FUENTE: Adrianni Zanatta., Adrianni Zanatta Alarcón, Departamento de Ingeniería Mecánica, Politecnico di Milano., Via La Masa 1, 20156 Milano, Italia, [email protected].
¿Qué es la Industria 4.0?
Para obtener una respuesta a esta pregunta tenemos que verificar los sucesos históricos que nos han llevado a esta cuarta revolución industrial o industria 4.0.
La primera era comenzó con la puesta en marcha del funcionamiento de las máquinas a través del uso del vapor (finales del siglo XVIII), logrando cambiar de un trabajo manual a un trabajo mecánico, mejorando la transformación de materias primas a productos finales, reduciendo costos y tiempos de elaboración, consiguiendo así lograr satisfacer la alta demanda del mercado.
Una de las desventajas de esta técnica era la baja calidad final del producto y una alta deshomogeneidad de la geometría de las piezas que provocaba un alto porcentaje en piezas de descarto.
Para reducir los tiempos y maximizar la productividad viene puesta en marcha la era 2.0 o la segunda revolución industrial (inicios siglo XX), que con el alcance de nuevas tecnologías como es el desarrollo del motor a combustión interna y el uso de combustibles fósiles permitió la integración de un sistema de manufactura en línea, ya sea para la fabricación de componentes o para el ensamblaje de los mismos. Uno de los ejemplos más representativos es la línea de ensamblaje del Modelo T de Henry Ford.
Esta nueva era permitió reducir aún más los tiempos de elaboración, mejorar la calidad y aumentar la homogeneidad del producto final.
En los años 70’s llegamos a la industria 3.0 que es basada en el conocimiento, a través de las tecnologías de la comunicación, con la invención de ordenadores de alto rendimiento, teniendo la capacidad de realizar diversas actividades como son: La aplicación de Diseño Asistido por Computadora (CAD), Manufactura Asistida por Computadora (MAC) y con la sinergia de redes e interfaces como el Internet, se ha logrado optimizar la planeación y manufactura de nuevos productos, disminuyendo tiempos, mejorando la calidad, el acabado final del producto y obtención de tolerancias milimétricas.
En los últimos años, se está hablado de la industria 4.0, la era que transforma lo analógico por lo digital, las grandes cadenas de montaje con pequeños laboratorios especializados de impresión 3-D, los sistemas rígidos a los sistemas flexibles de organización y producción, es decir, se está apostando por los productos inteligentes.
La manufactura Aditiva (AM) permite realizar la impresión 3-D de objetos creados mediante el uso de software CAD. Este proceso de manufactura consiste en la deposición de capas de material (en forma líquida, en polvo o en forma de filamento), las cuales son fusionadas capa por capa hasta obtener el objeto final. Con esta técnica se minimiza considerablemente el desperdicio de material, se obtienen geometrías más complejas y tolerancias más estrictas (Jewell, 2013).
Un punto disruptivo de la era 4.0 tiene enfoque en las nuevas tendencias que debe afrontar la legislación de la Propiedad Intelectual Mundial, ya que con la oportunidad de mejorar la productividad, también nace el concepto de reingeniería inversa, con la implementación de lectores digitales o foto cámaras que procesan una imagen física tridimensional para convertirla en una producción digital, es decir se obtiene el diseño CAD del producto (Berman, 2012).
Esta tecnología facilita la producción de la manufactura, pero también facilita al usuario a obtener el diseño de un producto y ser impreso en el hogar, sin tener en cuenta las leyes de Propiedad Intelectual, pudiendo causar indirectamente daños intangibles a los diseñadores e inventores. La investigación de este tipo de desafíos y la forma de abordarlos es de gran importancia para fomentar una nueva revolución industrial. Por lo tanto, en este texto se presentan algunas sugerencias sobre cómo hacer esto y al mismo tiempo invitar a otros especialistas para colaborar en la investigación sobre estos temas.
Las leyes de propiedad Intelectual están basadas en la protección del conocimiento, desde la transformación de un objeto que resuelve un problema técnico, la mejora de un producto, así como la protección de un modelo o diseño industrial. Este derecho es otorgado por los organismos de propiedad Industrial de cada nación, monitoreados a su vez por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), que establecen las reglas del juego a través de acuerdos entre las naciones. La finalidad es otorgar una recompensa de exclusividad para comercializar el esfuerzo realizado por un tiempo determinado que depende del modelo de protección.
Este derecho adquirido posterior al proceso base de protección industrial premia el esfuerzo de los inventores o diseñadores, el tiempo de desarrollo y los recursos implementados para la realización de una invención, teniendo así el derecho de producir su invención directamente, venderla u otorgar licencias de uso a terceros para poder generar recursos económicos, esto hasta la fecha final de protección, para posteriormente convertirse en conocimiento del dominio público.
Tomemos como ejemplo el esquema de protección del modelo o diseño industrial (contenidos creativos), que dado al tipo de material creativo es el que se verá principalmente afectado, por su fácil reproducción con el uso de impresoras 3-D, así como de ser compartidas y de convertirse accesibles en pocos segundos gracias al Internet (Depoorter, 2014).
Conociendo estos nuevos retos para la propiedad intelectual existen usuarios que han optado por una plataforma Open Source, mismas que permiten a los usuarios compartir sus creaciones de forma gratuita para ser descargadas por otros usuarios y ser impresas en sus hogares. Si bien este tipo de plataformas fomentan el intercambio de ideas, también crean algunos problemas desde el punto de vista industrial.
Por ejemplo, una desventaja de este tipo de plataformas es la desmotivación de los diseñadores industriales que realizan un enfoque de diseño con implementación comercial, por lo que se puede ver afectado por una baja inversión en la creatividad, en investigación e infraestructura.
La motivación para los diseñadores industriales es optar por una innovación constante y una personalización de los productos, además de una sinergia con componentes mecánicos que permita una mejora continua de los productos y la resolución de problemas técnicos en específico.
El desafío para los organismos de Propiedad Intelectual es que se deben de centrar en una ley de copyright internacional que faculte u otorgue una cobertura de protección intelectual internacional a los creadores, teniendo en cuenta que el depósito de los diseños o modelos industriales son accesibles desde las diversas plataformas como DesignView copyright 2007 o el buscador de diseños de la OMPI.
Una nueva estrategia podría ser requerir la codificación del archivo en CAD en el formato STL (Standard Triangulation Language) de reproducción 3-D a los creadores, con esta nueva estrategia fomentar la creación de un Miniprinter Market que tenga la facultad de conectarse a la plataforma de depósito de diseños para acceder al archivo STL.
Un Miniprinter Market puede ser creado en un sector en específico, por ejemplo uno especializado en el departamento del hogar. Es así que la plataforma de TI del mismo se puede conectar directamente al servidor central de la OMPI para tener acceso a todos los modelos y diseños industriales que hacen alusión al tema, poseyendo el usuario final un amplio catálogo, con diseños elaborados por personas de todo el mundo, lo que se verá reflejado en una amplia gama de diseños y formas, posteriormente al seleccionar el diseño deseado se hace la descarga del diseño con su formato STL para ser impreso con la tecnología 3-D. Muchos de estos objetos pueden tener el ensamblaje de otros componentes eléctricos, por lo cual el Miniprintig Market puede contar con el material necesario para su finalización.
La industria 4.0 está revolucionando la forma de hacer las cosas, por lo cual se consolida fuertemente en los distintos sectores del conocimiento, brindando áreas de oportunidad que deben ser evaluadas para garantizar un avance sostenible entre todos los factores presentes en esta nueva era del conocimiento.