Por: Claudio Ulloa Escobedo
En 1886, Karl Friedrich Benz recibió la primera patente de la historia de la industria automotriz, la cual fue expedida por la oficina Alemana de Patentes con el número 37435 (Fig. 1) con el título “Motorwagen” o Automóvil. A partir de dicho acontecimiento histórico, el sér humano ha sido cautivado por las máquinas de auto locomoción.
El desarrollo de nuevas tecnologías e innovación en la industria automotriz, contrario a lo que muchos pueden creer, no solamente se realiza en los centros de diseño de marcas mundialmente conocidas como: VW, Ferrari, Porsche, entre otras, sino también, por aquellas empresas independientes y especializadas en campos muy específicos de la industria automotriz. Lo anterior, obedece a la imposibilidad financiera que tienen las marcas fabricantes de automóviles de invertir recursos propios en ciertos sectores de dicha industria, que con el paso del tiempo han obtenido un avance y desarrollo considerable. En la actualidad, se puede observar dicho progreso principalmente en: la dinámica del vehículo, óptica, desarrollo de materiales, ruido, vibraciones y aspereza (NVH, por sus siglas en inglés).
Muchas de las compañías independientes cuentan con un área dedicada a la investigación y desarrollo. En ciertas ocasiones, las empresas independientes, realizan proyectos por encargo, ya que de esta forma, las grandes compañías automotrices pueden aprovechar los conocimientos adquiridos de las pequeñas empresas, y a su vez, obtener tecnología exclusiva. Por otra parte, las grandes empresas del sector automotriz se benefician al disminuir sus costos evitando la inversión financiera al igual que la contratación de capital humano especializado para ciertas áreas del sector.
Ahora bien, aquellas pequeñas e independientes empresas del sector automotriz concentran la mayor parte de sus esfuerzos en áreas de vital importancia de la técnica automotriz. Dichos esfuerzos tienen como resultados la creación y desarrollos propios de patentes, modelos de utilidad o diseños industriales, los cuales se traducen en derechos de exclusividad, que a su vez licencian a terceros
para la explotación de dichos derechos, y así obtienen recursos.
Los beneficios financieros obtenidos sirven para continuar con la creación al igual que el desarrollo de futuros proyectos. Las aportaciones de dichas empresas al sector automotriz permiten la constante mejora e innovación de la industria. Las invenciones que realizan estas empresas, son contribuciones invaluables no sólo para la industria automotriz, sino también para otros ámbitos, como lo pueden ser el derecho, la ciencia y la tecnología. Un claro ejemplo de las importantes aportaciones a la industria hoy en día es el avance de los vehículos de calle con motores eléctricos, ya que ahora no sólo sirven para transportarse dentro de un campo de golf, sino que tienen una autonomía superior a 200 km. utilizando motores que pueden girar hasta 12,500 vueltas por minuto (12,500 rpm) y logran una velocidad máxima de 200 Km/h con una aceleración de 0 – 100 Km/h en 3.9 segundos, misma aceleración que logra el Porsche 911 Turbo.
Por último, el estudio y la práctica del derecho tienen un rol fundamental en la industria automotriz. El derecho en el ámbito de la Propiedad Intelectual, proporciona recursos de vital importancia para que aquellas empresas innovadoras puedan continuar con mayores inversiones en desarrollos tecnológicos posteriores. Con base en lo anterior, podemos afirmar que la Propiedad Intelectual es uno de los principales motores de la industria automotriz.