Ciudad de México. 30 de agosto de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Por su ubicación geopolítica, el estado macroeconómico actual, la capacidad industrial y la cantidad de personas altamente capacitadas, México tiene gran potencial en el desarrollo tecnológico e innovación del sector aeroespacial, aseguró el maestro Juan Bethancourt, especialista en el sector aeroespacial.
Destacó que según un estudio de la consultora KPMG realizado en 2012, México se mantiene como el país con los costos de fabricación óptimos en el sector aeroespacial. Además, tiene más de 745 mil graduados en ingeniería y carreras relacionadas con la tecnología.
Aunado a ello, México tiene una ubicación geográfica especial, ya que colinda con Estados Unidos quien domina 37 por ciento del mercado aeroespacial a nivel mundial, mencionó el director de la División Espacial de la consultora Altran.
“México puede ser la plataforma para que Europa pueda entrar a Estados Unidos y abra una gran ventana para la generación de negocios, donde se beneficie con un mayor desarrollo de la infraestructura industrial tecnológica”.
Pero para que esto suceda se debe promover el talento y las capacidades del país en todo el mundo y resaltar sus ventajas geográficas, aseguró el también presidente de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior capítulo Alemania.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el especialista habla de las oportunidades y retos que tiene el sector aeroespacial mexicano.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cuál es la situación actual del sector aeroespacial mexicano?
Juan Bethancourt (JB): El sector aeroespacial en México es relativamente maduro y joven. Es importante aclarar que el término “aeroespacial” se utiliza para denominar el campo aeronáutico y el campo espacial, las cuales son dos áreas diferentes agrupadas en una sola palabra. Ambos campos están en sólido crecimiento en nuestro país.
En el ámbito aeronáutico se tienen grandes avances, principalmente en infraestructura, procesos y estándares, lo cual es la columna vertebral para el desarrollo del área.
En tanto, en el espacial actualmente se está trabajando para conformar la base que servirá para potenciar el área.
AIC: ¿Qué oportunidades tiene y a qué retos se enfrenta?
JB: México puede ser la plataforma para que las economías europeas entren al mercado estadounidense y abrir una gran ventana para la generación de negocios y el desarrollo tecnológico. No obstante, el principal reto es aumentar la conciencia de las capacidades tecnológicas y de innovación de México.
Para ello, países como Alemania, Suiza, Italia y Francia pueden lograr ser grandes aliados, ya que estos países necesitan socios estratégicos en el continente americano que ofrezcan beneficios comerciales, geopolíticos y tecnológicos para complementar su industria. Por otro lado, México necesita tener interacciones de alto nivel para demostrar al mundo sus capacidades.
AIC: A nivel mundial, ¿qué papel juega México en el desarrollo tecnológico para este sector?
JB: México en el sector aeronáutico aporta mucho y todavía tiene mucho que aportar: el campo está muy consolidado y hay constantes evoluciones tecnológicas en las cuales se tiene un footprint relevante.
Este campo se puede comparar al nivel de aportación que tiene México en el ámbito automotriz, donde se tiene una aportación a la cadena de suministro global, la cual está robustamente consolidada a nivel internacional.
Por mencionar un ejemplo de la innovación mexicana al campo, algunos sistemas eléctricos desarrollados para el colosal avión A380 son producto de ello. Esta aeronave vuela con una vasta mayoría de arneses mexicanos, además de ingeniería mexicana en materia estructural, equipo en cabinas (asientos, pantallas, compartimentos); asimismo, mano de obra en el ensamblado (mexicanos directamente trabajando en las plantas de manufactura en los sitios de Airbus en Europa).
Por lo que respecta al campo espacial, hay todavía camino por recorrer. El área está muy consolidada a nivel mundial y cada región tiene sus propios desarrollos en pro de sus necesidades.
Cabe destacar que incluso ciertas potencias no cuentan con todas las capacidades para hacer un satélite o un cohete. Esto es debido a que los recursos técnicos son limitados por restricciones políticas implementadas por Estados Unidos en el International Traffic in Arms Regulation (ITAR).
Estas medidas establecidas durante la época de la Guerra Fría, fueron suavizadas durante los inicios de la pasada década y ahora de nuevo retomaron fortaleza debido al ambiente hostil internacional. El principal efecto de esta medida es la restricción en la oferta de personal especializado, colaboraciones de materia tecnológica y una cadena de suministro espacial con especificaciones (mayormente políticas) difícil de acceder.
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México, por su parte, es influenciado por este marco internacional. Por un lado, nuestra cuestión geográfica nos hizo dependientes de Estados Unidos donde por años especialistas en el área emigraron y se consolidaron.
Actualmente los acuerdos internacionales, tanto con la Unión Europea, han hecho a México atractivo para establecer colaboraciones. Esto ha catalizado desarrollos en nuestro país, reproduciendo mejores prácticas de otras regiones logrando catapultar la rama espacial mexicana en sinergia con la triple hélice existente.
AIC: ¿Por qué es importante que en México se impulse el desarrollo científico y tecnológico en el sector aeroespacial?
JB: Por efecto del multiplicador de desarrollo en otras industrias. Muchas economías del primer mundo como Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos, así como los emergentes tales como India y China, han experimentado resultados positivos al impulsar el avance del sector aeroespacial.
Por ejemplo, a nivel gobierno podría contribuir a la predicción y prevención de desastres, la planificación urbana y el desarrollo, los sistemas de seguridad nacional y la detección de las reservas de petróleo a través de análisis satelital.
En tanto, en el sector de defensa se ayuda a todo el espectro de aplicaciones militares, el desarrollo, definición y utilización de la infraestructura necesaria para el procesamiento de información vital para la seguridad nacional.
En el área de energía contribuye a la aplicación de procesos tecnológicos (derivado de las innovaciones del sector aeroespacial) para la generación, transformación y distribución de energía. Mientras que en las telecomunicaciones favorece la utilización eficiente del espectro dieléctrico, la mejora de las tecnologías necesarias para los protocolos de comunicaciones y radares.
AIC: En su opinión, ¿a qué áreas del sector aeroespacial le debería apostar México y por qué?
JB: En materia espacial, México debe inicialmente enfocarse en la transferencia de tecnología como primer paso para lograr hacer atractivo el sector a nivel industria y posicionarse.
Después de ello, y contando con una inversión privada sustentable y un apoyo gubernamental, podrán impulsarse centros de desarrollo de tecnologías derivadas de la industria espacial para cubrir una demanda existente en el mismo sector espacial a nivel internacional u ofrecer un servicio tecnológico con un balance óptimo en costo y calidad en otro sector.
Con ello, el offshoring (o manufactura) que tanto ha beneficiado a México en otros sectores, ayudará a la inserción del país en la cadena de valor espacial mundial.
Desafortunadamente no se puede tener el objetivo a corto o mediano plazo de desarrollar en su totalidad satélites y cohetes espaciales. Esto es debido al nivel alto en complejidad tecnológica, no comparable con el desarrollo de productos automotrices, aeronáuticos o energéticos.
Es importante analizar primeramente que los componentes, así como la propiedad intelectual en tecnologías clave para realizar desarrollos espaciales, son restringidos; y segundo, un desarrollo es muy costoso con muy poco, nulo o negativo margen de retorno de inversión, lo cual no es del todo atractivo a nivel comercial a corto plazo. Sin embargo, el desarrollo de la industria detonará a mediano y largo plazo la plataforma tecnológica de la región, lo que es muy atractivo para los países que buscan sustentabilidad y desarrollo tanto educativo como científico y, por ende, el tecnológico. El sector es, sin duda, un fuerte catalizador, con una relevante derrama de beneficios en muchas áreas.
AIC: A propósito del Año Dual México-Alemania, ¿se firmará un acuerdo especial para impulsar la colaboración en el sector aeroespacial?
JB: En el Año Dual no se firmarán acuerdos relacionados. Existen diversos convenios ya establecidos entre el Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán) con diversas instituciones mexicanas, como la Agencia Espacial Mexicana (AEM). En algunas de estas colaboraciones, la Red de Talentos Mexicanos capítulo Alemania ha sido partícipe.
AIC: ¿En qué proyectos participa?
JB: Actualmente participo en varios proyectos del sector espacial, principalmente en el desarrollo (ingeniería, integración, pruebas de ambiente y lanzamiento) de satélites y lanzadores (cohetes).
Todos son dentro del marco europeo, siendo ellas misiones de telecomunicaciones y exploración espacial (Galileo, MTG, Sentinel, entre otros). En materia de lanzadores, realizamos la definición de ingeniería de la nueva generación del programa Ariane 6.
Su servidor dirige la división espacial de la consultora Altran, apoyando el desarrollo de satélites y cohetes; así como la asesoría de riesgo en proyectos, principalmente en misiones de la ESA (European Space Agency).
Asimismo, realizo tareas de desarrollo de negocios y validación comercial de proyectos principalmente en las regiones de Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Suecia. Mis funciones técnicas son la validación en áreas de ingeniería y calidad.
Las fases en las cuales se encuentra cada proyecto son diversas. Los programas siguen un proceso de desarrollo establecido por el European Cooperation for Space Standardization (ECSS).
A nivel personal, actualmente asesoro la transferencia de tecnología entre los programas existentes en Europa con México, apoyando principalmente instituciones en México, siendo una de ellas la Agencia Espacial Mexicana.
En recientes tiempos, he desarrollado y verificado la estrategia para diversos proyectos espaciales para México, liderados por colegas y en los cuales participo como mentor.
Red de Talentos en el Exterior
AIC: Respecto a la Red de Talentos capítulo Alemania, ¿cuáles son sus principales tareas como presidente?
JB: Como presidente, mis tareas son actualmente la definición de la estrategia y la interlocución de actividades, desarrollo de proyectos e integración de los intereses de los integrantes del capítulo Alemania con la Red Global MX.
AIC: ¿Cuántos integrantes conforman el capítulo Alemania?
JB: Más de 100 de diversas áreas del conocimiento como: Biomedicina, Neurocirugía, Materiales, Espacial, Aeronáutica, Automotriz y Tecnologías de Información, entre otras.
AUTOR: Verenise Sánchez
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT