AUTOR: Janet Cacelín
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- México es uno de los principales consumidores de PET en el mundo y, de las 800 mil toneladas que se producen cada año, solo 15 por ciento se recicla, según cálculos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat).
Ante esta problemática, dos estudiantes del Instituto Tecnológico de Villahermosa, Tilo Hernández y Ernesto López, desarrollaron un proyecto para reducir y aprovechar los desperdicios de PET al utilizarlos en la construcción de concreto estructural que cumple con la normatividad de construcción mexicana y estadounidense.
El proyecto surgió hace poco más de un año como parte de un trabajo escolar en la carrera de ingeniería civil. Buscaban una idea innovadora que resolviera una problemática ambiental y al mismo tiempo poner en práctica sus conocimientos en ingeniería.
Fue entonces que, según relata Ernesto López en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, con la asesoría de su profesor, el catedrático Carlos Rodríguez Jiménez, pensaron en una forma de crear concreto sustituyendo la grava tradicional que se utiliza en el método tradicional por residuos de PET.
“Atacamos esa idea del concreto estructural. Buscamos antecedentes sobre si había algo parecido, pero no había nada igual a lo que nosotros queríamos hacer. Procedimos a realizar las pruebas para que se adecuaran a las reglas mexicanas de la industria de la construcción y empezamos a hacer nuestros diseños para ver con cuánto porcentaje de PET, sustituyendo la grava, alcanzábamos la norma”, señaló Ernesto López.
El proyecto, que lleva por nombre Propuesta de concreto estructural sustentable utilizando PET como agregado grueso (ROCAPET), participará en el Foro Internacional de Ciencia e Ingeniería en Santiago de Chile el próximo mes de agosto, en su primera experiencia internacional.
Construir y preservar el medio ambiente
Para lograr la preparación del agregado grueso, el PET es cortado en cuadritos y estos son tratados para que tengan adherencia con el cemento y el agua, según explica Tilo Hernández, uno de los realizadores del proyecto.
“Se le llama también concreto estructural porque se puede utilizar en edificaciones. Nosotros estamos manejando f’c, que se refiere a la fatiga del concreto, la resistencia que puede alcanzar. Estamos trabajando con 150, 200, 250, 300 y actualmente logramos el de 350 kg/cm²”, señaló Tilo Hernández.
Para lograr esa resistencia, se realizaron diversas pruebas que consisten en preparar concreto simple, hecho de grava, arena, cemento y agua. A la par se prepara el concreto que utiliza PET para comparar ambos.
De acuerdo con el asesor de los estudiantes, Carlos Rodríguez, en México la única empresa que comercializa un concreto sustentable premezclado es la empresa Cemex, que es líder a nivel mundial.
“No obstante, ellos no usan PET, usan el caucho, pero sus productos no se garantizan para hacer estructuras porque no alcanzan los niveles estructurales de resistencia. En ese caso nosotros ya logramos, mediante varias experimentaciones, tener productos de 150, 250 y el último que logramos fue de 350, totalmente normado, con pruebas que se le hicieron y seguimos perfeccionando nuestro producto”, dijo el profesor.
Asimismo, además de ayudar al medio ambiente con la reutilización de desechos, se busca la preservación de la grava, un agregado pétreo no renovable. “Dentro de algunos años va a haber problemática porque ya no existirá el material. Nosotros lo estamos preservando al utilizar el PET”, señaló.
El profesor asegura que aunque el proyecto constituye un gran logro, la innovación se logrará hasta que sus beneficios impacten directamente a la población.