Fuente: ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Digital Mi Patente, [email protected], www.mipatente.com
Una tecnología original mexicana para mejorar la recuperación de hidrocarburos en yacimientos petroleros presentó su solicitud de registro de patente nacional e internacional ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y fue premiada con el primer lugar del Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El desarrollo tecnológico es producto de un equipo integrado por los investigadores de la Facultad de Química de la UNAM Simón López Ramírez, Margarita Romero Ávila, Cecilia de los Ángeles Durán Valencia, Carlos Mauricio Maldonado Domínguez, Óscar González Antonio, Marco Antonio Almaraz Girón, Roberto Carlos Cañas Alonso, Alan Valentín Solano Velázquez, Luis Enrique Díaz Paulino, Víctor Matías Pérez e Iván Hernández Vargas.
Con esta tecnología se puede conocer cuáles son los diferentes componentes que se encuentran y se mueven dentro de un yacimiento petrolero, la cual ayuda desarrollar procesos de recuperación de hidrocarburos más adecuados.
La patente se solicitó por el desarrollo de una molécula que puede ser depositada en el fondo de un yacimiento petrolero, a unos 2 mil 500 metros de profundidad, resista las condiciones de presión, temperatura y composición extremas, y sea capaz de desplazarse con el agua para indicar cómo se mueven en el seno de las rocas los fluidos del yacimiento.
El trabajo de los universitarios tuvo que resolver varios retos porque debía desarrollarse una molécula biodegradable, no radiactiva (lo más común en la industria es el uso de trazadores radiactivos) y amigable con el ambiente.
El trazador que se consiguió puede aportar información acerca de cómo están los conductos dentro del yacimiento, lo que ayuda a desarrollar una estrategia de recuperación mejorada de petróleo, a través de otras técnicas de inyección, a fin de obtener más hidrocarburos en campos maduros, que son aquellos que ya no liberan de forma natural petróleo, pero aún cuentan con reservas.
Dicho trazador ya ha sido aplicado y se está probando a nivel piloto. El jurado del premio PROFOPI fue integrado también por expertos externos a la UNAM, quienes revisaron un gran número de registros de patente y seleccionaron aquéllas que tenían un contenido innovador fuerte y, sobre todo, una alta posibilidad de ser comercializadas.
El nombre oficial del desarrollo tecnológico es Proceso de síntesis para la obtención de sales catiónicas cuaternarias útiles como trazadores químicos en yacimientos carbonatados y productos obtenidos con el mismo.
Recuperación petrolera
El invento del equipo encabezado por el doctor Simón López Ramírez es útil para la industria petrolera mexicana porque en este país los yacimientos de petróleo no son homogéneos sino que tienen varios tipos de aceites crudos y gases, por lo que se les llama yacimientos carbonatados de alta temperatura.
“El desarrollo es un producto químico que se inyecta dentro de yacimientos petroleros con la intensión de conocer la heterogeneidad dentro del yacimiento”, explicó el profesor del departamento de ingeniería química.
La tecnología desarrollada por el doctor López Ramírez y sus colaboradores forma parte de un gran conjunto de procesos llamados Recuperación Mejorada de Petróleo o EOR (por sus siglas en inglés). De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, cuando se aprovecha un yacimiento petrolero las técnicas tradicionales de extracción, llamadas técnicas primarias y secundarias, permiten recuperar hasta 40 por ciento del contenido de petróleo en el yacimiento. Al usar las técnicas EOR se puede elevar la extracción hasta 60 por ciento o más del contenido del yacimiento.
Existen tres grandes conjuntos de técnicas EOR: inyección de gas, inyección de calor –por ejemplo vapor muy caliente—, o inyección de algunas sustancias químicas, como las que han desarrollado en la UNAM.
“La intención es maximizar la eficiencia del proceso de recuperación mejorada, conociendo cómo se mueven los fluidos dentro del yacimiento petrolero”, agregó el profesor universitario.
En las últimas dos décadas, el profesor Simón López Ramírez también ha participado en más de 14 investigaciones con reportes científicos sobre composición y movimientos de fluidos complejos como el acero fundido y el petróleo.
Realizó investigaciones sobre flujos de acero fundido y la variación de sus temperaturas, cuando laboraba en el Departamento de Metalurgia de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), del Instituto Politécnico Nacional. Posteriormente ha conducido estudios sobre modelado de la viscosidad de crudos; optimización de flujo utilizando inhibidores de turbulencia y modelos para estimar la viscosidad del aceite crudo en condiciones de reservorio, entre otros trabajos.
FOTO 1: Simón López Ramírez encabeza el grupo que desarrolló la tecnología que ganó el premio PROFOPI
CRÉDITO DE LA FOTO 1: DGCS-UNAM
FOTO 2: El invento mexicano es parte de las Tecnologías de Recuperación Mejorada (EOR por sus siglas en inglés), como la que muestra la imagen.
CRÉDITO DE LA FOTO 2: PHYS.ORG