultad de Ciencias. Hidalgo, Puebla, Estado de México, Morelos y Ciudad de México conjuntan la mayor zona de contaminación lumínica en el país. De acuerdo con el Instituto de Astronomía de Ensenada, UNAM, países como Chile, España, Estados Unidos y Puerto Rico también han implementado legislaciones para prevenir y combatir la contaminación lumínica. |