Por Hugo Valencia Juliao
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- La problemática del agua en la Ciudad de México es grave y se prevé que si no se toman medidas para el 2030, según un informe del Banco Mundial, se necesitarán tres sistemas como el Cutzamala para abastecer del líquido potable a todo el valle de México.
Ese mismo estudio destaca que 35 por ciento del agua que se usa en la Ciudad de México y el Estado de México proviene de ríos y lagos que se están agotando por la sobreexplotación además de otros factores relacionados con el hombre.
En este contexto, la investigación científica alrededor de estos temas tiene que tomar un protagonismo mayor en la sociedad para que puedan surgir proyectos que incidan directamente en la calidad de vida de las personas que están viviendo las consecuencias de la sobreexplotación de recursos o el cambio climático.
La directora del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias en Medio Ambiente de la Universidad Iberoamericana en Puebla, María Eugenia Ibarrarán, explicó que es muy importante que la investigación tenga un impacto económico y social. “En México todo tendría que traducirse en beneficios sociales y económicos, es decir cómo los proyectos van afectar de forma positiva la vida de los grupos sociales”, explicó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Para la investigadora Tereza Cavazos del Departamento de Oceanografía Física del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), el abastecimiento de agua de buena calidad en gran parte del país ya es un problema grave que debe de ser atendido prioritariamente.
“Derivado del cambio climático en las zonas áridas y semiáridas podría llover menos, por lo que se deben encontrar soluciones. El tratamiento y reúso de aguas es un tema de oportunidad en la investigación para solucionar un problema en buena parte de nuestro país. Por ejemplo, en todas las zona de Baja California no tenemos ríos permanentes por lo que urgen proyectos para el abastecimiento del líquido”, dijo la científica adscrita al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), nivel II.
Captación de agua
Por eso la investigación ambiental en el país se ha pronunciado para que se incentiven cada vez más las soluciones prácticas que ayuden a aminorar el problema que, ya es un hecho, ocurrirá. Los proyectos del sector público no son suficientes y los ciudadanos han visto esta crisis que está a punto de estallar como una oportunidad de generar proyectos de alto impacto social.
Tal es el caso de Ciclo 720, una empresa que fomenta la recolección de agua de lluvia a través de capacitación, creación y mantenimiento de sistemas que se instalan en las casas para aprovechar el líquido y que pueda ser utilizado de todas las formas posibles en la vida diaria.
Luis Ernesto Garduño Oñate, estudiante de la carrera de creación y desarrollo de empresas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Ciudad de México, dijo que el objetivo de Ciclo 720 es fomentar los sistemas de captación de agua pluvial para familias de escasos recursos o de difícil acceso al líquido vital.
El motivo para emprender de Luis Ernesto surgió a partir de saber que 32 por ciento de toda el área metropolitana de la Ciudad de México tiene serios problemas de escasez de agua y, sobre todo, porque la cifra va en aumento.
“El sistema funciona con insumos de bajo costo que permiten captar el agua desde los techos y filtrarla para que pueda ser consumida para el uso diario de la casa. Los sistemas se instalan con una red de plomeros capacitados que tienen la oportunidad de emplearse a través de esta iniciativa”, explicó.
Estos sistemas ya existen en el mundo y en México solo que son excesivamente caros, “no están a la disposición de las personas que realmente lo necesitan, por eso nos dimos a la tarea de crear un sistema que se pudiera hacer e instalar con materiales baratos para que sean accesibles para las personas de escasos recursos”, aseguró el emprendedor social en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Hasta el momento, reconoció Luis Garduño, están en pláticas con empresas que puedan promover la iniciativa. Asimismo indicó que la delegación Iztapalapa está analizando instalar ese sistema como prueba en algunas colonias que sufren de escasez de agua.
“Nosotros aspiramos a que este sistema se pueda producir de forma industrial, para que cuando llegue a las manos de las personas solo necesiten conectar el sistema y empezar a utilizarlo”, explicó.
La idea es que los plomeros puedan vender estos sistemas y que en Ciclo 720 solo sean proveedores del sistema de captación pluvial, lo que implicaría mejores oportunidades para los trabajadores incrementando sus ingresos.
Para Luis Ernesto Garduño, las oportunidades para emprender socialmente en México son enormes en cuestión ambiental porque vivimos en la época de un cambio de paradigmas sobre el manejo de los recursos.
Destacó que hay muchas oportunidades para hacer negocio con energías limpias o con el aprovechamiento del agua. “Hay muchas áreas que se pueden explotar en México. El mayor reto que existe es combatir ese estigma que se tiene al pensar que un proyecto social tiene que ser una organización sin fines de lucro, cuando realmente se puede hacer algo bueno para la comunidad sin que deje de ser redituable”, expresó.
Desde su perspectiva, se debe buscar que las personas sean autosuficientes en la producción se recursos como el agua o la energía y la oportunidad está en ofrecer las tecnologías y proyectos que logren cumplir con este rubro, pues en el futuro cercano los recursos naturales serán cada vez más valiosos.
Fugas de agua, un problema en desarrollo
Un problema mayor en la Ciudad de México ha sido el progresivo deterioro de las tuberías que transportan el agua potable, lo que ocasiona la pérdida de cobertura de agua en los hogares.
Según datos de Comisión Integral del Agua en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, 41 por ciento de agua potable se desperdicia en fugas debido a la precaria situación de las tuberías, pozos, plantas de bombeo y demás infraestructura que ya tiene más de 40 años funcionando.
Por lo que las soluciones por parte de los egresados de las universidades no se han hecho esperar, pues este problema necesita una solución innovadora y eficaz debido a que el costo de reparación tradicional de la infraestructura hídrica sería muy costoso.
La solución que propone el ingeniero Adrián Cordero Ibarra, con su empresa Tubepol, es rehabilitar las tuberías mediante una tecnología cien por ciento mexicana que logra, a través de un proceso constructivo sencillo, extender la vida útil de las tuberías ya existentes.
“Prácticamente lo que hacemos es construir una tubería completamente nueva dentro de una tubería que ya cumplió su vida útil”, dijo en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt
Esto se logra con resinas de aplicación térmica, lo que es posible debido al proceso constructivo que consiste en limpiar la tubería con las técnicas actuales de desazolve. Después se hace una inspección con equipos a control remoto con cámaras de alta definición. “Esto es para reunir la información precisa del estado real de la tubería para así realizar un diseño específico del proyecto”, explicó Cordero Ibarra.
Posteriormente fabrican los materiales de acuerdo al tamaño y otras especificaciones de la tubería a tratar. “Es una manga de fieltro poliéster que tiene una capa plástica exterior que se impregna de resina y se introduce por un punto de acceso”, explicó el emprendedor y director general de la empresa.
Mediante la aplicación de aire a presión, se infla y se adhiere a la tubería; después con vapor se cura y se puede utilizar la tubería de forma normal pues los materiales que se utilizan no son tóxicos, ni causan un daño al medio ambiente.
“Los materiales que utilizamos para las tuberías de agua potable son materiales utilizados por una Norma Oficial Mexicana, por lo que son absolutamente seguros”, aseveró.
Esta empresa se constituyó en el 2012 a través de la red de incubadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de Innova UNAM y se desarrolló en la perspectiva de los costos que generan cambiar una tubería por los métodos convencionales.
Los factores por los que en la Ciudad de México se ha deteriorado la infraestructura hídrica son variados, los principales son la antigüedad del sistema y los movimientos del subsuelo de la metrópoli, lo que provoca desfase en las tuberías con la consecuente fuga de agua potable.
Tubepol brinda servicio a nivel nacional y trabaja con organismos públicos de todo el país y con la iniciativa privada en diferentes industrias como la petroquímica. Para su cofundador esta empresa es un claro ejemplo de que hay muchas oportunidades de ingeniería en una ciudad como la capital del país y es una muestra de que se pueden desarrollar tecnologías mexicanas para resolver estos problemas.