Por Felipe Sánchez Banda
Monterrey, Nuevo Léon. (Agencia Informativa Conacyt).-Investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) estudian la síntesis del ácido fólico o folatos en plantas para influir en la calidad nutrimental de alimentos vegetales, mediante la biofortificación de frutas y verduras de alto consumo en México.
El proyecto de folatos en plantas tiene como objetivo estudiar cómo las plantas sintetizan el ácido fólico, una vitamina muy importante para el ser humano. Conocer cómo las plantas crean el ácido fólico o folatos, permitirá a los investigadores influir en una mayor calidad nutrimental de los alimentos vegetales y que las plantas generen mayor cantidad y estabilidad de la vitamina. De esta forma, se logra la biofortificación de los alimentos que permite a las personas consumir porciones más pequeñas y tener acceso a la cantidad de vitamina necesaria para cubrir el requerimiento diario.
“Folatos es la manera natural del ácido fólico, es una vitamina que es indispensable para la vida de cualquier organismo, cuando nosotros consumimos una pastilla o harina fortificada con ácido fólico, este entra en nuestro organismo que lo tiene que transformar en folato y hacer su función de vitamina. Las plantas y los alimentos tienen folatos hechos vitamina, la palabra folato no es tan conocida, pero es la manera activa del ácido fólico”, explicó la doctora Rocío Díaz de la Garza, profesora investigadora asociada a la Escuela de Ingeniería y Ciencias del ITESM.
Vegetales de alto consumo
Este proyecto señala que la deficiencia de folatos está correlacionada con padecimientos como anemia, cáncer, depresión y alzhéimer. La investigación se enfoca en alimentos de alto consumo en México como frijol, papaya, plátano, aguacate, con la finalidad de impactar positivamente en la nutrición de México.
“Está enfocado en alimentos de alto consumo y producción nacional, utilizamos organismos vegetales que tengan capacidad de nutrir grandes cantidades de población y que además se produzcan en México, lo que queremos es que trate de permear tanto en nutrición y, eventualmente, en el sector agrícola”, puntualizó la investigadora.
Además de las ventajas nutrimentales, los científicos del ITESM buscan impulsar el sector agrícola mediante el valor agregado del producto debido a la calidad de nutrición del producto y generar información nutrimental enfocada en el contexto mexicano.
“En el sector agrícola, nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo en averiguar cuáles son las mejores fuentes de folatos en alimentos en México, esta confirmación la publicamos en artículos científicos, pero puede estar disponible para un agricultor que quiera decir el valor nutrimental en folatos de su producto. Este tipo de análisis que hacemos les puede beneficiar porque pueden tener una base científica para decir qué contiene el alimento que producen”, señaló la científica Díaz de la Garza.
En cuestiones de nutrición, los especialistas del proyecto realizan mediciones más exactas para tablas nutricionales, ya que las tablas que tienen disponibles fueron generadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) basadas en alimentos sembrados y producidos en ese país.
“Todo lo hacemos en frutos producidos en México bajo las condiciones de los agricultores de aquí, entonces puede llegar a servir al especialista en nutrición para decir, por ejemplo, aunque la tabla de la USDA diga que el aguacate tiene equis cantidad nutricional, estas mediciones nos indican que tiene 40 por ciento más y el nutriólogo también puede utilizar esta información”, indicó la investigadora.
La doctora aclaró que este proyecto es de larga duración y se divide en miniproyectos que representan una parte del avance, a través de tesis de maestría o doctorado. El resultado de esta investigación busca contribuir a enriquecer las alternativas para el consumo de folatos en diversos sectores de la población en México. Cabe destacar que este trabajo ha sido apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través de dos proyectos de la Convocatoria de Investigación Científica Básica SEP-Conacyt.
“La meta de la biofortificación es hacer que el alimento acumule la suficiente cantidad para que, en una porción, media porción o más, podamos tener lo que necesitamos de la vitamina en un día. Esa es nuestra meta, ir aumentando poco a poco para llegar a esos niveles, que pueda permear en la población mexicana y también lo hacemos con estos alimentos para que puedan llegar a más rincones de la población, incluyendo rural”, comentó la especialista.