Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- Con el objetivo de contribuir al hábito de la lectura y poner al alcance de los usuarios de taxis información científica dentro de las unidades, el doctor en física José de Jesús Franco López, titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia en la Universidad Nacional Autónoma de México (DGDC-UNAM), junto con el director de Medios, Ángel Figueroa Perea, ha dado continuidad al programa Taxis por la Ciencia, promovido en 2011 por el doctor en fisiología René Raúl Drucker Colín, investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Durante la XXIII Semana Nacional de Ciencia y Tecnología (Sncyt), en la explanada del Zócalo de la Ciudad de México más taxistas pudieron sumarse al proyecto —voluntaria y gratuitamente— para ser divulgadores de la ciencia y apoyar la educación en esta gran urbe, informó la asistente de la dirección de Medios de la DGDC-UNAM, Alejandra Encinas Loranca.
“Desde este momento y en adelante, a cualquier taxista que nos presente su tarjetón vigente en alguna de las oficinas*, se le entrega un revistero con folletos, revistas y trípticos, editados en su mayoría por la UNAM. También les damos una calcomanía que deberán colocar en el medallón del auto para distinguirse como promotores del conocimiento y la lectura. Cuando hay mucho tráfico o momentos de espera, el material que les proporcionamos sin costo alguno, puede ampliar o reforzar el aprendizaje, tanto de los conductores como de sus clientes, en temas relacionados con la ciencia”.
Garantía de seguridad con solo un tarjetón
¿Cómo ves?, otro de La Canica y demás impresos que abordan asuntos de interés para la sociedad, vinculados a salud, medio ambiente, tecnología, cultura y muchos otros, son parte de los contenidos del revistero que los choferes interesados en Taxis por la Ciencia deben colocar en el respaldo del asiento delantero del vehículo, puesto que al estar visible los usuarios podrán elegir alguno de su preferencia, revisarlo o mínimo hojearlo durante el trayecto.
Un ejemplar de la publicación“Las personas agradecen el tipo de información proporcionada, debido a que se les ofrece un desplazamiento ameno y provechoso. A los conductores, fusionarse con una institución como la UNAM les da cierto prestigio, lo cual aparte de favorecer su imagen y dar valor agregado a su trabajo, los sitúa en una posición privilegiada al fungir como actores de divulgación de la ciencia en beneficio de los habitantes de la ciudad. Adicionalmente, en virtud de que para ser miembro del programa es requisito indispensable mostrar su licencia (tipo B) o tarjetón vigente, son taxis seguros, no piratas ni mucho menos”, aludió la articulista Encinas Loranca.
Metas y resultados
El programa Taxis por la Ciencia inició en junio de 2011 para dar un mejor servicio, con más calidad y dignificar la profesión de los taxistas, en el caso de la asociación civil Centro para el Fomento de la Educación y la Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México (Cenfes). Con relación a la DGDC-UNAM, el principal propósito ha sido incentivar la educación a través de materiales de divulgación científica. Actualmente se estima que existen alrededor de 15 mil taxistas promotores de la ciencia y la lectura.
Incorporar cada año a más taxistas como impulsores educativos y de la ciencia, aparte de exhortar a otras instituciones, empresas y universidades para que participen en el programa, así como ampliarlo a otras zonas en el país, son algunos de los fines que se pretenden.
De acuerdo con Ángel Figueroa Perea, director de Medios de la DGDC-UNAM, “algunos centros de investigación científica e instituciones como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) ya han aportado algunos materiales de divulgación científica para el programa”.
Requisitos
Si bien resulta esencial contar con licencia tipo B o tarjetón vigente para formar parte del programa Taxis por la Ciencia, poner a la vista de los pasajeros el revistero, únicamente con materiales proporcionados por las instituciones participantes, además de colocar la calcomanía respectiva en el medallón, los conductores igualmente deben comprometerse a cuidar el revistero y mantener sus contenidos actualizados.
“Para renovar los impresos, o bien, en caso de que algunos usuarios decidan conservar parte del material y llevárselo, los taxistas pueden acudir por más al Cenfes o a la Dirección de Medios de la DGDC-UNAM y se les dará gratuitamente, para ello será necesario que presenten la credencial de Taxis por la Ciencia que se les entrega al momento de inscribirse. Si las revistas, folletos o trípticos se maltratan, también se les cambian. Lo único que se pide a los choferes es que se responsabilicen de ir por más”, explicó la licenciada y guionista Alejandra Encinas Loranca.
AUTOR: Yureli Cacho Carranza
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT