El diseño desarrollado por las estudiantes de la UAM está basado en modelos anteriormente utilizados en la carrera de Ingeniería Ambiental; sin embargo, por medio de un trabajo interdisciplinario, los egresados de la carrera de Diseño Industrial Luisa Fernanda Delgado Ramírez, Alejandro Ávila y María Fernanda García Valtierra, aportaron a la creación de un proyecto más atractivo y funcional, que puede ser elaborado a bajo costo.
El rizotrón innovado está fabricado a partir de envases de productos de limpieza, por ejemplo, generando así polietileno de alta densidad, es decir, una placa de plástico. La estructura está conformada por un contenedor y una pared transparente, la cual tiene que estar inclinada a 30 grados para que la raíz se pueda pegar al cristal, lo que permite a los investigadores realizar el monitoreo. Cabe mencionar que para elaborar el análisis los investigadores primero germinan la planta en suelo contaminado, la cual crece dentro del rizotrón, y posteriormente se realizan los estudios correspondientes.
Para entender mejor el proceso de investigación se realizan dos tipos de estudio: el de largo tiempo, que dura aproximadamente seis meses, en el cual se han analizado matas de maíz, y el de corta duración, de dos semanas y en el que se ha inspeccionado pasto u organismos de crecimiento rápido. Se examinan en los estudios plantas comestibles o no comestibles.
El rizotrón permite hacer medidas de la raíz cada semana para comprobar toxicidad de suelos, mide la longitud y peso de las raíces para saber si la planta cuenta con algún efecto fitotóxico, es decir, si contiene sustancias dañinas en su crecimiento. Si la raíz presenta una inhibición en su crecimiento quiere decir que está contaminada.
También se analizan los daños en el tejido vegetal, en detalle si existe clorosis que se manifiesta con hojas amarillas, deformaciones o necrosis que son zonas muertas, así como la transferencia de contaminantes a partes comestibles de la planta y el riesgo de que el ser humano la ingiera.
Cabe señalar que el cultivo en macetas no permite hacer un análisis del crecimiento de las raíces ni del suelo en el que se encuentran las plantas debido al material y al riesgo de romper las raíces al extraer el cultivo. Además, al crecer de manera artificial el arbusto adquiere características distintas a las que se desarrollan en condiciones naturales debido al espacio con el que cuentan para su crecimiento.
El proyecto del rizotrón fue presentado a nivel mundial en el Congreso de Residuos Sólidos de Ingeniería Ambiental, en Italia, mismo lugar donde se observó que a nivel diseño e investigación México es competitivo, ya que varios asistentes mencionaron que no había nada igual. Sin embargo, se presentaron dificultades al conseguir presupuesto para ir a presentarlo, pero finalmente la UAM otorgó el apoyo, afirmó Luisa Delgado.
La egresada de la UAM Luisa Fernanda Delgado Ramírez enfatizó en la necesidad de difusión de proyectos mexicanos, así como en que se busquen varios enfoques en las investigaciones para mejorar creación de trabajos interdisciplinarios a nivel universidad.
También comentó que el proyecto formó parte de un tema de investigación final en el que fueron asesoradas por la doctora Alethia Vázquez Morillas, la maestra en ciencias Margarita Beltrán Villavicencio, del Área de Tecnologías Sustentables del Departamento de Energía, y el maestro Fernando Shultz Morales, de la carrera Diseño Industrial. (Agencia ID)